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Con la propiedad fraccional de un hotel, o con tiempo compartido, se pueden intercambiar semanas en hoteles del resto del mundo.

Vacaciones en sitios distintos cada vez

Los intercambios de propiedades vacacionales son un esquema interesante para las familias y un gancho para los vendedores de propiedades hoteleras. ¿Cómo funcionan estos esquemas?

3 de marzo de 2010

La firma RCI tiene una tarea placentera. Organiza intercambios de propiedades vacacionales en el mundo entero.

Para hacerlo, el trabajo inicial de la compañía es convencer a los constructores de hoteles y sitios turísticos, para que se vinculen a su red de hoteles. Los constructores deben pagar US$15.000 para quedar afiliados por cinco años renovables.

La afiliación del proyecto de construcción les permite a los compradores de tiempo compartido o los propietarios de las habitaciones, entrar en los programas de intercambios. RCI afilia 4.000 resorts de 30 marcas hoteleras en 100 países.

Cómo funciona
Un programa de tiempo compartido de los que puede conseguir una familia en Colombia puede valer desde US$3.000 hasta US$500.000, pero el costo promedio en el mercado local está más por los lados de los US$3.000 a US$5.000.

Con un plan promedio, explica la directora de Desarrollo de Negocios de RCI, Carolina Piñango, una familia tendría derecho a una semana de vacaciones en temporada baja durante 10 años, en el hotel para el compre el plan.

Con su paquete de tiempo compartido en el bolsillo, el propietario puede ir año tras año a su hotel o, si el proyecto está vinculado a RCI, puede cambiar de lugar para vacacionar tantas veces como quiera. Cuando quiera ir a otro lugar, debe reservar su semana en su propio hotel, pagarle US$360 a RCI – tarifa para un intercambio internacional -, y la empresa ofrece la posibilidad de ir a un sitio de valor equivalente, en otro lugar del mundo, en la fecha de la reserva en su propio proyecto, o en una diferente.

Sin embargo, el intercambio se pude hacer solamente en hoteles de mismo precio. No se puede pagar un sobreprecio para ir a un mejor lugar. La razón, dice Carolina Piñango, es que RCI no quiere competir con los promotores de los proyectos. El negocio obvio para los clientes sería comprar en el proyecto más barato para tener acceso a los hoteles más costosos de la cadena.

Con un programa promedio de tiempo compartido colombiano, RCI le permitiría, por ejemplo, reservar en el Hilton de Isla Margarita en Venezuela y en una buena cantidad de hoteles de Cancún y Puerto Vallarta.

Para ir a lugares más caros RCI tiene una compañía afiliada, The Registry Collection, que maneja una lista de hoteles exclusivos y costosos. En esa lista se encuentra en Colombia únicamente el apartahotel Studio 59 de Bogotá. Este no vende tiempo compartido, sino propiedad fraccional.

¿Cuánto ahorran los compradores de RCI? Lo que ahorran por comprar tiempo compartido o una propiedad fraccional. Carolina Piñango estima que por un plan de US$5.000 a 10 años, el ahorro podría estar en el 50% del costo del alojamiento.

Para constuctores
Pero el servicio de RCI no solo es interesante para las familias que quieren cambiar de planes en vacaciones. Sus servicios son atractivos para los constructores de hoteles, que encuentran en ellos un gancho para los inversionistas.

En Colombia RCI opera con la cadena Decameron, con GHL, con Germán Morales e hijos, y con proyectos como el de Studio 59 en Bogotá.

“En nuestro proceso de comercialización hemos notado que a los clientes finales, si hay algo que verdaderamente los cautiva, son los beneficios de intercambio con RCI – The Registry Collection. Este es un valor agregado que le da vida a nuestro proyecto”, dice Martha González, gerente General de la firma de arquitectos que promueve el hotel de propiedad fraccional Studio 59.