Home

Noticias

Artículo

Accidente traerá cambios obligados a la minería chilena

La minería que aporta al páís alrededor del 40% de sus recursos, experimentará obligados cambios tras el accidente de hace 21 días, que mantiene sepultados a 700 metros de profundidad a 33 mineros.

26 de agosto de 2010

Copiaco - "Aquí, evidentemente hay un antes y un después del accidente, sobre todo en materia de seguridad", dijo a la AP el presidente de la Asociación Minera de Copiapó, Eduardo Catalano.

Agregó que "a los pequeños mineros nos van a fiscalizar más y tendremos que cumplir las normas, porque sin duda éste es un hecho sin precedentes en la minería de la región".

El dirigente, sin embargo, precisó que si bien el derrumbe que atrapó a los mineros develó fallas en la seguridad de un yacimiento, "la actividad nuestra es la más segura de todas, incluso que la banca. Si uno ve las estadísticas, así lo va a comprobar".

Señaló que los pequeños mineros ven la tragedia como una oportunidad para superar las deficiencias.

"Queremos que sea la oportunidad para mejorar los sistemas, pero no es que falte fiscalización", dijo.

Catalano teme que si se extreman las medidas de control, la paralización de algunos pequeños minerales puede traer consecuencias económicas y laborales. Calcula que en la región, unos 800 kilómetros al norte de Santiago, hay más de 10.000 trabajadores que laboran en los pequeños yacimientos.

"Hay que tener mucho cuidado para que no nos metan a todos en el mismo saco. La pequeña minería es muy diferente en todos los sentidos a la mediana y gran minería. Nosotros dejamos la 'platita' en la región", afirma.

La mina San José que mantiene atrapados a los mineros es considerada mediana, y sus propietarios han sido duramente criticados, incluso por el gobierno, por no mantener medidas adecuadas de seguridad.

En la pequeña localidad minera de Taltal, al norte de esta ciudad, nueve pequeñas faenas mineras fueron clausuradas por la falta de vías de escape, tal como sucedió con el yacimiento San José, cuya chimenea de ventilación y de escape no pudo ser usada por los mineros por estar en malas condiciones y carecer de escalas.

La Asociación Chilena de Seguridad, una mutual a la que pertenecía la empresa minera, había presentado reparos a la seguridad, pero como no tiene facultades para aplicar medidas, sus observaciones fueron desoídas por los propietarios. La mutual pagará los salarios de este mes de los trabajadores.

Mientras tanto, la empresa propietaria buscaría eludir responsabilidades económicas declarándose en quiebra. En todo caso, ya fue presentada la primera de las acciones que le esperan. Un abogado, en representación de uno de los mineros, interpuso en esta ciudad una querella por prevaricación y lesiones graves en que se apunta no sólo a los empresarios, sino también Servicio Nacional de Geología y Minas, (SERNAGEOMIN), el organismo estatal encargado de supervisar las minas.

Asimismo, esta semana cuatro alcaldes de la región convinieron con los familiares presentar querellas contra el Estado chileno, en las que se buscará sancionar las eventuales negligencias y obtener compensaciones económicas.

Una jueza de esta ciudad embargar preventivamente el equivalente a 1,8 millón de dólares de la empresa minera, parte de los cuales corresponden a pagos que debía recibir. El tribunal también acogió la designación de un interventor del yacimiento.

Tras el accidente y comprobarse las fallas en la seguridad del colapsado yacimiento San José, el gobierno formó una comisión que estudiará en un plazo de tres meses las anomalías que puedan existir y las correcciones que se harán.

El presidente Sebastián Piñera removió a tres altos funcionarios y dispuso la reorganización del SERNAGEOMIN.

Pero también, según reveló una anterior Directora del Trabajo, hubo presiones para levantar la clausura que pesaba sobre la mina.

Los familiares y algunos de los 33 mineros han manifestado que no desean continuar en las faenas mineras luego de su rescate. Para algunos de los "viejos", como se autodenominan los mineros, que persistan en continuar con la actividad ya existen ofrecimientos laborales.