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Bolivia decreta alza de hasta 83% en combustibles

El Gobierno de Bolivia decretó el domingo un alza de precios internos de los combustibles de hasta 83%, en una decisión de alto riesgo político con la que dijo que pretendía fortalecer a la industria petrolera y acelerar el crecimiento económico.

27 de diciembre de 2010

La Paz.- El mayor ajuste económico en una década, que incluía también un congelamiento de las tarifas de los servicios básicos, excepto el transporte, y un aumento salarial superior a la inflación, fue anunciado por el vicepresidente Alvaro García, en funciones de presidente por un viaje de Evo Morales a Venezuela.


"Es una nivelación interna de combustibles a precios internacionales (...), el Estado subvenciona anualmente US$380 millones, no queremos que esto continúe, compramos diesel caro y lo vendemos barato", justificó García, rodeado de ministros, en una declaración por la televisión estatal.


El diesel subió en 83% de 3,72 a 6,80 bolivianos (US$0,96) el litro, la gasolina de bajo octanaje, la de uso masivo, 73% de 3,74 a 6,47 bolivianos el litro, y la gasolina de alto octanaje 57% de 4,79 a 7,51 bolivianos el litro.
Por su alto impacto político y social, los precios de la mayoría de los combustibles se habían mantenido invariables durante casi una década en Bolivia.


A principios del 2003, el presidente neoliberal Gonzalo Sánchez prefirió aumentar impuestos en vez de subir los combustibles, para enfrentar un déficit fiscal, pero esto sólo provocó un cruento motín policial que marcó el principio del abrupto fin de ese gobernante ahora refugiado en Estados Unidos.


En el 2004, el presidente Carlos Mesa subió levemente el diesel, lo que desató protestas que sirvieron como punto de partida a un movimiento autonomista en la región oriental de Santa Cruz, liderado por los grandes empresarios agropecuarios.


"Esto es para garantizar nuestro desarrollo productivo y economía", dijo García al anunciar la medida, que no afecta a los precios del gas natural que Bolivia exporta a Argentina y Brasil, ya que éstos están sujetos a contratos internacionales.


El Gobierno dejó congelados los precios del gas natural vehicular -todavía de bajo consumo pese a que Bolivia es un gran exportador de este combustible-, el gas licuado doméstico y las tarifas de agua potable, electricidad y telefonía.


García admitió que habrá un aumento del transporte, que calculó debería ubicarse entre 20% y 23%, menos de lo que pedían los choferes aún antes del alza de los combustibles.


Esto exigirá un aumento salarial que será mayor a la inflación del 2010, que sería de un 6%, agregó.


Incentivo petrolero


"Esto es para incentivar al petróleo", dijo García, reconociendo que la vigencia hasta ahora de un precio interno de US$27 el barril de crudo desalentaba a las inversiones de las transnacionales, golpeadas además en el 2006 por una nacionalización que las puso bajo órdenes de la local YPFB.


"Requerimos nivelar los precios para que el productor se sienta exigido e incentivado para producir, así habrá más diesel y gasolina e importaremos menos (...) y en uno, o dos, o tres años ya no tengamos que importar nada de gasolina o diesel", afirmó el vicepresidente.


García no precisó si el alza de combustibles iba acompañada por la fijación de un nuevo precio interno fijo para el barril de petróleo, uno de los parámetros tomados en cuenta por el presupuesto nacional que prevé para el 2011 un crecimiento de 4,5%, frente al 4,0% esperado para este año.


YPFB anunció recientemente que a partir del 2011 las inversiones petroleras no se concentrarán sólo en gas natural sino también en líquidos, para reducir las importaciones.


La petrolera estatal dijo que todo el sector invertirá US$1.751 millones en el 2011, incluidos proyectos de transnacionales como Petrobras, Total, Repsol-YPF, y GTLI, cuyo principal negocio es la exportación de gas a Argentina y Brasil, que alcanzaba este año a cerca de US$3.000 millones.

 

REUTERS