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Por una nota mejor

El éxito de las dos más recientes colocaciones de bonos en el exterior muestra el gran apetito de los inversionistas por deuda colombiana. Es clave mantener este impulso.

18 de agosto de 2006

Julio Torres, nuevo director de Crédito Público, considera como el gran logro de su gestión recuperar para el país la calificación grado de inversión que había perdido en 1999. Torres se posesionó en el cargo el 17 abril de 2006 y a los pocos días se desató la crisis en los mercados financieros mundiales. Colombia, que había sido el país que más había crecido durante el rally, fue también el que más cayó en la destorcida. El bono 2020, que en el primer trimestre estuvo en 7,2%, aumentó hasta llegar a 12% a comienzos de junio. En ese momento, faltaba conseguir en el mercado interno el 70% de los recursos de financiación previstos en el Plan Financiero para este año y no era claro cómo haría el gobierno para conseguirlos.

No obstante, para el gobierno y, en particular para el director de Crédito Público, el aumento de los intereses del bono 2020 a 12% no tenía sentido, pues los fundamentales no habían cambiado. Era claro que el mercado había sobrerreaccionado y que, por tanto, los títulos estaban subvalorados. "Cuando esto pasa, la única válvula es el manejo que se tiene del stock. Es decir que lo único que se puede hacer es trabajar del lado de la oferta", reitera Torres. El gobierno llevó a cabo dos estrategias.

En primer lugar, modificó las metas de financiación para el año. De los $26 billones previstos originalmente en el Plan Financiero se pasó a $24,1 billones. Esto fue posible, gracias a los mayores recaudos tributarios, a un precio del petróleo muy superior al previsto originalmente y porque la ejecución del presupuesto hasta el momento era baja, posiblemente debido a la Ley de Garantías.

En segundo lugar, el gobierno estableció un programa de recompra de títulos por $2,5 billones discrecional (dependiendo del precio) y discreto (a lo largo de la curva de rendimientos y por partes). Hasta el momento, ha recomprado el equivalente a $1 billón, esencialmente de los papeles con vencimiento en 2009, 2012 y 2014. Con esta recompra, los intereses se redujeron a 10,5%.

Además de este par de estrategias, Crédito Público ha estado activo en el mercado externo. Colombia fue el primer país emergente en salir al mercado después de la crisis, con éxito.

El 21 de julio salió con una oferta inicial por US$500 millones, frente a la cual obtuvo una demanda de US$3.000 millones por parte de 189 inversionistas. Finalmente, colocó US$1.000 millones, con un cupón de 7.375 y un rendimiento anual de 7,44%. Estos recursos hacen parte de las prefinanciaciones de 2007.

Después de esta operación, los intereses del título 2020 se redujeron otros 50 puntos básicos y contrario a lo que pasaba antes con este tipo de colocaciones, en esta oportunidad, solamente el 5% de la misma quedó en manos de inversionistas locales.

Luego, el 9 de agosto se reabrió el bono de TES global por US$300 millones con un cupón de 12% y un rendimiento anual de 9,35%, lo que equivale a haber vendido este papel con una prima de 15%. En esta ocasión, la demanda fue de US$3.100 millones y los inversionistas locales se quedaron con el 15% de la colocación.

Después de esta colocación, al gobierno aún le falta financiar $1,9 billones. Torres, sin embargo, está tranquilo pues considera que hay apetito por los bonos colombianos y lo que es para él más importante es que no solo viene de inversionistas colombianos sino también del exterior. Hoy, la tasa de interés del 2020 está en 9,2%.