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Bachelet insiste en mantener prudencia en gasto fiscal

La presidenta Michelle Bachelet salió al paso de las demandas por un mayor presupuesto y mejoras salariales ante la holgura de recursos económicos de su gobierno y dijo a empresarios que se mantendrá la cautela en el gasto fiscal.

1 de septiembre de 2006

Santiago de Chile
 
"Hay que actuar con prudencia, precisión y sentido estratégico. Hay que administrar y gestionar con inteligencia los recursos obtenidos, sin apostar ciegamente a que los precios del cobre se van a quedar para siempre en los actuales niveles", dijo la mandataria durante una cena la noche del jueves con empresarios mineros.

Sectores del propio oficialismo y organizaciones gremiales presionan al gobierno por un aumento superior al que el gobierno se dispone a anunciar este mes en el gasto fiscal y porque se acceda a sus demandas de aumentos salariales. Gremios poderosos como los de la salud, profesores y de empleados fiscales, así como algunos de los cinco grandes yacimientos cupríferos estatales, se preparan para iniciar negociaciones por sus mejoramientos salariales.

Sus pretensiones se basan en la holgura que ha tenido el gobierno instaurado hace casi seis meses como consecuencia de la fuerte alza del precio del cobre, el principal producto de exportación del país. Se estima que el nivel alcanzado por el mineral, dos y medio veces por sobre lo estimado en el presupuesto de la nación de este año, redundará en un superávit fiscal de unos 10.000 millones de dólares.

El ministro de Hacienda, Andrés Velasco, ha procurado aplacar las demandas señalando que el presupuesto no aumentará un porcentaje de más de dos dígitos. Y que en el manejo de los cuantiosos excedentes, se gastará sólo los intereses que reditúen los ahorros.

Bachelet a su vez había anticipado que se mantendrá la política de destinar dos de cada tres pesos al gasto social en salud, educación y vivienda.

"No se trata de no gastar, se trata de hacerlo bien, de no actuar demagógicamente con medidas populistas de corto plazo. No queremos aplicar la idea de pan para hoy y hambre para mañana", agregó la mandataria en su alocución ante los grandes empresarios de la minería.

Pero en la coalición de cuatro partidos oficialistas de centro e izquierda, la Democracia Cristiana, el más mayor de ellos, presiona al gobierno por un incremento en más de dos dígitos en el presupuesto del año entrante que el gobierno debe enviar este mes al Congreso.

El senador Carlos Ominami, socialista como Bachelet, afirmó que debe haber "un presupuesto expansivo".

Además de la baja de popularidad que enfrenta el gobierno desde que asumió el poder, se ha comenzado a observar en sectores populares una oposición a la política conservadora en materia de gastos del gobierno. En algunas calles capitalinas se pegaron en los muros carteles de un conocido grupo propagandístico callejero que antes la apoyó resueltamente: "Bachelet recuerde que fue elegida por el pueblo, no por los empresarios", reza uno de esos afiches.

El gobierno ya superó el conflicto que le planteaban los trabajadores de los consultorios de salud municipalizados al concederle un fuerte aumento. Pero los funcionarios de los hospitales públicos se disponen a paralizar el martes si las autoridades no acceden este fin de semana a sus demandas.

El conflicto laboral más significativo por sus repercusiones que puede encarar el gobierno es el de tres de los yacimientos cupríferos estatales, que inician negociaciones que deben concluir a fin de año.

 
FUENTE: AP