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Timothy Geithner, secretario del Tesoro estadounidense, intentó descartar la preocupación con respecto al proteccionismo en Estados Unidos y expresó que todos los países necesitan mantener un compromiso de comercio abierto e invertir en políticas para el crecimiento económico y la prosperidad.

Contexto/Coyuntura internacional

¿Se cerrará el mundo?

El rápido aumento del desempleo en el mundo está reviviendo el proteccionismo y amenaza acabar con la globalización.

20 de febrero de 2009

El resurgimiento del proteccionismo en el mundo como una amenaza real fue uno de los temas más debatidos en la cumbre de Ministros de Hacienda de los países del G-7 (Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón) que tuvo lugar en Roma en febrero.

La preocupación radica en la inclusión de la cláusula "compre estadounidense" en el paquete de estímulos fiscales que acaba de aprobar el Congreso de Estados Unidos, que exige la utilización de hierro, acero y bienes manufacturados en ese país en los proyectos de obras públicas financiados con el mismo, siempre y cuando no se atente contra los acuerdos internacionales.

Esta es una más de las medidas proteccionistas que están adoptando los países en defensa del empleo. No obstante, el hecho de que una cláusula de esta naturaleza haya sido incluida como condición para la aprobación del paquete de ayuda en Estados Unidos genera desconcierto. Se supone que en tiempos de crisis económica es precisamente este país el que debería liderar la causa en contra del proteccionismo y en pro del libre comercio. La imposición de barreras al libre comercio solo empeoraría la situación.

La pérdida de empleos iniciada a raíz de la recesión de Estados Unidos se ha generalizado. Según la Organización Internacional del Trabajo, OIT, la pérdida de empleo podría llegar a 50 millones a finales de 2009. En Estados Unidos ya se han perdido 3,6 millones desde 2007 y el ritmo de despidos en Asia, Europa y el mundo en desarrollo se ha acelerado.

En los países desarrollados, las tasas de desempleo han llegado a niveles sin precedentes y podrían empeorar. En España, el desempleo está en 14,4%, en Irlanda y Francia asciende a 8,2% y 8,1%, respectivamente; y en Estados Unidos, Grecia, Canadá y Alemania supera el 7%.

Incluso Asia, que en un comienzo se creía se mantendría al margen de la crisis financiera por no tener nada que ver con los papeles de la deuda subprime, está muy afectada. La caída de las exportaciones por cuenta de la recesión económica en los países desarrollados, sus principales compradores, están generando desempleo. Por ejemplo, en China, millones de empleos se han perdido a raíz del cierre de miles de fábricas que se dedicaban a la elaboración de productos de exportación.

La reacción al creciente desempleo no se ha hecho esperar. En varios países como Latvia, Chile, Grecia, Bulgaria e Islandia las protestan han aumentado, mientras que en Inglaterra, en algunas protestas los trabajadores llevan pancartas en las que repiten la promesa del primer ministro, Gordon Brown: "los empleos ingleses son para los trabajadores ingleses".

Este es solo el comienzo de lo que verá el mundo en los meses siguientes. La situación es tan grave que la tercera semana de febrero, Dennis C. Blair, director nacional de Inteligencia de Estados Unidos, enfatizó que "la inestabilidad causada por la crisis económica global se ha convertido en la mayor amenaza de seguridad en Estados Unidos. Por encima del terrorismo". ?