No hay soluciones de fondo para la movilidad

Movilidad

Bogotá no tiene arreglo

El pico y placa se presentó como una solución temporal al tráfico de Bogotá, pero durante el tiempo que lleva la medida las administraciones de turno no han iniciado proyectos de impacto real en la movilidad, insinuando únicamente que el pico y placa, sin importar el modelo, será una restricción sin final a pesar de no tener el resultado esperado.

19 de junio de 2012

Aunque el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, aseguró que en su administración iría reduciendo poco a poco la restricción de pico y placa en la ciudad, el panorama es ambiguo luego de cambiar el modelo que se aplicará.

Muchos aseguran que a pesar de ser menos las horas diarias de la restricción, esas horas con vía libre benefician a un volumen muy bajo de la población, es decir, la porción importante de los capitalinos se verán perjudicados porque se trata del 50% de los días hábiles con la prohibición.

En la opinión del gerente general de VAS Colombia, Pedro Salazar, el pico y placa no debería existir porque no es una solución. Además, señala que la crisis se debe a que desde hace mucho tiempo el distrito no ha invertido el dinero que debería en la infraestructura de la ciudad, “la Capital hoy presenta un retraso de 40 ó 50 años”.

Asegura que lo sucedido actualmente en el mercado de vehículos y cómo se ha incrementado el parque automotor en Colombia es solamente un resultado natural de cómo la población se ha ido enriqueciendo. “Una persona en su vida aspira a tres cosas: una casa, una buena educación y un vehículo, eso es algo inherente en el ser humano y coartar esas aspiraciones trae unas consecuencias graves”.

El directivo de VAS, importadora de las marcas Audi, Skoda, Seat y Volkswagen comerciales, señala que el nuevo pico y placa es más restrictivo en cuanto a los vehículos que dejan de circular en un momento dado, aunque en horas es menos de lo que estaba impuesto antes.

Sin embargo, “hay muchas familias que tenían dos vehículos para poder resolver la restricción de movilidad anterior y, seguramente, muchas de ellas tienen esos dos vehículos con placa par o los dos con placa impar, es decir, ahora no dudarán en comprar la placa par o impar, según les convenga”, dice Salazar.

Concluye que, por esa razón, el pico y placa no es una solución, “los vendedores de vehículos vemos esto como algo positivo porque con toda seguridad seguiremos vendiendo más, pues las personas buscarán como movilizarse”.

El presidente de la Asociación Colombiana de Vehículos Automotores, Oliverio García, coincide en que el nuevo modelo de pico y placa es un impulso a la venta de carros porque seguramente muchas familias buscarán alternativas para movilizarse sin restricción alguna.

Argumenta que la necesidad de movilizarse en una ciudad como Bogotá es inherente al desarrollo del país, razón por la cual el problema será cada vez más agudo y, en la opinión del dirigente gremial, no hay una solución de fondo.

“Europa tiene los sistemas de transporte masivos más avanzados del mundo, es decir, cualquiera podría pensar que allá no se venden carros, pero mientras en Colombia se venden 7 vehículos nuevos por cada 1.000 habitantes, en Alemania se venden 50”, asegura García.

Agrega que en Colombia no solamente se necesitan los sistemas de transporte masivos seguros y amigables, sino también la infraestructura para suplir las necesidades de movilidad, pero “hoy no se ven las soluciones concretas para ofrecer sistemas de transporte mejores y tampoco hay planes de impacto importantes para ampliar la infraestructura vial”.

Por su parte, el presidente de Fendipetroleo, Rafael Barrera, dice que la nueva medida es una cortina de humo para ocultar que no se está aplicando ni se tiene en los planes del Alcalde Petro soluciones de fondo al problema del transporte urbano de los habitantes de Bogotá.

“Son medidas con fines de imagen y para futuros réditos electorales. Además los cambios son más complejos, es incontrolable el manejo de las dos áreas de la ciudad y será fuente de muchas sanciones discutibles para los vehículos particulares. Es un traslado de las horas y los lugares de los trancones. Además, cualquier desvío de la construcción de un metro para Bogotá, como el tranvía por la Séptima, es un engaño a la ciudad”, asegura.

A pesar de las críticas de Barrera, explica que esas medidas “cosméticas” ni beneficiarán ni perjudicarán al sector en su conjunto, ya que sencillamente se consumirán los mismos galones de combustible, solo que en horas distintas.

En cuanto al impacto en las ventas, aunque aún no tiene estudios detallados y sustentables, dice que es posible que algunas estaciones de servicio bajen sus volúmenes de venta y otras lo aumenten, según el sector de la ciudad en que estén localizadas.