Home

Noticias

Artículo

A.Latina necesita reglas claras e integración en energía

8 de abril de 2008

Buenos Aires.- América Latina seguirá padeciendo una escasez energética mientras no tenga un marco legal y precios comunes que alienten la inversión y la integración física entre los países, dijeron analistas, empresarios y funcionarios.

Durante el Foro de Reuters sobre inversión en América latina, los expertos explicaron que las disparidades y las multimillonarias inversiones que son necesarias demoran la creación de un mercado regional, mientras la demanda crece a paso acelerado y pone en aprietos a muchos gobiernos.

"Un cuerpo regulatorio sólido es necesario. La situación en América Latina es complicada por que hay países como Argentina y Bolivia donde hay poca estabilidad regulatoria en el sector," dijo Bernardo Larraín, gerente general de la generadora eléctrica chilena Colbun .

Con la llegada del invierno austral países como Argentina, Brasil, Uruguay y Chile comienzan a calcular su déficit de gas o electricidad. Allí inician las negociaciones políticas para cerrar la brecha, lo que deja en evidencia la falta de un mercado ordenado con precios de referencia.

"Cada país está viendo como autoabastecerse, es lógico por un lado, pero regionalmente no ayuda (...) la integración está de alguna manera tambaleando porque cada uno está tratando de abastecer su propio consumo como puede," dijo un analista de la fundación argentina especializada en energía Fundelec.

Algunos países como Chile, Uruguay y Brasil han reconocido el problema de los precios globales de energía y han adecuado sus precios internos, explican los especialistas. Pero otros como Argentina, Venezuela y Ecuador no lo hacen y eso genera desbalances en el mercado.

"La región tiene que empezar por trabajar con precios que sean precios convenientes para aquellos que ofrecen la energía (...) y empezar a trabajar sobre la base de precios realistas en un proceso de integración," dijo el consultor en temas de energía Francisco Mezzardi. "Hay regiones de América del Sur que se beneficiarían con un trabajo en conjunto," agregó.

Un ejemplo de las distorsiones de precios se está dando en el extremo sur de la región, con una pugna entre Brasil y Argentina por una mayor porción del gas natural que produce Bolivia, por el que pagan un precio mucho menor al de mercado.

A eso se suma que un atraso en las inversiones en el país andino genera tensiones porque no hay combustible para todos, forzando a Argentina a comprar combustibles líquidos a Venezuela para abastecer sus generadoras e industrias. Además, en Argentina los precios internos están prácticamente congelados, lo que obliga al Estado a pagar multimillonarias cuentas de subsidios y a sufrir un déficit cada vez mayor por la falta de inversiones.

"Lo de Argentina es una receta para el desabastecimiento," advirtió Larraín.

Fundelec cree que todo mejoraría si Bolivia logra transformarse en una fuente segura de gas para toda la región. Mientras eso no ocurra, lo países "tendrán que ir acomodándose a medida que el juego de los precios internacionales se vaya dando."

VOLUNTAD POLITICA
El ministro chileno de Energía, Marcelo Tokman, se mostró optimista en que la región logrará unificar criterios.

"No dudo que en los próximos años vamos a estar teniendo buenas noticas en términos de que logremos llegar a un acuerdo respecto a cuál es el marco regulatorio para las relaciones energéticas entre los paises," dijo el funcionario.

"Hemos estado viendo esfuerzos de todos los países, en todos los encuentros a nivel regional, en buscar mejores mecanismos de integración energética y ese es un esfuerzo que se está llevando a cabo a nivel regional," agregó.

El último gran proyecto energético regional del presidente venezolano, Hugo Chávez, era montar un gigantesco ducto desde su país hasta Argentina, pero su alto costo y difícil construcción lo fue sepultando. Ahora avanzan tímidamente proyectos para instalar plantas de regasificación en el cono sur par usar gas licuado venezolano.

Antonio Celia Martínez-Aparicio, presidente de la transportadora de gas colombiana Promigas, dijo que Colombia es un ejemplo a seguir por la región tras la crisis de 1992 que golpeó la economía del país y forzó un racionamiento. "Se hicieron unos cambios estructurales que dieron lugar a que por primera vez, por ejemplo, se hiciera inversión privada tanto en generación como en distribución," dijo el empresario.

"Hay unos que deciden que sólo el Estado está en capacidad de hacer eso y otros dicen: yo, como Estado, soy el regulador bajo unas condiciones de respeto, confianza y estabilidad, y le doy espacio a la inversión privada (...) y eso fue lo que se hizo aquí. Los resultados están a la vista," agregó.

 

 

Reuters