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Arte y moda hacen de Taikang Lu el atractivo turístico más nuevo de Shanghái

Taikang Lu es una calle de un barrio de la antigua concesión colonial francesa de Shanghái, donde se esconde, tras un discreto pórtico, un mundo de galerías de arte, tiendas y cafés, en un conjunto de callejuelas de poco más de un metro de ancho, convertido ahora en un nuevo atractivo turístico.

10 de agosto de 2010

Shanghái.- Mientras los extranjeros lo conocen simplemente como Taikang Lu, los chinos llaman "Tianzi Fang" ("Taller de las semillas") a este antiguo barrio de "shikumen", las casas bajas tradicionales de Shanghái, casi centenarias, separadas por calles estrechas, que han sobrevivido al frenesí de modernización que atraviesa la ciudad.

La transformación del barrio en una zona presente en las principales guías turísticas internacionales empezó hace dos o tres años, cuando algunos artistas, desalojados de sus antiguos talleres en otro barrio artístico de la ciudad, a orillas del río Suzhou, encontraron en Taikang Lu un nuevo lugar para establecerse.

El cambio, de barrio obrero a atractivo turístico, fue tan rápido que sorprendió al estudiante Feng Daiyin, nativo de Shanghái, que volvió a la ciudad tras cinco años viviendo en Canadá y no tardó en llevar a sus amigos canadienses a conocer la nueva atracción.

"Este es un pedazo de la China antigua convertido en algo moderno e internacional, lo que es bueno, porque los visitantes de otros países pueden ver un poco de su cultura aquí y saber así que también tiene su lugar en China", dijo a Efe Feng.

Los antiguos habitantes de la zona, sin embargo, no se han ido del todo y sus ropas colgadas en las ventanas se suman al encanto de los coloridos escaparates del barrio, que ofrecen desde camisetas estampadas con el busto de Barack Obama vestido como Mao Zedong a cerámicas creadas con técnicas de la dinastía Song (960-1279).

"A mí Taikang Lu me encanta, porque es una combinación de tiendas de alto estándar, que van más allá de los productos ordinarios que se encuentran en cualquier lado, con la oportunidad de ver cómo vive la gente" de Shanghái, dijo por su parte una turista finlandesa Anne Marie Elkins.

Perderse por el laberinto de callejuelas del Tianzi Fang significa encontrar tiendas como Chuzou Sanbao, donde se preserva en los más variados tipos de vasos y jarros la técnica de fabricación de cerámica conocida como "celadón", cuyo rasgo distintivo es que consigue una apariencia final similar a la del jade.

También se encuentran en el barrio las galerías de los fotógrafos Deke Ehr y Rui Yuan, dos expertos en registrar en imágenes no sólo la belleza sino también los impresionantes contrastes de la China de hoy.

Uno de los escaparates que más llama la atención, sin embargo, es el de la recién abierta tienda del artista chino radicado en Londres Shan Jiang, cuyas delicadas ilustraciones abstractas o inspiradas en lo cotidiano estampan lienzos de diferentes formatos, además de camisetas, que son el producto más vendido de la tienda.

Con su actual estatus de sitio turístico, Taikang Lu cuenta, por supuesto, con tiendas de recuerdos de viaje, pero que van más allá de los pañuelos de seda: novelas chinas que merecen la inversión, aunque no se conozca la lengua, por las portadas, carteles de la Revolución Cultural y delicados zapatos y bolsos bordados a mano.

La variedad de tiendas ya sería lo suficiente para justificar todo un día de visita a la zona, pero la jornada seguramente se vuelve más agradable con la cantidad de cafés y restaurantes abiertos entre las callejuelas para los que quieran relajarse entre una compra y otra.

 

EFE