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Barack Obama: Un viaje "improbable" a la historia

4 de noviembre de 2008

CHICAGO (AP) _ Hace justo un año, Barack Obama se subió al estrado de un oscuro auditorio en Iowa e inició el camino para convertirse en uno de los nombres más importantes del Partido Demócrata.

En noviembre del año pasado, su introducción al pueblo estadounidense durante la convención del partido en el 2004 era ya un antiguo recuerdo, las encuestas electorales le dejaban atrás y su campaña electoral de nueve meses no había lucido con mucho brillo en varios momentos.

Iowa significaba el inicio o el final de su carrera política.

Los demócratas se habían reunido esa noche para la cena anual Jefferson-Jackson en Des Moines. El acto era clave para candidatos presidenciales: la ocasión perfecta para desbancar a los oponentes e impresionar a los miembros del partido, y Obama, un excelente orador, estaba preparado para su debut.

Esa noche fue el último en hablar con un discurso que condenó "las mismas campañas electorales de Washington" y hasta criticó de forma indirecta a la senadora y ahora ex candidata presidencial Hillary Clinton.

"No participo en esta carrera electoral para cumplir con ambiciones de hace mucho tiempo o porque creo que de alguna manera se me debe esto", declaró. "Nunca pensé que estaría aquí. Siempre pensé que este camino sería improbable. Nunca he estado en un camino que no lo fuera".

Un público de miles de personas se levantó y aplaudió. Obama había iniciado el viaje hacia la Casa Blanca.

Desde entonces, el senador de Ilinois ha roto con todos los récords de recaudación durante una campaña electoral, amasando más de 640 millones de dólares, ha acallado a todos aquellos que decían que no tenía experiencia suficiente y ha hecho historia al convertirse en el primer candidato presidencial afroestadounidense del país.

Su campaña electoral de 22 meses le ha colocado a pasos de la presidencia del país más poderoso del mundo.

Y la historia de su vida también ha sido poco convencional.

Su biografía es muy distinta a la de cualquier otro candidato presidencial: una madre blanca, un padre africano, una infancia en Hawaii e Indonesia, un trabajo en una de las comunidades más pobres de Estados Unidos, y una carrera de estudios y enseñanza en algunas de las universidades más prestigiosas del país.

"Tiene esa inusual combinación de experiencias vividas que no encajan con ningún estereotipo", dijo Valerie Jarrett, una asesora y amiga de Obama. "Tiene algo en común con todo el mundo".

Si su pasado ecléctico le ha ayudado, su extraño nombre y el color de su piel han hecho que su candidatura sea difícil de aceptar en algunos rincones de Estados Unidos. Obama ha tenido que corregir rumores de que es musulmán (es cristiano) y este verano dijo a la multitud en Misurí que es difícil votar por alguien negro con su nombre.

Su mujer, Michelle, dijo recientemente durante un programa de televisión que un hombre joven llamado Barack Obama y poco conocido es siempre el que está en desventaja.