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Bancos extranjeros entrarán en zona de libre comercio

Dos grandes bancos internacionales con especial actividad en Asia, el británico HSBC y el hongkongués BEA, se han convertido en la tercera y la cuarta entidad foránea en solicitar y recibir el permiso oficial para instalarse en la nueva Zona Piloto de Libre Comercio de Shanghái.

17 de octubre de 2013

Desde su apertura, el 29 de septiembre, otros 10 bancos lo habían hecho, pero sólo dos de ellos son extranjeros, el banco estadounidense Citigroup, uno de los mayores del mundo, y el singapurés DBS, también el mayor del sudeste asiático.

Por eso, aunque China espera que la zona le permita aumentar su influencia en la economía mundial y consolidar su capital económica como un punto vital de las finanzas globales, con un peso similar al de Londres o Nueva York para 2020, al no haber revelado aún las normativas para la zona, sólo han entrado cuatro entidades foráneas.

Las oficinas del HSBC (siglas de la Corporación Bancaria de Hong Kong y Shanghái, con sede en Londres y fundada en el siglo XIX cuando ambas ciudades eran colonias británicas) empezarán a funcionar a principios de 2014, según la presidenta ejecutiva del banco para China, Helen Wong, recoge hoy el diario "Shanghai Daily".

HSBC es el mayor banco extranjero con presencia en China, tanto por el valor de sus activos como por su red de oficinas, y según Wong, participará en los proyectos de innovación bancaria que se lleven a cabo en la zona, aunque por ahora China no ha anunciado las normas concretas con que las hará posible.

La intención del banco es comenzar concentrando la actividad de su oficina de la zona en ofrecer servicios bancarios internacionales, que se irán ampliando a otros servicios más relacionados con el mercado chino en la medida en que lo vaya permitiendo la legislación que se vaya creando para el nuevo área.

Por su parte, la filial china de BEA (el Banco del Este de Asia, la mayor entidad crediticia de Hong Kong) ha recibido también el visto bueno de los reguladores bancarios chinos para instalarse en la nueva zona.

Los cuatro bancos extranjeros que han decidido entrar hasta la fecha han optado por la opción de abrir oficinas controladas totalmente por ellos, aunque China también permite la creación de bancos mixtos, con capital privado extranjero y chino.

Pese a que el Consejo de Estado (Ejecutivo) publicó 18 sectores de servicios en los que aplicará reformas económicas, y a que se espera que la zona sirva a China de laboratorio de ensayo de una liberalización del cambio del yuan y de los tipos de interés, los esperados detalles de cómo se hará posible aún no se han revelado.

El hecho de que la zona haya empezado a funcionar antes de que se publiquen las normas que la regulan, y la puntualización del Ejecutivo al anunciar que autorizaría esas reformas "siempre que los riesgos puedan ser controlados", hacen surgir las dudas.

Según algunos analistas, la única manera de que China pueda permitirse liberar los tipos de interés en la zona, y mantenerlos artificialmente bajos en el resto del país, es que garantice de alguna forma que ambos mercados sean estancos, pues si no los bancos chinos usarían la zona para captar fondos con tipos más altos.

El control de los tipos permite que los bancos estatales chinos puedan ganar dinero a la vez que prestar más barato a las firmas estatales del país, pero si a los ahorradores chinos se les diera la elección, llevarían sus ahorros a bancos (chinos o extranjeros) en la zona de libre comercio, con intereses más altos.

Si eso ocurriese, el dinero empezaría a filtrarse rápidamente del sistema bancario nacional chino hacia la zona de libre comercio, lo que podría poner en peligro todo el sistema financiero de China.

Por eso se teme que la actividad bancaria internacional que se permita en la zona se vea aislada de alguna manera del sistema bancario chino, algo probable, ya que Pekín estudia que las firmas que abran cuentas bancarias libres en la zona deban cerrar las que tengan en China, con excepciones, aunque aún no lo ha anunciado.

EFE/D.com