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Banqueros centrales prometen frenar amenaza de inflación

Los principales banqueros centrales del mundo advirtieron el lunes sobre la amenaza de una mayor inflación en las economías emergentes de rápido crecimiento y manifestaron su compromiso de trabajar para mantener las presiones de precios bajo control.

10 de enero de 2011

Suiza.- Jean-Claude Trichet, que preside las conversaciones sobre la economía global en un encuentro del Banco Internacional de Pagos (BIS por su sigla en inglés), dijo que las presiones inflacionarias eran más débiles en el mundo desarrollado, aunque la economía global había tenido un desempeño mejor al esperado.


"Las amenazas inflacionarias se presentan como un riesgo general en el mundo emergente, algo que no se ve en las economías avanzadas", afirmó el presidente del Banco Central Europeo.


Trichet aclaró que no hablaba en su calidad de presidente del BCE, puesto que la entidad está en el período de silencio previo a la decisión de tasas de interés del jueves.


"Este no es momento para la complacencia, y el firme anclaje de las expectativas de inflación es considerado importante por todos nosotros", expresó, aunque agregó que las alzas en los precios de las materias primas "tendrán que ser seguidas muy, muy de cerca".


Trichet señaló además que los bancos centrales creen de forma unánime que no se debe permitir un descontrol de la inflación. "Estamos todos unidos en este propósito", aseguró.


La reactivación de las economías el año pasado tras la recesión global -especialmente en mercados emergentes como China e India- han avivado las alzas de precios, pero una subida en los costos de los alimentos está generando también preocupaciones en naciones occidentales donde el crecimiento permanece débil.


La inflación anual en China alcanzó un máximo de 28 meses del 5,1% en noviembre, mientras que en la zona euro se aceleró a un 2,2% en diciembre, con lo que superó la meta del BCE por primera vez en dos años.


Trichet sostuvo que los precios de los alimentos eran un factor relevante.
"Las razones que están detrás de los incrementos en los precios de los alimentos fueron consideradas importantes. Esto es algo que es particularmente importante en términos del impacto sobre el IPC (Indice de Precios al Consumidor) en el mundo emergente", agregó.


"Obviamente, este es un elemento de posible amenaza de inflación que hemos mencionado", añadió.


Los precios globales de una canasta de cereales, oleaginosas, leche, carne y azúcar tocaron el mes pasado su nivel más alto de que se tenga registro a partir de 1990, superando al 2008, cuando una crisis alimentaria generó protestas en varios países.
La oficina de Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura, FAO, advirtió que el costo de los granos podría trepar incluso más si las malas condiciones climáticas siguen afectando a las cosechas.


Resurgimiento de precios


Los precios del petróleo también están nuevamente en alza. Han subido casi un 30% en los últimos seis meses y ahora están en su máximo desde que explotó la crisis financiera a fines del 2008.


El presidente del Banco Central de Chile dijo que los precios de las materias primas estaban "muy altos" y que no se sabía hasta dónde podrían llegar.


"Mucho depende de la reacción de la oferta", dijo José de Gregorio. "A los precios actuales, hay muchas oportunidades para la expansión de la oferta", agregó.


"Es muy difícil ver que los productores de materias primas vean estos precios como precios de largo plazo. Por tanto, debiera haber por el lado de la demanda y de la oferta algo de ajuste de los precios para que vuelvan a niveles más normales", agregó.


Trichet tuvo una postura optimista respecto al crecimiento global.


"A nivel de la economía global, la recuperación se ha confirmado. El crecimiento está allí, particularmente tengo que decir que estoy impresionado con las economías emergentes", aseguró.


"En un número de casos, la economía real ha demostrado la capacidad de comportarse mejor que lo previsto", añadió.


Los banqueros centrales concordaron en que la consolidación fiscal era necesaria, dijo, y agregó que la agenda del Grupo de las 20 potencias (G-20) no fue discutida en la reunión.


"Hubo una comprensión absolutamente clara de todos nosotros de que la solidez fiscal (...) era muy importante para todas las economías y ciertamente muy importante consolidar la salud de la economía global", dijo Trichet.


Trichet dijo además que no se habló sobre Portugal durante la reunión. Algunas fuentes han indicado que algunos países de la Unión Europea están presionando a Portugal a aceptar una ayuda del fondo de rescate.

 

REUTERS