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América Latina y Europa no avanzan en los acuerdos comerciales

Los acuerdos comerciales de la Unión Europea con Centroamérica, Perú y Colombia, sumados a la reapertura del diálogo económico con el Mercosur constituyeron los logros más importantes de la cumbre entre América Latina y Europa, que en lo político evidenció el martes que las dos regiones tienen un largo camino por recorrer como socios estratégicos.

18 de mayo de 2010

Madrid - Convocados por España, que ejerce la presidencia de turno de la UE, jefes de estado y de gobierno y cancilleres de 60 países a uno y otro lado del Atlántico aprobaron en Madrid un comunicado conjunto, en el que se plasma de la voluntad de colaboración en materias como cambio climático, nueva arquitectura financiera y reforma de foros multilaterales.

Más allá de alguna referencia a la inmigración y la creación de un novedoso instrumento de inversión europea en América Latina, la sensación es que, políticamente, muchos asuntos relevantes se quedaron en el tintero. En un encuentro en que la palabra más repetida fue "crisis", quizá los problemas de solvencia que enfrenta el euro pudieron más que la presencia de la mayoría de presidentes latinoamericanos. Salvo el presidente francés Nicolás Sarkozy, casi ninguno de los grandes líderes europeos — Alemania, Italia o Reino Unido — se presentó en Madrid.

"Todos sabemos que vamos demasiado lentos", resumió en su intervención el presidente de Chile, Sebastián Piñera. "Los problemas van más rápido que las soluciones. Nos estamos quedando atrás".

El resultado más plausible de la sexta cumbre Unión Europea-América Latina-Caribe fueron los acuerdos comerciales, que se firmarán el miércoles. Europa consiguió cerrar un gran acuerdo regional con Centroamérica, en materia comercial, política y de cooperación al desarrollo.

La idea favorece la creación de un espacio de libre comercio, con menos barreras arancelarias, entre los 27 socios europeos y el bloque centroamericano, que integran Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá.

"Los días adicionales de negociación que hemos tenido nos depararon un resultado muy bueno, mejor que el último paquete de cierre que había presentado la UE en Guatemala. La espera valió la pena", expresó en un comunicado la ministra costarricense de Comercio Exterior, Anabel González.

Europa firmará un acuerdo comercial de similares características con Perú y Colombia. En la misma línea, la cumbre de Madrid marcó un esperado relanzamiento del diálogo comercial entre la Unión Europea y los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), suspendido desde 2004.

La primera ronda de contactos será en julio. El objetivo es crear una de las mayores áreas de libre comercio del mundo, con beneficios potenciales de 4.500 millones de dólares para las dos partes gracias al aumento de las exportaciones.

"Tenemos grandes noticias. La UE y Mercosur decidieron finalmente retomar las negociaciones", dijo el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva tras recibir un premio en Madrid. "El acuerdo ambicioso y equilibrado de asociación traería más comercio, inversión y más trabajo".

"Va a ser difícil", admitió el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. "Cerrar un acuerdo será la medida de nuestra responsabilidad".

En ese sentido, los más de 40 puntos de la declaración conjunta sellada en la cumbre reiteraron su rechazo a las medidas de proteccionismo y subrayaron el compromiso de las dos partes por conseguir un acuerdo en la Ronda de Doha, que persigue la liberalización del comercio mundial.

Más de 1.000 millones de personas conviven en América Latina y la UE, que, según Zapatero, tienen unos flujos comerciales de unos 170.000 millones de dólares. Muchos intereses económicos, que no terminan de plasmarse en compromisos más concretos.

Uno de ellos fue el llamado LIFE (Latin American Investment Facility), un mecanismo dotado inicialmente con 3.200 millones de dólares, que facilitará la inversión europea en infraestructuras para Latinoamérica. También se aprobó la Fundación Eurolac, un instrumento con el que se pretende integrar a las sociedades civiles de las dos orillas.

El comunicado final no incluyó referencias concretas a Cuba o Honduras. Sí se plasmó un compromiso expreso con la reconstrucción de Haití tras el devastador terremoto de enero y se habló de inmigración, uno de los temas predominantes de la cumbre contra todo pronóstico.

Antes de comenzar el plenario, la presidenta argentina Cristina Fernández reprochó a Bruselas su política migratoria y pidió un trato digno a los inmigrantes latinoamericanos que llegan a Europa en busca de oportunidades.

"Los países europeos más desarrollados colocan al inmigrante como un adversario, un enemigo, a quien separar de la sociedad, a pesar que todos sabemos que realizan un trabajo que los ciudadanos de esos países no están dispuestos a desempeñar", dijo Fernández.

Las dos partes acordaron en el texto pedir respeto a los derechos humanos de los inmigrantes a uno y otro lado del Atlántico y la persecución de las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de seres humanos y la trata de blancas.

América Latina fue una de las voces más críticas con la directiva europea de retorno, un texto aprobado en 2008 por los 27 países de la UE, que permite la retención de inmigrantes.

Las dos regiones reconocieron la importancia de incorporar a los países en vías de desarrollo a los foros multilaterales, como el G20, donde se debate la salida de la crisis mundial.

Esa crisis, y su abordaje, fue uno de los asuntos más debatidos en Madrid. En la declaración hubo compromisos para trabajar juntos en una nueva arquitectura financiera y una gobernanza económica global sin cuotas, que dé voz a todos. Y en políticas económicas sostenibles que favorezcan el desarrollo de todos los países.

El cambio climático fue otro de los puntos de consenso, con el objetivo de alcanzar un acuerdo serio en la próxima cumbre de Naciones Unidos en Cancún, México.

Finalmente, se aprobó un plan de acción en temas económicos, políticos y de inmigración que guiarán los trabajos de cara a la próxima gran cumbre entre ambas regiones, la séptima, que tendrá lugar en Chile en 2012.

 

(AP)