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Centroamérica busca autosuficiencia alimentaria

6 de mayo de 2008

Guatemala.- Los países centroamericanos intentan mitigar la inminente crisis alimentaria, impulsada por el precio de los granos básicos y los combustibles, con iniciativas de asistencia social y programas para buscar la autosuficiencia agrícola.

Los presidentes centroamericanos se reunirán el miércoles en Managua con sus colegas de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), impulsada por el mandatario venezolano Hugo Chávez, para discutir sobre las opciones que tiene la región para hacer frente a la crisis que se avecina.

"En el área agrícola, es esencial estimular la producción y también es necesario contar con programas para apoyar aquellos grupos en riesgo como ancianos, mujeres jefe de hogar y jornaleros", dijo a la AP el representante del Programa Mundial de Alimentos en Guatemala, Willem van Millink.

En Guatemala, por ejemplo, el ejecutivo anunció que fortalecerá un programa de entrega de fertilizantes y semillas para mejorar la producción de los pequeños agricultores. En tanto que en Costa Rica el gobierno pretende lograr que en los próximos dos años se casi duplique la producción de arroz, para poder suplir el 80% del consumo nacional y casi triplicar la cosecha de frijol y maíz para que el 70% de la demanda local esté cubierta por agricultores del país.

El ministerio de Agricultura de Nicaragua informó que unos 64.000 pequeños productores recibirán insumos agrícolas y semillas para mejorar su producción. En Honduras pretenden hacer lo propio con medio un cuarto de millón de pequeños agricultores.

El incremento internacional de los precios de los alimentos ha causado que en Guatemala el precio del maíz, uno de los pilares de la dieta local, subiera un 30% en los últimos 15 meses. En Honduras, las 100 libras de harina de trigo pasaron de 26 dólares en septiembre a 41 en semanas recientes.

El Programa Mundial de Alimentos en Centroamérica desarrolló un "tortilla index", basado en el precio de la tortilla en los países de la región y de acuerdo con esa medición, el precio de ese alimento ha aumentado un 54% en Nicaragua, un 23% en Guatemala y un 21% en El Salvador, entre enero de 2006 a enero de 2008.

En Guatemala el 50% de los niños sufren desnutrición crónica, es decir que han pasado largos periodos de tiempo sin ingerir los alimentos necesarios, lo cual se refleja en una baja talla y poco peso. En Nicaragua cerca del 20% de la población escolar está desnutrida y casi la mitad de sus habitantes son pobres. "Cuando hay tanta gente desnutrida, no hay que ser un genio para pensar que van a tener problemas" si los precios de la comida siguen subiendo, añadió van Millink.

El Secretario Nacional para la Seguridad Alimentaria de Guatemala, Juan Aguilar, explicó que el gobierno tuvo la intención de declarar la situación alimentaria de cerca de un millón de niños que pasan hambre en Guatemala como una "emergencia nacional" aunque luego debido a un tecnicismo jurídico esto fue imposible.

"Independiente del nombre que le demos, el gobierno está preocupado de qué puede pasar si, sumada a la precaria situación alimentaria que tenemos, nos viene una temporada lluviosa irregular o un desastre natural. Allí empezaríamos a ver focos de desnutrición aguda, de la que requiere hospitalizar a los niños", dijo Aguilar.

Van Millink aseguró que además de los grupos vulnerables, los programas de asistencia deben enfocarse en los campesinos sin tierra, que dependen de jornales para subsistir.

En, San Pedro Yepocapa, una población ubicada a unos 100 kilómetros al oeste de la capital guatemalteca, Gabina Chun, una mujer de 42 años, madre de diez hijos y en espera del undécimo, dijo a la AP que lo que gana su marido como jornalero no alcanza para comprar el cada vez más caro saco de 100 libras de maíz. "No alcanza con lo que gana mi marido, los 25 quetzales diarios (unos 3,5 dólares) apenas dan para frijol y maíz", señaló.

 

 

AP