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Accionistas de Bear Stearns aprueban compra por JPMorgan

29 de mayo de 2008

Nueva York.- Los accionistas de Bear Stearns Cos. aprobaron el jueves la compra de esta banca de inversiones por parte del banco comercial JPMorgan Chase & Co., con lo cual concluyó la historia de un pilar financiero de 85 años que sucumbió bajo el peso de sus apuestas por las inversiones alto riesgo.

Sin embargo, el alboroto está lejos de acabarse para JPMorgan Chase & Co., que ahora tiene que congeniar la cultura poco ortodoxa de Stearns con la suya, y mezclar a los cientos de empleados que resultaron afectados por la compra.

Bear Stearns formará parte de JPMorgan Chase oficialmente el viernes. El 84% de los participantes en la votación, largamente anticipada, dieron su aprobación para la venta el jueves, en las oficinas centrales de Bear Stearns en Manhattan.

Se informó que el trato fue pactado por 2.300 millones de dólares. JPMorgan invirtió por su propia cuenta 1.400 millones de dólares en la compra y gastó otros 900 millones durante el mes y medio pasado en la compra de acciones de Bear Stearns que le garantizaran el acuerdo de la venta.

La junta general de accionistas, dirigida por el presidente de la compañía, James Cayne, y el director general Alan Schwartz, duró menos de 10 minutos. Esto ocasionó el descontento de algunos inversionistas sobre la celeridad con la que se aprobó la venta.

"Allí estaban (los miembros de la junta general) bebiendo café pagado con mi dinero ... y de la noche a la mañana perdimos nuestro dinero", comentó Hannah Horgan, accionista de Bear Sterns. "No me queda nada, y ellos tan serenos".

En enero del 2007, antes de que la falta de pago de los préstamos hipotecarios comenzaran a acosar a los bancos y paralizaran la demanda en los mercados de deudas respaldadas por garantía real _ en este caso hipotecas _, las acciones de Bear Stearns se cotizaban a 171 dólares por acción. El jueves JPMorgan Chase adquirió Bear Stearns por unos 10 dólares por título.

"Creo que es una lástima, dijo Davis Edwards, mientras empacaba sus pertenencias en su auto estacionado fuera de Bear Stearns, luego de trabajar como matemático para el banco por 11 años. "Esta era una firma prolífica y lucrativa", señaló Edwards. "Hay mucha gente buena ahí".

Bear Stearns y JPMorgan no son las últimas compañías que sufren recortes de personal. Unas 65.000 personas han perdido sus empleos en bancos, agencias de bolsa y casas de préstamos en Estados Unidos en los últimos 10 meses.

Los problemas de Bear Stearns comenzaron en junio con el colapso de dos de sus fondos de inversiones de alto riesgo. Ese colapso no solamente causó la propia desaparición del banco de inversiones, sino que dio pie a la crisis crediticia al demostrar los estragos que podría causar el maltrecho mercado hipotecario en aquellas empresas que compraron, transformaron y vendieron luego esos créditos hipotecarios en el mercado en forma de acciones.

 

 

AP