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Buscan anular ley local sobre indocumentados en EEUU

20 de agosto de 2006

El organizador de una protesta contra una ley que restringe las actividades de indocumentados anunció el domingo que traerá a un inmigrante por cada uno que sea forzado a salir de la población debido a la ordenanza.

El reverendo Miguel Rivera, presidente de la Coalición Nacional del Clero Latino y Líderes Cristianos, encabeza la oposición a la Ley de Alivio de la Inmigración Ilegal. La legislación, adoptada el mes pasado en esta localidad de unos 8.000 habitantes y donde viven muchos brasileños, prohibe la contratación laboral y la renta de vivienda a los indocumentados.

"Por cada inmigrante que se abandone Riverside por miedo, encontraremos a un inmigrante voluntario para que venga a vivir a Riverside", expresó Rivera al diario Courier-Post de Cherry Hill. "Riverside va a ser nuestro", afirmó.

Los organizadores esperan que la protesta congregue en la tarde del domingo a centenares de personas frente a la sede del gobierno local.

Las autoridades locales calculan que en la localidad hay hasta 3.500 inmigrantes ilegales, muchos procedentes de Brasil.

La ley es similar a la que fue aprobada a principios de julio en Hazleton, Pensilvania, mientras otras poblaciones de Estados Unidos consideran acciones parecidas, pese a que según expertos podrían ser inconstitucionales.

Las ordenanzas de Riverside y Hazleton han sido impugnadas ante la justicia federal. El cuestionamiento a la ordenanza de Riverside considera que la localidad se arroga facultades que corresponden al gobierno federal.

Habitantes y autoridades de Riverside coinciden en que la ley no ataca a los inmigrantes, sino a la ilegalidad. Gary Christopher, director de la junta local de planificación, dijo que no ve nada de malo en "volver incómodo ser ilegal".

Rivera y otros simpatizantes consideran que la ordenanza expresa en realidad "una actitud racista y discriminatoria contra los latinos".
 
FUENTE: AP