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Bachelet: queremos un Chile en que se garanticen derechos sociales

La presidenta dijo a corresponsales de la prensa extranjera que busca "lo que algunos definirían como un cambio de modelo en el sentido ya no de vivir en una sociedad donde tú tienes lo que pagas, sino una sociedad donde uno pueda garantizar derechos sociales".

2 de octubre de 2007

Santiago de Chile.- La presidenta Michelle Bachelet dijo el martes que busca un cambio de modelo en que se puedan garantizar los derechos sociales en momentos en que Chile vive una importante bonanza económica como consecuencia de los millonarios ingresos por las exportaciones de cobre.

Señaló que el presupuesto de la nación para el 2008 de 34.000 millones de dólares que el Congreso estudiará desde este martes contempla un aumento del 8,9% y lo destinado al gasto social se incrementa en 11,3%.

"Todo aquello que estamos haciendo en relación al presupuesto está vinculado a lo que son los objetivos de mi gobierno cual es que Chile siga siendo un país que crezca, que tenga una economía dinámica, pujante, pero que a la vez crezca, que desarrollemos mucho más todo el ámbito productivo y sigamos abriendo espacios en el mercado mundial para los productos chilenos", agregó Bachelet.

El fuerte aumento en el presupuesto y especialmente en el gasto social en vivienda, salud y educación es posible por los ingentes ingresos que está produciendo al país el cobre, el principal producto de exportación. El año pasado Chile tuvo un superávit fiscal de 11.285 millones de dólares como consecuencia de los mayores ingresos por el fuerte precio que ha alcanzado el cobre. Para este año se prevén cifras similares de superávit en tanto que el crecimiento económico estará en torno al 6% mientras disminuye el desempleo.

La Presidenta dijo que se pretende mejorar la educación, aumentar la construcción de viviendas y mejorar la calidad de vida, mientras en salud aumentar la cobertura y la infraestructura.

"Estamos tremendamente optimistas que vamos a lograr seguir avanzando en nuestro programa de gobierno", aseveró la mandataria en su optimista visión del país.

Pero también reconoció que la peor espina que ha tenido su gestión de un año y medio ha sido la implantación en febrero de un innovador plan de transporte en esta capital, que por los problemas que ha causado a unos cuatro millones de personas le ha costado a Bachelet una fuerte y constante baja en la popularidad.

El Transantiago, que implicó una disminución en la cantidad de autobuses que circulaban por la ciudad y una modificación en los recorridos, a la vez que una recarga multitudinaria en el uso del Metro o ferrocarril subterráneo, ha tenido que ser fuertemente subsidiado por el gobierno. Sólo en la última mitad del año el gobierno ha tenido que subsidiarlo en 290 millones de dólares y para el año entrante requerirá otros 145 millones de dólares.

Una encuesta divulgada este martes señaló que el nivel de aprobación al gobierno de Bachelet continúa en descenso y alcanza al 35,3%, mientras que la desaprobación es del 46,1%.

Bachelet manifestó que tiene la certeza que esa "peor espina" para su gobierno que ha sido el Transantiago será superada. "Esperamos que el Transantiago sea algún día sólo un mal recuerdo", dijo. Por el contrario, destacó como logros de su gestión la aprobación en marcha de reformas previsional y de la educación. "Si logramos consolidar lo que estamos haciendo este va a ser un mejor país el 2010" cuando concluye su gobierno, apuntó la mandataria.

 

 

AP