Home

País

Artículo

| Foto: Dinero

INFRAESTRUCTURA

Vía alterna al Llano también es peligrosa

Un equipo periodístico de la Revista Dinero recorre hoy viernes la vía alterna a los Llanos Orientales. La primera impresión es que a pesar de algunas obras, esta carretera está menos preparada que la carretera principal para atender el tráfico pesado y constante de la vía habitual. 

2 de febrero de 2018

No solo se trata del mal estado del asfalto, también influye el ancho de la vía que no está diseñado para camiones sisterna o tractomulas como las que se ven en la vía principal al Llano.

Recomendado: Vía Bogotá-Villavicencio tendrá apertura progresiva tras firma de resolución

También es posible ver en varios sitios rocas a la vera del camino, una situación que evidencia que los deslizamientos y derrumbes son muy constantes. El sector entre Sisga y Guateque es muy montañoso y hay varios desfiladeros, que obligan a prestar más cuidado a la conducción.

El recorrido por la vía alterna de Dinero inició en Bogotá a las 5 am de este viernes y ya sobre las 5:41 am pudimos constatar un incremento sustancial en el número de camiones y tractomulas que hacían fila en la báscula del peaje de Andes, antes de llegar a Chía. Más adelante, en el desvío para tomar hacia Guateque, Boyacá, se pudo ver un incremento leve en el tráfico liviano y en algunos buses que prestan el servicio intermunicipal.

Hay que anotar que el tráfico promedio diario de la vía principal Bogotá- Villavicencio, es de unos 12 mil vehículos. Es evidente que la vía alterna no está recibiendo esta cantidad de vehículos, al menos por ahora.

"Parece que la gente está esperando que abran de nuevo la vía, es que de acá para adelante la carretera es muy pesada", dijo una mesera de uno de los restaurantes que atiende en el cruce vial entre El Sisga y Guateque.

Puede interesarle: El cierre de la vía al Llano es catastrófico, según empresarios

Otra particularidad de la vía entre Machetá y Guateque es el polvo que se levanta producto del paso de los vehículos. Esto no solo molesta las vías respiratorias de los conductores, también incrementa la posibilidad de accidentes debido a la baja visibilidad.

Se puede constatar también en la vía varios cierres viales (pare y siga) que dificultan todavía más la transitabilidad.

Existen varios frentes de obra por parte del concesionario, sobre todo para alinear curvas y ampliar el ancho de vía. El ancho de vía actual no supera los 5 metros, una sola calzada de doble sentido.

Hay que recordar que esta vía alterna también está concesionada (4G) y su avance de obra no supera el 8%. " El primer año de concesión fue para preconstrucción, es decir, para diseños. En el segundo año de contrato iniciamos la obra y por eso este avance. Estamos cumpliendo con lo establecido en el contrato", dijo una fuente de la concesión Transversal del Sisga.

En el proyecto se invierten $966 mil millones y las obras de adecuación deberían estar listas a finales del año entrante.

Esta también es una vía cara. No solo por el mal estado de la vía que arruina la suspensión de los vehículos, también por los peajes. Antes de las 8 am ya habíamos pagado tres: el primero fue Andes a la salida de Bogotá ($8.400), el segundo fue El Roble de $7.800 y en Machetá pagamos nuestro tercer peaje ($8.200).

Lea también: ¡No más Chirajaras! Estos son los errores que no hay que repetir