Home

Noticias

Artículo

Acelera la inflación en Colombia. Acumulado de 12 meses llegó a 6% en enero

4 de febrero de 2008

Bogotá.- La inflación en Colombia de 6% en los últimos 12 meses, fue la más alta desde 2004, cuando subió 6,19% en los doce meses anteriores. Esto naturalmente tiene preocupados a los directores de la Junta del Banco de la República, que comenzaron con una cifra difícil de domar para conseguir la meta de 3,5% a 4,5% que se propusieron para el año.

La razón del incremento en los precios estuvo en el aumento en las cotizaciones de los alimentos. La variación anual de enero de 2008 subió 9,39%, una cifra muy superior al 5,81% de enero del año pasado.

Las alzas fueron también impulsadas por los precios de la salud, que en enero crecieron 6,41% en los 12 meses anteriores, mientras que lo habían hecho en 5,46% en enero de 2007. También recibió un empujón por la educación que subió sus precios 5,20% este año, frente a 4,82% el año anterior.

En los últimos 12 meses los precios en Neiva fueron los que más aumentaron (7,07%), y le siguieron Medellín (6,85%), Cartagena (6,75%), Barranquilla (6,31%), Bucaramanga (6,10%) y Bogotá (6,09%)

La buena noticia es que en Colombia la evidencia estadística histórica muestra que, salvo en los últimos años, había una relación bastante cercana e inversa entre inflación y desempleo. Esta relación, que los economistas conocen como la Curva de Philips, muestra que cuando aumenta la inflación más allá de los esperado, por lo menos en el corto plazo hay una reducción importante en el desempleo. Las últimas cifras en el mercado laboral muestran que la tasa promedio nacional de diciembre de 11,1%, casi un punto porcentual menos que el mismo mes del año pasado, parecen mostrar el efecto favorable de la ‘sorpresa inflacionaria’.

Pero ese fenómeno tiene su costo. La inflación es un impuesto a la tenencia de efectivo, que puede ser el más injusto y regresivo de todos los que se puedan tener en un país. Afecta la competitividad de las exportaciones locales, los planes de inversión de largo plazo y aumenta los costos de búsqueda y de transacción entre muchos otros efectos adversos.

Por eso, el dato de inflación de enero, aunado a los pronósticos del ministerio de Agricultura que espera un año de carestía en alimentos, no son asuntos para alegrarse.