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El PIB del comercio se contrajo un 2,7% en el primer trimestre de 2009, y las ventas al por menor a nivel nacional cayeron 3,5% en mayo, después de haber caído 7% en abril.

Se raja el pico y placa en Bogotá

Un estudio realizado por el economista Juan Carlos Echeverry revela que el pico y placa en Bogotá ha deteriorado la confianza de los capitalinos, ha impactando el comercio y ha generado costos excesivos.

8 de septiembre de 2009

El economista Juan Carlos Echeverry, reveló un estudio con el fin de conocer el impacto de la medida de pico y placa en Bogotá. Entre los principales aspectos, sobresale que se han generado costos excesivos para los ciudadanos de la Capital, se han reducido las ventas en el comercio y se han deteriorado las mediciones de confianza en Bogotá.

Así mismo, el estudio demuestra que Bogotá ha dejado de recaudar un 12% de sobretasa a la gasolina por cuenta de esta medida. En cuanto al desempeño del comercio el estudio ratifica el impacto en la caída de las ventas y las visitas a los centros comerciales.


Según los cálculos del informe, debido a la implementación de la restricción vehicular todo el día, en un centro comercial tipo de Bogotá en promedio entran 21,5% menos carros por semana.

Adicionalmente, según las estimaciones realizadas, a tan sólo uno de los centros comerciales dejaron de entrar en total 230.924 personas, entre la última semana de febrero y la segunda de mayo. Lo cual se traduce en un menor nivel de ventas.

Sumado a lo anterior, el estudio realizado por el economista, encontró que la medida del Pico y Placa extendido tuvo un efecto negativo sobre el recaudo del ICA. De acuerdo con los resultados presentados, se recaudaron alrededor de $48.500 millones menos, un 12,2% en el período marzo –abril de lo que se habría recaudado en ausencia del pico y placa.

“El impacto para un hogar en Bogotá de perder el acceso a su vehículo durante dos días a la semana tiene un costo monetario equivalente a un 14% de su ingreso. El 53% de los hogares afectados con la medida del pico y placa extendido en Bogotá pertenecen a los estratos socioeconómicos del 1 al 3. Lo que implica que la medida tiene consecuencias regresivas, dado que perjudica económicamente, en una mayor proporción, a los hogares de bajos ingresos. Esto, sin tener en consideración que son precisamente los hogares de mayores ingresos aquellos que eventualmente tienen acceso a más de un vehículo, lo cual acentúa el efecto de la medida sobre la actividad económica”, señaló Juan Carlos Echeverry citando un estudio del Banco de la República liderado por Carlos Medina.

Otro de los puntos relevantes que resalta el estudio es una aceleración en el deterioro de la confianza en Bogotá. Con relación a otras ciudades del país, a partir de comienzos de este año, lo cual podría atribuirse en parte a la implementación del pico y placa extendido ya que refleja cierto pesimismo sobre el comercio.

Al analizar el comportamiento del sector comercio, el informe destaca que si bien es difícil aislar el efecto de la medida de restricción vehicular de la actual fase recesiva del ciclo económico sobre este sector, existe evidencia de que la contracción del comercio en Bogotá se ha visto profundizada por la restricción.

“La restricción vehicular durante dos días completos en Bogotá genera costos excesivos para los ciudadanos y la actividad económica. Es por esto que vale la pena evaluar modelos de regulación diferentes, que en lugar de prohibir un tránsito al vehículo le asignen un precio a su desplazamiento a determinadas horas o lugares” destacó Juan Carlos Echeverry.

El estudio subraya que un mayor nivel de tráfico y de congestión vial también se asocia con externalidades positivas para la producción. “Si bien el síntoma de un mayor nivel de tráfico es indeseable, el mismo está asociado con una mayor productividad económica que no debe truncarse. Se debe actuar con suma cautela al momento de tratar de regular el tráfico, con el fin de evitar consecuencias perversas sobre la actividad económica. Las políticas públicas deben estar orientadas a sostener el consumo y la actividad económica en lugar de obstaculizarlos”, asegura.

Como parte del análisis macroeconómico y en cuanto a las cifras de desempeño del sector este estudio recoge datos importantes. Se refleja que el PIB del comercio se contrajo un 2,7% en el primer trimestre de 2009, y las ventas al por menor a nivel nacional cayeron 3,5% en mayo, después de haber caído 7% en abril.

Las estimaciones por parte de este estudio, presumen una contracción de cerca de 4% en el segundo trimestre de 2009. La recesión ha tenido repercusiones graves en términos de empleo. En mayo la ocupación laboral en el comercio se contrajo 3,9% en términos anuales, tras una caída del 4,5% en abril. La caída más importante se observa en el empleo temporal, particularmente en aquel intermediado a través de agencias, donde ha caído en más de 13% en términos anuales.

Al evaluar los resultados de la encuesta de Fedesarrollo que mide la percepción de los empresarios sobre la actividad económica de su ciudad, se deja ver que en el mes de abril, a nivel nacional, un 20,1% de los encuestados reportó menores ventas que en marzo.

En Bogotá este porcentaje fue un 51% superior a las demás ciudades del país. El estudio recalca que, si bien el deterioro de las ventas no se puede atribuir enteramente al pico y placa extendido en Bogotá, la medida pudo haber contribuido al peor desempeño de la capital del país.

Así mismo, las encuestas de opinión industrial de la Andi, muestran que la reducción de ventas entre enero y abril de este año en Bogotá fue de -4,7% en comparación con el mismo periodo del año anterior, cifra levemente superior al promedio nacional.