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Baja de crudo acaba con auge europeo de biocombustibles

25 de febrero de 2009

(PARIS) La euforia europea por el biocombustible ha finalizado luego de que un desplome de los precios del petróleo y las importaciones baratas golpearon el año pasado al sector, y la crisis crediticia ha tornado aún más sombrías a las perspectivas.

Productores dicen que la caída de los precios del petróleo a un ritmo mucho más rápido que los costos agrícolas ha puesto en peligro el sector al reducir los márgenes, pero las condiciones difieren entre los países dependiendo de la magnitud y los medios de asistencia gubernamental.

Muchas compañías de Europa ha abandonado o suspendido proyectos de biocombustibles y el daño será peor si los precios del petróleo no suben significativamente en el 2009 y el bloque no logra proteger su mercado, dijeron productores y analistas.

"Si las condiciones siguen como ahora, será un año difícil", dijo Philippe Tillous-Borde, presidente de la francesa Diester Industrie, que controla el 30% del mercado de biodiésel del bloque.

"Con un barril a entre US$25 y US$60  la situación es frágil para los mercados", afirmó. Sin embargo, Tillous-Borde dijo que su compañía no necesita preocuparse ya que había diversificado las actividades.

El petróleo crudo estadounidense cotizaba el miércoles cerca de US$40 el barril, aproximadamente un tercio del precio de hace seis meses.

En mismo período, el precio de la colza, el principal componente del biodiésel, cayó un 30 por ciento en Europa, lo mismo que el del trigo, que se usa para producir en el etanol.

El precio del azúcar, que también sirve para el etanol en la región, casi no ha cambiado.

Responsabilizan a importaciones desde EE.UU.

Los productores europeos de biodíesel, de lejos el biocombustible más elaborado en el bloque, también culpan de sus problemas a las importaciones baratas subsidiadas, principalmente desde Estados Unidos.

Las importaciones de biodiésel de Estados Unidos a Europa son más grandes que las de cualquier otro país y el año pasado casi se duplicaron, a más de 1,5 millones de toneladas desde 820.000 toneladas en el 2007.

Las importaciones se transformaron en competidoras directas en los mercados europeos, especialmente Francia, el segundo productor de biocombustible de Europa, donde las refinadoras deben mezclar una cantidad fija de combustibles a base de plantas para evitar una multa pero no están obligadas a comprar el producto local.

"Las refinadoras tienen la obligación de usar biocombustibles pero los pueden comprar en cualquier lado y los precios de las importaciones desde Estados Unidos son ahora iguales que los locales", dijo Alain Duchene, jefe de la única planta de biodiésel de la firma química británica Ineos, en Verdún.

Ineos ya ha cancelado dos nuevas unidades y paró otra en los últimos meses a causa de la caída de los márgenes. Duchene dijo que probablemente este año debería de reducir la producción en su planta.

La Comisión Europea, el organismo ejecutivo de la Unión Europea, planea proponer el mes próximo aranceles antidumping sobre el biodiésel estadounidense, una medida que podría entrar en vigor provisionalmente un mes después, dijeron a Reuters la semana pasada fuentes familizarizadas con la propuesta.

Cambio de ánimo 

La Unión Europea ha alentado por mucho tiempo la producción de los llamados combustibles "verdes", que alguna vez fueron proclamados como una forma de reducir la dependencia del petróleo crudo y frenar el cambio climático.

Pero el ánimo cambió luego de que varios informes sembraron dudas acerca del impacto ambiental final de los biocombustibles, cuando se tiene en cuenta la energía gastada para cultivar plantas, los productos químicos usados para aumentar los rendimientos y el agua que consumen.

A los biocumbustibles también se les culpa por el alza de los precios de los alimentos.

Francia, que ha implementado un sistema para aumentar la producción de biocombustibles, particularmente otorgando ventajas tributarias a la producción, decidió el año pasado reducirla para el 2012.

En Alemania, el mayor productor de biodiésel de Europa, el Gobierno tras promover el biodiésel puro con generosas deducciones impositivas a las ventas de las estaciones de servicio, lo que incrementó el consumo, revirtió su política, provocando confusión en el sector.

 

(REUTERS)