Home

País

Artículo

En las últimas seis décadas el mayor período sin ninguna perturbación climática, tipo El Niño o La Niña superó los cuatro años (de 1959 a 1963 y de 1978 a 1982).

clima

El Pacífico sería el más afectado en eventual Fenómeno de El Niño

Así lo establece un reporte del Banco de la República, no obstante se aclara que si bien la probabilidad de ocurrencia del fenómeno es del 80%, en el pasado ha sido mayor sin que se dé finalmente.

2 de septiembre de 2014

Desde hace aproximadamente un año se viene hablando en el país de la inminencia de un Fenómeno de El Niño, para el cual se deben preparar los distintos sectores de la economía así como las poblaciones más vulnerables.

Los eventos El Niño y La Niña no necesariamente se alternan. En dos oportunidades se han presentado tres El Niño seguidos (de 1957 a 1964 y de 1976 a 1983) y en varias ocasiones dos La Niña seguidas, por ejemplo entre 2010 y 2012.

Un evento climático estándar de El Niño en Colombia suele extenderse por cerca de once meses, comenzando un poco después de mediados de año y desapareciendo a mediados del año siguiente.

El episodio contrario, La Niña, en promedio es un poco más duradero (trece meses). En el pasado se han registrado fenómenos de El Niño muy cortos, con una duración de cinco meses (por ejemplo de septiembre de 2006 a enero de 2007) y eventos prolongados, hasta de diecinueve meses (agosto de 1986 a febrero de 1988).

En las últimas seis décadas el mayor período sin ninguna perturbación climática, tipo El Niño o La Niña superó los cuatro años (de 1959 a 1963 y de 1978 a 1982).

El Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (Ciifen), la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la NOAA y el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam) coinciden en afirmar que es probable que durante los próximos meses continúe aumentando la temperatura de las aguas de las zonas central y oriental del océano Pacífico tropical, alcanzando valores máximos durante el último trimestre de 2014.

Las predicciones de los modelos y los diferentes expertos se inclinan actualmente por la formación de un episodio de El Niño de intensidad entre débil y moderada en lugar de uno fuerte. En la actualidad la probabilidad de ocurrencia es cercana al 80,0%; no obstante, esta estimación se debe tomar con cautela, porque en el pasado la probabilidad fue incluso más alta para esta época del año, sin que luego se produjera un episodio de El Niño.

¿Quiénes serían los más afectados ante un eventual Fenómeno de El Niño?

Debido a las alteraciones en las lluvias y en la oferta del recurso hídrico, El Niño produce impactos socioeconómicos que pueden resultar negativos para algunas regiones y sectores. Dependiendo de la intensidad del fenómeno, en el pasado se han identificado efectos perjudiciales sobre varios sectores de la actividad productiva nacional: por ejemplo, se han presentado reducciones importantes de los volúmenes extraídos de peces (ronco, margarita, corvina, pargo, atún y carduma), especialmente en el océano Pacífico, y aumentos en los de las langostas.

De la misma manera, ha disminuido la carga transportada, en especial por el Río Magdalena, la cual cae entre un 10% y 25% en episodios de El Niño. Por otra parte, se han incrementado los brotes de enfermedades como dengue, hepatitis, disentería, cólera, así como plagas de roedores, hongos e insectos.

Uno de los sectores más afectados con el fenómeno de El Niño es el hidroenergético. La caída en los niveles de las represas y embalses tiende a afectar el suministro de agua y energía, en especial en algunas zonas de la costa Atlántica. A su vez, las tarifas de la energía, y en menor medida las del gas y acueducto tienden a aumentar en gran parte del territorio nacional.

Es importante recordar que el fenómeno de El Niño de 1992 generó una reducción de la oferta de energía eléctrica que causó apagones en diferentes ciudades del país y un racionamiento de energía severo durante más de un año.

En septiembre de 1991, comenzando El Niño, el nivel de los embalses era de 57,0% y llegó a disminuir hasta un 17,0% en marzo de 1992. Hoy la situación es otra, los embalses alcanzan actualmente un 72,0% de su ocupación y la generación térmica ha aumentado, por lo que se descarta un nuevo apagón para el posible evento El Niño 2014-2015.

Los mayores daños económicos generados por El Niño suelen presentarse en el sector agropecuario, con caídas significativas en la productividad. Según cálculos realizados por el Ministerio de Agricultura, la presencia de un fenómeno de El Niño se traduce en una reducción cercana al 5% en el rendimiento agrícola.

El impacto es ligeramente mayor en los cultivos permanentes (5,5%) que en los transitorios (4,4%). Cuando el fenómeno cubre períodos de dos años corridos, se ha comprobado que el impacto negativo sobre los rendimientos agrícolas es mayor en el segundo año.

Los cultivos más afectados históricamente han sido, en su orden, el fique, con una reducción anual promedio de 13,0%, la yuca y la palma africana (8,0%), la cebada (7,0%), seguidos por el arroz, papa, maíz, algodón, caña panelera, plátano, cacao y fríjol. En el caso de la leche, su producción ha caído un 4,9% en promedio cada vez que se presenta un episodio de El Niño. En el caso del café, y de acuerdo con estudios efectuados por Cenicafé, se concluye que este fenómeno no ha afectado la producción del grano de una forma significativa.