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Bolivia ratifica preocupaciones a Brasil por hidroeléctricas

El Instituto Nacional del Medio Ambiente brasileño (Ibama) otorgó en julio a las hidroeléctricas la primera de los tres permisos o licencias, que por ley, precisa aquí un proyecto con eventuales impactos ambientales.

23 de agosto de 2007

Brasilia_ Bolivia ratificó a Brasil las preocupaciones de La Paz por los posibles impactos del proyecto brasileño de construir dos hidroeléctricas en una zona cercana a la frontera de los dos países.

El canciller de Bolivia, David Choquehuanca, dijo a los periodistas que presentó esas "dudas razonables" a su colega anfitrión Celso Amorim el jueves durante una reunión bilateral en la cancillería.

Amorim expresó que Brasil daría todas las informaciones necesarias para aclarar esas dudas, aseguró el canciller boliviano, declarando que debido a la conversación "sincera" y "honesta" que tuvo con su colega brasileño, salía de Brasil "más tranquilo".

"Estoy más tranquilo, estamos contentos porque la conversación que hemos tenido ha sido una conversación sincera, honesta", indicó.

La Paz, explicó Choquehuanca, enviará a Brasilia un cuestionario con preguntas técnicas sobre las dudas que tiene de posibles impactos de las hidroeléctricas a la salud de los habitantes de la región, por un eventual crecimiento de la población de mosquitos y que transmitan enfermedades como la malaria, así como sobre poblaciones de animales, como el "surubí", un pez que habita en las aguas del Río Madeira, de cuyas aguas se alimentarán las dos plantas brasileñas.

"Los mosquitos no saben de fronteras", dijo Choquehuanca y agregó que en Bolivia también "queremos saber si nosotros vamos a seguir comiendo surubí".

"No nos estamos oponiendo nosotros a estos emprendimientos hidroeléctricos. No nos estamos oponiendo, pero nos preocupan los posibles impactos que puedan tener en el territorio boliviano", aseguró.

El Instituto Nacional del Medio Ambiente brasileño (Ibama) otorgó en julio a las hidroeléctricas la primera de los tres permisos o licencias, que por ley, precisa aquí un proyecto con eventuales impactos ambientales.

Ese primer permiso abrió el camino para que el gobierno llame a una licitación para construir las dos plantas, proyectadas para el Río Madeira, en el estado amazónico de Rondonia, en la frontera con Bolivia. Las dos hidroeléctricas, con un costo estimado de 20.000 millones de reales (unos 10.300 millones de dólares), comenzarían a construirse en 2008 y estarían generando de forma conjunta 6.400 megawatts para cuando entren en operaciones, a partir del 2012.

 

 

 

AP