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La salida de los pobladores de estratos altos se notó más en los años veinte del siglo pasado. | Foto: Wikipedia

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¿La clase alta retornó a La Candelaria?

Según una investigación de la Universidad Nacional, el patrimonio arquitectónico de la zona, tendría que ver con un particular fenómeno habitacional.

2 de abril de 2015

Según la Lonja de Propiedad Raíz de Bogotá, en la última década los precios del suelo en La Candelaria han aumentado un 230 %. Además, en sectores como la carrera Cuarta, entre calles Séptima y Octava, el valor de las casas llega hasta los $2.600 millones.

Por tal motivo, las personas con ingresos altos y medios altos son quienes ahora residen en el Centro Histórico de Bogotá, precisamente en el sector conocido como La Candelaria.

La afirmación hace parte de la investigación de Adrian Smith Manrique, magíster en Geografía de la U.N., quien explica que este fenómeno es denominado gentrificación, es decir, el retorno de estas poblaciones de la periferia al centro.

Estos fenómenos también se han presentado en ciudades como Quito, México D.F. y Río de Janeiro.

“Desde la fundación de Bogotá, las clases altas se asentaron en el centro, específicamente en la Plaza de Bolívar. A mitad del siglo XIX, se presentó una migración campesina proveniente de Cundinamarca y Boyacá, que luego cambió la dinámica urbana”, señala el ingeniero catastral y magíster en Geografía de la U.N.

Quienes viven ahora


La población de ingresos medios y altos que está habitando el sector, es de profesionales solteros sin hijos, estudiantes universitarios que buscan albergue y extranjeros, ya sea visitantes turísticos o residentes en el país.

Algunos de los foráneos invierten en casas para arrendar espacios o habitaciones a los estudiantes, lo que demuestra la rentabilidad de las construcciones antiguas. Un mes de alquiler oscila entre 700.000 y 1.200.000 pesos.

Para los que vienen de paso, La Candelaria tiene parte de los 60 hostales que existen en la capital colombiana y, según Sandra López, administradora de uno de estos negocios, los alemanes y estadounidenses son los que más se hospedan.

Por otro lado, según indica Adrian Smith Manrique, los antiguos residentes de bajos ingresos comienzan a emigrar a otros puntos de Bogotá como el sur, algo que puede notarse por el reemplazo de zapaterías y panaderías por restaurantes de alta gama.