Home

País

Artículo

"Si nos muestran (los rebeldes) real voluntad de llegar a un acuerdo, ese diálogo podría darse. Mientras, seguiremos insistiendo en el camino militar", advirtió el presidente Santos. | Foto: AP

País

Tras muerte de Cano, Santos exige a Farc señales de querer paz

En seguida de que tropas estatales mataron al máximo jefe de las Farc, el presidente Juan Manuel Santos le dijo a esa guerrilla que "la puerta del diálogo no está cerrada con llave" pero condicionó el eventual establecimiento de diálogos a que cese el terrorismo y demuestren que desean dejar las armas.

7 de noviembre de 2011

"Es el momento de desmovilizarse. Es el momento de tomar la decisión de dejar las armas porque como lo hemos dicho tantas veces, la alternativa es una cárcel o de una tumba", expresó el mandatario en rueda de prensa para comentar la muerte en la víspera del comandante guerrillero Alfonso Cano, en una operación militar que comenzó el 15 de octubre.

"A las base de las FARC les quiero decir: aquí hay una mano generosa que los recibe y los reincorpora a la sociedad como ya hay más de 20.000 desmovilizados de las FARC, mucho de ellos en trabajos formales, gozando con su familia... es un mensaje muy claro porque la alternativa a esa desmovilizaciones es una cárcel o una tumba y lo que Cano demuestra es que no hay ningún rincón de la patria a donde no lleguen nuestra fuerza publica", reiteró. "Pero insisto: necesitamos unas señales muy claras y necesitamos que cese el terrorismo y que nos demuestren a los colombianos" que desean dejar las armas, añadió Santos al hablar desde un sede militar en Popayán, capital del departamento de Cauca y a 370 kilómetros al suroeste de Bogotá. En Suárez, una localidad al norte de Cauca, fue donde Cano cayó el viernes.

"Si nos muestran (los rebeldes) real voluntad de llegar a un acuerdo, ese diálogo podría darse. Mientras, seguiremos insistiendo en el camino militar", advirtió.

El jefe rebelde pereció de tres tiros de fusil. probablemente un Galil de tropas de asalto el Ejército, que impactaron en el lado derecho del cuello, la ingle y la cadera, describió la directora nacional del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía (CTI), Maritza González.

La muerte del líder rebelde estaba entre los objetivos de las autoridades colombianas "desde que era yo ministro de Defensa en el año 2006, ese (Cano) era un objetivo de alto valor", expresó Santos, quien confesó que al saber la noticia del deceso y reconocer la dimensión que tenía "se me aguaron los ojos, una que otra lágrima (salió) de la emoción".

La jefa del CTI reveló que cuando llegaron al punto donde murió Cano, cuyo verdadero nombre era Guillermo León Sáenz Vargas, para identificarlo, "al 'ojímetro' (o a primera vista) sabíamos que era él; como (su muerte) no fue con bomba, el cuerpo no estaba destrozado". Aunque la cara afeitada, sin la característica barba que usaba, desorientó momentáneamente a los agentes y las tropas que lo buscaban, admitió.

Sin aportar más detalles, el presidente colombiano reveló que la cacería del máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) comenzó el 15 de octubre con distintas incursiones en la zona del suroeste del país, en un operativo que se mantuvo bajo absoluta reserva.

Varias acciones ubicaron en el pasado el sitio donde estaba Cano pero fallaron por distintas razones. "Cano se escapó antes porque le favoreció el clima; esa época de invierno (de lluvias) fue fatal para nosotros; la suerte estuvo del lado de él", agregó.

La buena estrella acompañó a Cano, de 63 años, hasta la mañana del 4 de noviembre, horas antes de ser liquidado, sobrevivió a un bombardeo de la Fuerza Aérea porque "la bomba no pegó en la casa en donde él estaba", dijo González.

Entonces el jefe guerrillero, visto como del ala intelectual de las FARC, "salió sanito con otras dos personas" del bombardeo perpetrado por aviones Tucano.

