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Brasil rechaza campos opuestos en biocomustibles

El principal asesor presidencial en asuntos internacionales, Marco Aurelio García, dijo en un artículo publicado el viernes por el diario O Globo que es "comprensible y legítimo, que gobernantes que tienen críticas a la administración (del presidente de Estados Unidos, George W.) Bush aprovechen la oportunidad para realzar diferencias con Washington".

13 de abril de 2007

Brasilia.- En vísperas de una cumbre energética sudamericana en Venezuela, Brasil ratificó su rechazo a convertir el etanol y los biocombustibles en un asunto de debates "políticos-ideológicos".

"No obstante, las opciones energéticas de Brasil no deben transformarse en escenario para una discusión político-ideológica, como si estuviesen configurados dos campos opuestos en las Américas", agregó.

En el mundo "una revolución energética está en marcha. Ella no opone los biocombustibles a los combustibles fósiles. Al contrario, propone que se complementen... el diálogo debe sustituir a la confrontación y la única pasión que cabe en este momento es en torno de la unidad sudamericana y del bienestar de sus pueblos", dijo García.

Con unos 16.700 millones de litros anuales Brasil es, después de Estados Unidos, el segundo mayor productor mundial de etanol, un alcohol combustible que obtiene a partir de la caña de azúcar. Estados Unidos, que produce etanol pero con maíz, y Brasil sellaron un acuerdo en marzo para estimular la producción y consumo del etanol en el hemisferio.

Casi inmediatamente a la firma del acuerdo de Brasilia y Estados Unidos, los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y el de Cuba, Fidel Castro --ambos adversarios políticos de Washington--, criticaron los planes con el etanol. Chávez aseguró que con tales proyectos "estaríamos usando las tierras fértiles que tenemos disponibles, el agua disponible...para producir alimentos, pero no para la gente, sino para los vehículos de los ricos".

Castro por su parte calificó de "siniestra" la idea de convertir los alimentos en combustible y que con ello se condenaba "a muerte prematura por hambre y sed a más de 3.000 millones de personas en el mundo".

Sin embargos, tanto Castro como Chávez han dicho que ni desean inmiscuirse en los asuntos internos de Brasil ni tampoco pelearse con su colega brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

El mandatario brasileño tiene previsto viajar el próximo lunes a Venezuela para asistir el 17 de abril a la cumbre energética convocada por Chávez en la isla de Margarita.

 

 

AP