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Brasil ofrecerá información pero no desistirá de hidroeléctricas

Amorim dijo también que "Brasil tiene acuerdos antiguos de intercambio de informaciones sobre el uso de recursos naturales, pero no hay (en esos acuerdos) una condición de suspensión" de un proyecto.

13 de julio de 2007

Brasilia.- Brasil ofrecerá toda la información a Bolivia sobre el proyecto de construcción de dos hidroeléctricas en una zona de frontera y no "ve drama" en un reclamo boliviano, indicó el canciller brasileño Celso Amorim en una entrevista divulgada el viernes por el diario financiero Valor Económico.

"No vamos a dejar de hacer las cosas que son nuestro derecho", dijo el ministro en la entrevista exclusiva con el diario financiero y confirmadas por la oficina de prensa de la cancillería.

El ministro dijo que "a pesar de hablar en 'contrariedad', la carta (boliviana) es amistosa". "No veo drama en eso", agregó respecto al reclamo escrito boliviano.

"Lamentamos y expresamos nuestra contrariedad porque se procedió a expedir la licencia ambiental" para las obras "antes de haberse realizado un análisis integral de los impactos ambientales, sociales, económicos" que también afectarán a Bolivia, señaló la carta enviada esta semana por el canciller boliviano David Choquehuanca a su colega brasileño.

Choquehuanca mencionó que la licencia otorgada a las dos hidroeléctricas --que estarían ubicadas a entre 80 a 190 kilómetros de la frontera-- tomó en cuenta estudios ambientales "que no fueron proporcionados oportunamente al gobierno de Bolivia".

El lunes y tras meses de debates y análisis el Instituto Nacional del Medio Ambiente brasileño (Ibama) otorgó a las hidroeléctricas la primera de las tres permisos o licencias, que por ley, precisa aquí un proyecto con eventuales impactos ambientales. El Ibama no ha dicho cuándo emitiría las otras dos licencias.

La primera abrió el camino para que el gobierno llame a una licitación para construir las dos plantas, proyectadas para el Río Madeira, en el estado amazónico de Rondonia, en la frontera con Bolivia. Las dos hidroeléctricas, con un costo estimado de 20.000 millones de reales (unos 10.300 millones de dólares), comenzarían a construirse en 2008 y estarían generando de forma conjunta 6.400 megawatts para cuando entren en operaciones, a partir del 2012.

Bolivia ha dicho que donde nace el Río Madeira debe hacerse un estudio en su territorio sobre las consecuencias de las dos plantas ante posibles impactos en los recursos pesqueros de la región, entre otros.

 

 

AP