"Todo parece indicar que se escondió todo el día", narró González. Pero la buena suerte se le acabó.

"Anoche, a las ocho de la noche, salió solito" y caminó a un pequeño riachuelo. "El tipo parece que se desorientó y los centinelas (militares) que estaban haciendo el cubrimiento por tierra lo observaron" y hubo un combate entre algunos guerrilleros del cerco de seguridad de Cano y los militares y allí cayó el jefe rebelde herido de muerte, agregó la funcionaria.

El líder insurgente estaba desarmado, dijo González.

Fueron cinco militares los que rodearon a Cano, explicó el comandante de la Aviación del Ejército, general Gabriel Rey. Pero en la zona estaban al menos 80 militares. El general Tito Pinilla, comandante de la Fuerza Aérea, dijo por teléfono desde Popayán que fueron usados muchos recursos en el operativo, desde visores nocturnos hasta aeronaves.

Junto a Cano cayeron otros tres rebeldes (dos hombres y una mujer), detallaron Rey y la directora del CTI. Inicialmente las autoridades habían informado de otro guerrillero muerto, pero los funcionarios aclararon que fueron sólo tres.

En el área donde estaba el jefe rebelde las autoridades encontraron siete computadoras, 39 memorias USB y 194 millones de pesos (unos 102.000 dólares), según ha dicho el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, al resaltar que todas las operaciones en contra a Cano fueron planeadas y ejecutadas por personal colombiano. La información contenida en los dispositivos de almacenamiento electrónico y los computadores es mantenida en secreto.

En un informe sobre Cano divulgado por la Fiscalía lo describen como un hombre de 1,72 metros de altura, 75 kilos de pesos, miope, y que antes de su ingreso a las FARC, cuya fecha exacta se desconoce, "abandona su esposa y dos hijos".

Según la Fiscalía, en los tiempos actuales, Cano tenía una compañera sentimental en la guerrilla llamada Patricia González Calderón.

"Es dado a los lujos, es el único que dispone de baño privado en los campamentos, tiene preferencia por la utilización de ropa civil, mas que por el uniforme, monta en cólera si le faltan las verduras, frutas o papel higiénico", describió la Fiscalía en el reporte de inteligencia.

La funcionaria del CTI relató que los esfuerzos, finalmente exitosos para dar con Cano, datan de hasta hace dos años cuando, con información de guerrilleros desmovilizados, interceptaron al menos 300 líneas telefónicas que eran usadas por los colaboradores de Cano, pero no del mismo líder rebelde que escasamente usaba celulares o satelitales.

El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, había dicho desde el viernes en la noche que la fuerza pública tiene infiltrados en las filas rebeldes, pero no ofreció más detalles.

Uno de los cinco hermanos de Cano, Carlos Roberto Sáenz Vargas, informó a la Fiscalía que reclamará la entrega del cadáver de su pariente. La Fiscalía advirtió que lo hará si presenta toda la documentación que acredite el vínculo de consanguinidad.

Respecto a lo que viene, Santos señaló que "no es el momento de (actuar con) triunfalismo. Es el momento de perseverar aquí no vamos a bajar la guardia".

"La sucesión de Alfonso Cano y qué vamos hacer, pues le digo con mucho cariño que usted sería el último en saber. Esas estrategias no se divulgan, no sabemos quién va a ser el sucesor, realmente hay mucha especulación", respondió Santos a un reportero que le consultó sobre el reemplazo del líder rebelde muerto.

Lo que sí sabemos, dijo el mandatario, es que "quien lo reemplace no va a tener esa capacidad de mando y control sobre las FARC".

El ex alto comisionado para la Paz, Camilo Gómez, dijo en diálogo telefónico que "para las FARC este es simplemente un hecho más de la guerra".

Pero para Fernando Londoño, ex ministro del Interior (2002-2003), "las FARC se acabaron, este es el golpe definitivo... como institución con algún espíritu político".

En su concepto, "no es posible que las FARC consigan un nuevo líder".


AP