El auto sin conductor enfrentará su prueba más difícil a finales del año, cuando deberá escalar la montaña Pikes Peak de Colorado

Audi lanza un vehículo que se maneja solo

Junto con la Universidad de Stanford, Audi presenta un vehículo capaz de subir montañas sin piloto. Conocido como Shelley, tiene como objetivo contribuir a que el manejo sea cada vez más seguro.

13 de abril de 2010

 Puede atravesar terrenos disparejos, acelerar con rapidez y cruzar curvas marcadas como cualquier otro auto deportivo de alto desempeño, pero este Audi tiene algo único: no necesita un conductor.

El auto, bautizado como Shelley, es la más reciente creación de científicos de la Universidad de Stanford que desarrollan tecnología que podría contribuir a que sea más seguro el manejo y a que un día los autos comunes puedan manejarse solos.

"Intentamos crear un auto de carreras que sea independiente, un auto de competencia autónomo, un auto que pueda manejarse en los límites", dijo el profesor de ingeniería de Stanford, Christian Gerdes, encargado del Centro de Investigación Automotriz de la universidad.

El auto sin conductor enfrentará su prueba más difícil a finales del año, cuando deberá escalar la montaña Pikes Peak de Colorado, sede de la famosa competencia International Hill Climb, que ha retado a pilotos profesionales con sus niveles empinados y peligrosos caminos en zigzag desde 1916.

Investigadores del sector automotor ya han logrado diseñar autos experimentales que pueden manejar largas distancias y navegar la calles de una ciudad sin necesidad de un piloto.

Pero en el caso del Shelley -que recibió ese nombre en honor a Michelle Mouton, la primera mujer en ganar la carrera de Pikes Peak- el equipo de Stanford está desarrollando un vehículo que puede moverse a altas velocidades bajo condiciones extremas.

Puede que aún pasen años antes de que sea posible enviar una camioneta a recoger a los niños en la práctica de fútbol, pero este tipo de tecnología ya ha logrado que se introduzcan funciones como el aparcado en paralelo automático y un radar de regulación de distancia que controla el frenado y la aceleración del auto en el tráfico.

 

 

Reuters