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Chávez lanza duros ataques a jerarcas de la Iglesia católica

Los miembros de la cúpula de la Iglesia católica venezolana "son el demonio, defensores de los más podridos intereses, son unos verdaderos vagabundos del cardenal para bajo", dijo el mandatario en un programa de la televisora estatal dedicado a exaltar a Chávez y propinar severas críticas a sus adversarios.

25 de noviembre de 2007

Caracas.- El presidente Hugo Chávez acusó el viernes a los jerarcas locales de la Iglesia católica de ser unos "demonios" y "estúpidos" por expresar su preocupación en torno a la reforma de la constitución que está promoviendo el gobierno.

La jerarquía católica ha manifestado su preocupación en torno a la reforma constitucional, por considerar que durante los estados de excepción le permitiría al gobierno detener a ciudadanos sin cargos y censurar a los medios de comunicación.

El cardenal Jorge Urosa y otras autoridades católicas también han dicho que la reforma "viola los derechos fundamentales del sistema democrático y de la persona" en este país, en que más de dos terceras partes de sus 26 millones de habitantes se declaran católicos.

La Conferencia Episcopal denunció que el proyecto "excluye a sectores políticos y sociales del país que no estén de acuerdo con el Estado socialista" que establece la reforma. "Se acentúa la concentración de poder en manos del presidente de la República y se favorece el autoritarismo... que le permitiría (al gobernante) disponer constitucionalmente de las instituciones, propiedades y recursos", agregó el escrito.

Chávez, que propuso una reforma que plantea abolir los límites para su reelección y prolongar el período presidencial de seis a siete años, negó que esté en peligro la democracia y la propiedad privada. "Yo creo que todos esos tipos, el cardenal y los obispos, son unos estúpidos, unos retardados mentales, porque un muchacho, un buen estudiante lee esto (la propuesta de la reforma), en donde lo dice", acotó.

Las relaciones entre Chávez y la alta jerarquía de la Iglesia católica venezolana han sido tensas a lo largo de sus nueve años de gobierno, pero las fricciones se incrementaron en semanas recientes luego que la Conferencia Episcopal denunció la reforma.

El cardenal "es un bandido, es un sinvergüenza, un maleante", y posteriormente espetó que Urosa logró su nombramiento por el papa Benedicto XVI en febrero del 2006 "jalando mecate (adulándolo), arrastrándose" en su despacho en el palacio de gobierno. Añadió que durante tres meses "yo me negaba, no quería ni hablar del tema... todos ellos (los obispos) estaban en el golpe (de estado en contra de Chávez en el 2002)".

De acuerdo a un tratado sobre asuntos eclesiásticos, "antes de proceder al nombramiento de un arzobispo u obispo la Santa Sede le participará el nombre del candidato al presidente de la República, a fin de que éste manifieste si tiene objeciones de carácter político que oponer a ese nombramiento. En el caso de existir objeciones la Santa Sede indicará el nombre de otro candidato para los mismos fines."

Desde su designación como arzobispo de Caracas en septiembre del 2005, Urosa había iniciado un acercamiento entre el gobierno de Chávez y la cúpula de la Iglesia católica. A comienzos del 2006, Chávez se reunió por primera vez en sus siete años de mandato con las autoridades eclesiásticas, en un acto que fue considerado como el fin de las tensiones entre el gobierno y la jerarquía católica.

 

 

AP