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El jefe de la cartera de economía cree que este año va a sobre cumplir la regla fiscal. | Foto: Juan Carlos Sierra

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Así Carrasquilla va a sobrecumplir la regla fiscal

El ministro de Hacienda apuesta por un crecimiento de 3,6% para 2019 y un déficit fiscal que sobre cumpla la regla fiscal. ¿Por qué su optimismo?

13 de junio de 2019

El Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) es tal vez uno de los más importantes documentos que produce el gobierno colombiano, en general, y el Ministerio de Hacienda en particular.

Se trata de las proyecciones que plantea la administración central sobre el devenir económico, desde una perspectiva de las finanzas públicas.

El primero de estos documentos salió a la luz en junio de 2004 y lo presentó el entonces ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla. En ese momento, hace 15 años, el país acababa de sancionar una ley que exigía elaborar un documento para darle una mirada de mediado plazo al sensible tema fiscal de Colombia.

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De ahí la importancia de que, 15 años después, como cerrando un ciclo, el propio Carrasquilla divulgue un nuevo Marco Fiscal de Mediano Plazo como actual ministro de Hacienda.

El documento resulta sorprendente. En primera instancia, implica que este año el objetivo es sobrecumplir la regla fiscal, con un déficit de 2,4% del PIB, el mismo que había hasta el año pasado, antes de que se flexibilizara esa norma. Esto implicaría que el país dejaría durante esta vigencia superávit primario por primera vez desde que existe la regla fiscal. Y, de esta manera, se haría efectivo un ajuste fiscal de 0,7% del PIB en un solo año, en el más grande apretón de los últimos años.

Pero las sorpresas no paran ahí. El Gobierno funda su proyección en un crecimiento económico que solo para este año alcanzará 3,6% y que para los próximos podría llegar inclusive a 4%.

También se buscará modernizar el mercado de capitales, a partir de los resultados de la misión que estudió este tema.

Justamente por estas razones vale la pena preguntarse por lo que está viendo el ministro, un economista curtido y poco dado a los devaneos con las cifras. Carrasquilla y su equipo tienen argumentos para justificar esa posición y creen contar con las estrategias ideales para alcanzar los objetivos propuestos.

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En primera instancia, espera ponerle coto a una buena parte de los gastos inoficiosos del Estado. Tiene la meta de reducir el gasto estructural en cerca de 1% del PIB. A esto hay que sumarle la gestión efectiva de la Dian, que gracias a su proceso de transformación, va a contar con $5 billones provenientes de un crédito otorgado por el BID. Durante estos cuatro años debe haber un mayor recaudo estructural por cuenta de la gestión de la Dian, cercano a 0,3 puntos del PIB anual, que significarán cerca de un punto del PIB en este cuatrenio.

"Esa meta es conservadora", dijo una fuente del Gobierno y recordó el caso de México, donde la reestructuración de la autoridad de impuestos significó un recaudo adicional cercano a medio punto del PIB anual. La experiencia de México servirá de base para el proceso de transformación de la autoridad de impuestos colombiana. Todo ello estará fortalecido por las nuevas medidas en materia de facturación electrónica y de lucha contra la evasión.

A esto hay que sumarle los resultados que pueda adelantar el Gobierno en materia de enajenación de activos. Por ahora el Ejecutivo está convencido de que es posible recaudar muchos recursos por esta vía, sin meterse primero en temas sensibles como la venta de ISA o de Ecopetrol. En total, el Gobierno cuenta con activos con valor en libros por $170 billones que pueden ayudar a paliar la situación fiscal.

Este es el paquete de medidas que espera aplicar el Gobierno y que le dan tranquilidad al ministro Carrasquilla sobre una mejor perspectiva de la economía colombiana que la de muchos de sus detractores.

El factor clave para cerrar la brecha fiscal va a ser el crecimiento económico, que de consolidarse en 3,6% este año, sería la mejor noticia para todos. El crecimiento va a estar impulsado fundamentalmente por la inversión.

La venta de activos será clave este año. El Gobierno considera que antes de ISA o Ecopetrol podría hacer otras enajenaciones.

Eso implicaría que el gobierno Duque tendría un 2020 con menos presiones de las que han previsto inclusive las agencias calificadoras. Una menor presión fiscal le permitiría cumplir sus promesas de campaña.

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Para muchos críticos del Gobierno es claro que este panorama luce excesivamente optimista. La amenaza de un choque externo puede concretarse y por la vía de la escasez de divisas para comprar las importaciones, el aparato productivo sentiría un duro golpe.

Sin embargo, conociendo a Carrasquilla, estas cifras tienen sustento en opciones reales para la economía. Los opositores del Gobierno estiman mayores las posibilidades de que la estantería se venga abajo. Pero también es cierto que si la apuesta le sale a la administración Duque, el país va a entrar en una era de crecimiento importante. Vale la pena acompañar al Ministro en esa propuesta.