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Chevron-Texaco pide nulidad de juicio en Ecuador

La empresa petrolera, con sede en California, enfrenta desde mayo del 2003, un juicio en Lago Agrio, 180 kilómetros al este de Quito, por presuntamente no haber limpiado desperdicios tóxicos derivados de su actividad petrolera de 1972 a 1990, cuando abandonó al final del contrato.

8 de octubre de 2007

Quito.- La empresa estadounidense Chevron-Texaco solicitó el lunes se anule el juicio en su contra por daño ambiental que fue planteado por pobladores de la Amazonia ecuatoriana y adujo que busca "evitar una injusticia o una denegación del debido proceso".

De su lado, los demandantes ven en esa solicitud una estrategia de la compañía "porque están derrotados en el juicio ... y quieren deslegitimarlo", indicó a la AP, Pablo Fajardo, uno de los abogados.

Adolfo Callejas, procurador judicial de Chevron Corporation formuló su petición de anulación del juicio, al juez de la causa, Germán Yánez, presidente de la Corte Superior de Nueva Loja, donde se ventila el caso.

Callejas sostiene en el documento que en el proceso se "violan los legítimos derechos constitucionales, legales y procesales" de Chevron por errores del juez de "no seguir la ley ecuatoriana e ignorar los argumentos legales de defensa".

"Será imposible para mi cliente (Chevron) obtener de la administración de justicia del Ecuador, una efectiva, imparcial y oportuna protección de sus intereses y derechos", señaló.

"Solicito que la Corte inmediatamente o en el momento procesal oportuno, declare sin lugar en su totalidad esta demanda para evitar una injusticia o una denegación del debido proceso", añadió.

Texaco Petroleum Co. trabajó durante más de dos décadas en Ecuador y cambió su nombre cuando se fusionó con Chevron en el 2001, convirtiéndose en Chevron-Texaco.

Los más de 30.000 demandantes exigen 6.000 millones de dólares en pago de daños, a Texaco Petroleum Co., que se fusionó con Chevron en el 2001, aunque esa empresa sostiene que cumplió con sus obligaciones lo cual fue certificado en 1998 por el gobierno de entonces y por su contraparte, la estatal empresa petrolera, Petroecuador.

La abogada de Chevron, Silvia Garrigó argumentó a la AP que "este juicio se ha convertido en una farsa judicial".

Citó varias supuestas irregularidades como "la demostrada parcialización de la Corte" y la interferencia indebida del Ejecutivo en el proceso, en referencia al fustigamiento público del presidente Rafael Correa en contra de Chevron.

"Cualquier sentencia en contra de Chevron no tendrá ninguna validez no sólo en los tribunales de apelación en Quito sino también en tribunales internacionales donde los demandantes intenten ejecutar la sentencia", añadió.

El abogado Fajardo dijo que los representantes de Chevron "están desesperados, se sienten derrotados, se sienten perdidos y es por eso que buscan cualquier tipo de argucia para tratar de deslegitimar el juicio".

La petición de nulidad del juicio "no me preocupa en lo absoluto ... El juez ha actuado apegado la ley y por lo tanto no hay ninguna causa de nulidad", agregó.

 

 

AP