Alianza de Intel y la Fundación Carvajal por la educación en Colombia

Bogotá.- Intel y Fundación Carvajal firmaron un Acuerdo de Colaboración para trabajar de la mano beneficiando a la comunidad vallecaucana, mediante la implementación del Programa Intel® Aprender, que ya tiene presencia en 14 países y permite que los jóvenes utilicen las tecnologías como un medio para generar proyectos.

“Intel® Aprender es un programa mundial, que hemos desarrollado desde hace 8 años en América Latina, y hoy con la Fundación Carvajal damos el primer paso para expandir esta experiencia en Cali y el Valle del Cauca, y esperamos que a lo largo y ancho de Colombia en los próximos años”, dijo Javier Firpo, Director de Programas de Educación para Intel en Latinoamérica.

“Este es uno de los programas que está diseñado especialmente para motivar a los niños y jóvenes en el uso de las tecnologías como “un medio” para la concreción y ejecución de proyectos, promoviendo habilidades del siglo XXI como la colaboración, pensamiento crítico, solución de problemas, entre otros. Este programa de educación no-formal, podría beneficiar a más de 10.000 jóvenes en los próximos años y ya nos ha dado muchísimas satisfacciones precisamente por el impacto en las comunidades donde se ha venido desarrollando en los últimos años“, añadió Firpo.

Para Juan Manuel Cuellar, Gerente de Responsabilidad Social Corporativa de Intel en el Cono Norte, “es muy importante para Intel unirse a los esfuerzos de la Fundación Carvajal. Con ello buscamos que los jóvenes aprovechen la infraestructura tecnológica en su tiempo libre, a través de actividades colaborativas y proyectos que ellos mismos consideren interesantes para su comunidad. Estamos seguros de que esta alianza contribuirá a la tarea que la Fundación Carvajal desarrolla y en la que la empresa privada y las fuerzas vivas de la sociedad caleña juegan un papel fundamental”.

“Como parte de nuestro compromiso por promover el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades más vulnerables y las zonas rurales de Cali, la Fundación Carvajal le apuesta a esta iniciativa para brindar oportunidades a estas familias y contribuir al desarrollo de competencias para la generación de ingresos. Nos unimos a esta estrategia de desarrollo de gran envergadura que pretende disminuir la brecha socioeconómica de las poblaciones priorizadas”, explicó Roberto Pizarro, Presidente Ejecutivo de la Fundación Carvajal.

El compromiso de Intel con la educación se extiende más allá de la alianza con la Fundación Carvajal. En la última década, Intel ha invertido más de $1.000 millones y sus empleados han donado más de 2,5 millones de horas para mejorar la educación en más de 50 países.

Fomento del pensamiento innovador

El Programa Intel® Aprender está diseñado como un currículo informal y extraescolar dirigido a jóvenes entre los 8 y 16 años de edad y busca beneficiar a las comunidades donde existe un acceso limitado a las tecnologías en hogares e instituciones educativas, con el fin de promover la inclusión digital mediante el acceso democrático a las tecnologías de la información y la integración de las mismas a las metodologías de enseñanza.

Intel® Aprender concibe al estudiante como un ser integral, desarrollando no sólo habilidades cognoscitivas y despertando en él la curiosidad intelectual por la ciencias, las matemáticas y la ingeniería para el desarrollo y concreción de proyectos, sino también incentivando el sentido de pertenencia, solidaridad y responsabilidad con el entorno y la comunidad, desarrollando relaciones sociales y habilidades para el trabajo colaborativo.

Los jóvenes caleños tendrán a su alcance el futuro, porque con el desarrollo de estas importantes destrezas tecnológicas podrán acceder al mercado laboral y enfrentar los retos de la competencia global y la economía del conocimiento, contribuyendo a la construcción de un mejor porvenir para ellos y sus familias.

De esta manera, el trabajo de implementación de los programas responsabilidad social corporativa de Intel en el país se realizará mediante la constante asesoría en la ejecución del plan, la continua capacitación a los facilitadores del programa, entre agentes culturales, bibliotecarios y profesionales de desarrollo comunitario, y en la impresión y desarrollo de los materiales necesarios en la fase de entrenamientos.