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“Yo no vine a firmar contratos a la topa tolondra”

El ministro Germán Cardona, el que peor salió calificado en el Ministrómetro de Dinero, responde a las críticas que le hacen quienes creen que se "andresurielizó".

27 de abril de 2011

D. ¿Por qué sale tan mal calificado en la percepción de los empresarios?
G.C
. Desde que llegamos al Gobierno dije que teníamos que revisar en qué situación encontrábamos el Ministerio, para recoger lo bueno y corregir lo malo. Por ejemplo, creo que hay que recuperar la cultura de la estructuración de proyectos y eso no se da de un día para otro. No llegué aquí a firmar contratos a la topa tolondra, sino a organizar las cosas. Además, cuando llegamos a este ministerio se nos presentaron tres grandes problemas. El primero es que no encontramos proyectos estructurados; el segundo, fue la ola invernal que nos cambió completamente el foco y nos tocó desviarnos. Por ejemplo, con lo del canal del Dique, prácticamente me tocó irme a vivir a Barranquilla para apoyar al Gobernador. El tercer tema es el de los escándalos de corrupción; llevamos cinco meses hablando del tema y eso ha generado un ruido.

D. ¿Será por eso que algunos empresarios del sector dicen que usted no se ha posesionado aún?
G.C
. Lo que nosotros estamos haciendo en este momento no se ve. Hice algo que el país ni siquiera se ha dado cuenta: por primera vez en Colombia hay un viceministerio de infraestructura y un viceministerio de transporte. Además nombré en el Instituto Nacional de Concesiones (Inco), a una persona como María Inés Agudelo, que viene del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional (FMI). Nombré una viceministra de infraestructura como María Constanza García, que viene de fuera del país y que fue directora de infraestructura de Planeación Nacional, ella es una técnica de alto calibre. Un viceministro de transporte como Felipe Targa, que estuvo ocho años por fuera de Colombia, estudiando el transporte. Ese equipo de trabajo me genera toda la tranquilidad. Todo esto demuestra que yo no estoy mirando el corto plazo, sino el largo plazo.

D. Hay empresarios que creen que es un dream team, pero que no ejecuta. ¿No es preocupante?
G.C
. Me sorprende que haya empresarios que digan eso, porque cuando uno es empresario, lo primero que uno tiene que hacer es estructurar. Pero entiendo que hay una angustia muy grande con el estado de la infraestructura en Colombia. Lo que yo quiero es invitar a los colombianos y sobre todo a los empresarios a que miremos al país no al próximo año o dos años, sino que miremos la infraestructura del país que queremos para dentro de 10 años. Yo quisiera decir que para dentro de un año vamos a solucionar todos los problemas, pero sería un mentiroso. Para empezar a solucionar esto lo primero que debe tener cualquier empresa es un dream team.

D. ¿Cuándo empezaránlos anuncios?
G.C
. A finales de abril vamos a hacer el lanzamiento de la locomotora de la infraestructura, que evidentemente no ha arrancado y eso explica que el maquinista tenga una mala calificación. Ese "dream team" me está ayudando a armar una estrategia, que uno de sus puntos más importantes va a ser: estudios y diseños. Vamos a lanzar un paquete muy grande de proyectos.

D. ¿Y cuál va a ser la diferencia de estas nuevas concesiones con las anteriores?
G.C
. En esas concesiones de cuarta generación lo que queremos es que vengan inversionistas con verdadero músculo financiero e inviertan su propio dinero; el gobierno les garantiza la ejecución de esas obras, pero que ellos asuman la responsabilidad por las demoras en licencias o por la consecución de los predios; el Estado pagará los predios, pero la responsabilidad en la adquisición es del concesionario. Además, hemos presentado un proyecto de ley donde se va a fortalecer el régimen de expropiación, para evitar que se frenen los proyectos por predios pequeños.

D. Habla como si los concesionarios no se estuvieran metiendo la mano al bolsillo para financiar las obras que les tocan.
G.C
. Si las concesiones están estructuradas de manera tal que lo primero que se le entrega a los concesionarios son los peajes y se les garantizan unas vigencias futuras, ¿qué afán va a tener un inversionistas de invertir dinero? Nosotros no queremos mortificar ni perjudicar a nadie, pero estas relaciones entre el Estado y los concesionarios tienen que ser equilibradas. Le voy a poner un ejemplo, la vía Bogotá Girardot. ¿Qué explicación le da uno a los colombianos si en esa concesión lo único que funciona bien es el peaje?

D. El mensaje es que quien quiera hacerse a una concesión, tiene que meterse la mano al bolsillo.
G.C
. El que quiera una concesión en el país, de aquí en adelante, tiene que venir con el bolsillo lleno. Y con ese bolsillo lleno, hace su concesión, la ejecuta, la termina y una vez la termine, el Estado le permite montar los peajes, o le garantiza vigencias futuras, pero no vamos a seguir haciendo concesiones con los recursos del Estado.

D. ¿No fue una mala estrategia llegar a un Ministerio que tenía tantos problemas sin aplicar retrovisor?
G.C
. Yo vengo de ser funcionario público y cuando salí de esos cargos, una de las cosas que más me molestaba, era que los sucesores empezaran a poner el retrovisor, porque esa es una forma muy fácil de evadir las responsabilidades. En este Ministerio hay problemas, pero no creo que se haya configurado mala fe de mi antecesor Andrés Uriel Gallego. Seguramente, en unas cosas actuó de buena fe y, en otras, algunas personas actuaron a sus espaldas de mala fe. Esos problemas que hemos encontrado ya están siendo puestos en manos de los entes de control. Y seguramente eso va a dar lugar, en los próximos meses, a situaciones muy complicadas.

D. ¿A qué se refiere?
G.C
. Por ejemplo, hay algunas concesiones en las que hemos encontrado cosas bastante delicadas, unos incrementos exorbitantes en los costos de esas concesiones por medio de renegociaciones y mayores alcances que fueron hechas de una manera muy informal. Esos temas ya los estamos poniendo en manos de los entes de control, que serán los que decidan qué van a hacer con eso.

D. El exministro Andrés Uriel aseguró que a él se le fue el primer gobierno resolviendo chicharrones, ¿le está pasando lo mismo a usted?
G.C
. Espero que no, porque yo veo en este momento, después de ocho meses al frente de este Ministerio, que estamos muy cohesionados con un equipo que es realmente un dream team. Y espero que ya con todo este paquete de estudios y diseños y con un paquete de licitaciones de obras públicas podamos empezar a irrigar dinero por todas partes.

D. Algunos empresarios nos han comentado que usted se “andresurielizó”. ¿Qué opina?
G.C
. Dígales que respeto mucho a Andrés Uriel Gallego y no voy a construir sobre su imagen. Andrés Uriel es Andrés Uriel y Germán Cardona es Germán Cardona. No voy a cambiar mi modo de actuar, yo tengo claro para donde voy, sigo insistiendo en que necesito tener un norte y ese norte me lo va a dar la estructuración de los proyectos.

D. ¿Como Andrés Uriel, usted también reza mucho?
G.C. Yo soy católico.

D. ¿Qué le pide a Dios para su gestión?
G.C
. Lo único que le pido es que me acompañe siempre y no perder la coherencia, no estar dando bandazos. Espero que me acompañe para poder ejercer la mejor acción acá.