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JUAN MURCIA

Las agencias sobreviven por la pasión de los publicistas

Unámonos, o de lo contrario sigamos en la zona de confort y esperemos que sean los siguientes quienes tomen el control.

Juan Murcia
13 de junio de 2017

Desde que estamos formándonos para ser profesionales y ejercer nuestras carreras, vivimos con mucha pasión cada semestre de la universidad. Nos convencíamos que nuestra carrera era la salvación y que sin ella el mundo no sería lo que es hoy. Con esas posturas entusiastas defendíamos lo que estudiábamos, pero algo cambió cuando nos enfrentamos al mundo laboral.

Las agencias de publicidad sobreviven por la pasión de los publicistas. Los antecedentes y la decorada historia de algunos personajes que crearon campañas exitosas, el discurso ornamentado que la industria publicitaria es influyente en la vida de cada persona, el ambiente de farándula donde los más destacados reciben un reconocimiento y una descomplicada atmósfera laboral donde puedes irte vestido como quieras, hacen de la publicidad un escenario muy atractivo y más para aquellos que anhelaban trabajar en el departamento creativo.

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Llegamos a trabajar con esa ilusión, que los creativos eran los que mandaban en las agencias, que se hacía lo que ellos dijeran. Eran artistas, rockstars de la industria. Pero en estos tiempos ya no se viven esas fantasías. La publicidad se ha convertido en un océano rojo, donde el afán de llevarse un pedazo de la torta ha creado un estado de anarquía donde una agencia desangra a la otra prometiéndole a los clientes hacer el trabajo más rápido y a menor precio que su competencia. Por esta razón el creativo solo tiene 3 opciones:

  1. Zona de Confort: Resignarse y ver como el departamento de cuentas cada vez es más importante. Lo que trae como consecuencia, pasar largas noches en la agencia por las urgentes exigencias, ver como rebotan las propuestas preferidas y cómo el cliente, en ocasiones, va haciendo ajustes basándose en su opinión subjetiva, creando en nosotros un sentimiento de frustración.
  1. Zona de Aprendizaje: Animarse a crear su propia agencia de publicidad e ilusionarse que va por esos pequeños clientes que las grandes agencias ignoran y así crear su capital. Lo que trae como consecuencia un escenario peor, ya que la oferta baja de precio y así mismo la calidad del trabajo, la creatividad y por ende los salarios de los empleados.
  1. Zona de Pánico: Entender que el sistema está obsoleto, que la estructura organizacional de las agencias no se ha actualizado, que llevan más de 50 años haciendo lo mismo. Entender que somos una generación con otras motivaciones, que el mundo y los nuevos modelos de negocio como Uber, AirBNB, Ali Express o plataformas como Freelancer, nos demuestran que trabajar desde casa es posible. Tomemos el control de la situación, armémonos de valor. ¿O acaso no creen que el verdadero valor de una agencia está en sus ideas?

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Organicémonos, imaginemos y construyamos nuestro futuro. Que nuestra mejor campaña sea la de nuestra vida y nuestro trabajo. Independicémonos de las agencias para hacer nuestros propios estudios de creatividad y que sea nuestro producto el que se venda a las agencias, eso que tanto nos piden y nos gusta hacer, ideas. 

El panorama no es binario, se puede trabajar y tener tiempo, se puede ser feliz y hacer lo que te gusta. Unámonos, o de lo contrario sigamos en la zona de confort y esperemos que sean los siguientes quienes tomen el control.

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