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Candidato del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, ganó la primera vuelta.

Elecciones

Perfil de los candidatos que van a segunda vuelta

Óscar Iván Zuluaga y Juan Manuel Santos irán por la Presidencia el 15 de junio. La rivalidad y la tensión aumentan entre estos dos candidatos.

26 de mayo de 2014

Óscar Iván Zuluaga, el candidato que encarna el ideario político del ex presidente Álvaro Uribe, fue hoy el más votado en la primera ronda de las elecciones presidenciales colombianas, a pesar del escándalo aún candente que marcó la recta final de su campaña.

Con un 29,24 % de los votos, Zuluaga, del Centro Democrático, afrontará una ronda decisiva el 15 de junio con el presidente Juan Manuel Santos, antiguo aliado y hoy principal rival político, que quedó a unos cuatro puntos de diferencia. Economista de 55 años que fue ministro de Hacienda en el segundo mandato de Uribe, Zuluaga, que se define a sí mismo como un hombre "tranquilo, moderado, decente y ecuánime", será la carta de parte de la oposición colombiana para intentar desalojar a Santos de la Casa de Nariño.

Nacido en Pensilvania, un pequeño pueblo agrícola del departamento de Caldas, en el centro cafetero del país, Zuluaga cuenta que desde niño quiso ser presidente, inspirado en la vida del británico Winston Churchill, que como primer ministro llevó a su país a la victoria en la II Guerra Mundial, cuya historia leía en libros recomendados por uno de sus profesores.

El resultado de lo acerca a ese sueño, aunque en las tres semanas que lo separan de la segunda vuelta tendrá que hacer frente al escándalo desatado por sus vínculos con el pirata informático Andrés Sepúlveda, detenido por la Fiscalía y acusado de acceder a información reservada de inteligencia para sabotear el proceso de paz del Gobierno y las Farc.

Zuluaga se ha defendido alegando que el vídeo que lo muestra conversando con el pirata sobre información de inteligencia es "un montaje" para desprestigiar su campaña, y al parecer los electores le han creído porque la votación obtenida le otorga la confianza de una buena parte de la sociedad colombiana. Si llega a ser elegido, este político que no ha mostrado hasta ahora carisma y al que Santos ha tachado de "títere" de Uribe, que suele ser quien responde las acusaciones en contra del candidato, promete recuperar el terreno perdido en materia de seguridad durante el actual Gobierno.

La tarea de dirigir el país encomendada por Uribe a Zuluaga es la misma que hace cuatro años recibió Santos, quien también fue ministro de ese gobierno e integrante del Partido de la U, una fuerza que terminó convertida en reducto del "santismo" mientras los uribistas se marcharon con su jefe al Centro Democrático.

Uribe, senador electo, cuenta que en las giras que hace por el país como si fuera el candidato le han preguntado qué garantías tienen los electores de que "éste (Zuluaga) no se va a torcer como el otro (Santos)", y él les contesta que no habrá problema porque "éste (Zuluaga) sí es derechito". Zuluaga y Uribe se conocen desde comienzos de los años 90 cuando el primero era alcalde de Pensilvania y el segundo senador, y compartían su preocupación por el crecimiento de la actividad guerrillera en la zona cafetera del centro del país.

Tras unos años dedicado a la empresa privada en la siderúrgica Acesco, participada por su familia, Zuluaga volvió a la política en 2002 como senador por Caldas a la cabeza de un movimiento fundado con Luis Alfonso Hoyos, su amigo de toda la vida y también implicado en el escándalo del pirata informático.

Fue senador hasta 2006 y un año después Uribe lo nombró titular de Hacienda, cargo que ocupó hasta el final de su gobierno, el 7 de agosto de 2010, y por el que fue reconocido en 2009 como el mejor ministro de esa cartera de América Latina por sortear la crisis mundial sin sobresaltos para la economía colombiana. Zuluaga estudió economía en la Universidad Javeriana de Bogotá y tiene un máster en Finanzas Públicas de la Universidad de Exeter (Reino Unido).

Cuando Uribe creó el Centro Democrático, en enero de 2013, siempre estuvo en primera fila como el discípulo más aplicado del exmandatario y la convención de ese partido lo ungió como candidato presidencial a finales del año pasado. Zuluaga está casado hace 26 años con Martha Ligia Martínez, con quien tiene tres hijos: Juliana, Esteban y David.

Candidato presidente quiere seguir

Tal y como apuntaban todos los pronósticos, el astuto Juan Manuel Santos disputará la segunda vuelta presidencial en Colombia con Óscar Iván Zuluaga, el ahora delfín del ex presidente Álvaro Uribe, paradójicamente el papel que él mismo jugó en las elecciones de 2010. Santos obtuvo el 25,47 % de los votos en los comicios de este domingo, a casi cuatro puntos de Zuluaga, quien ganó el 29,24 %, escrutado un 95,96 % de las mesas, tras una campaña en la que prácticamente lideró las encuestas hasta el último momento. Eso llevará a ambos a disputar una segunda vuelta el 15 de junio.

Frío, poco carismático, abiertamente neoliberal en materia económica y un apasionado jugador de póquer, Santos, del Partido de la U, obtuvo este resultado tras recorrer el país explicando a los colombianos cual es la gran apuesta personal y política de su vida: buscar la paz con la guerrilla comunista más antigua de América, las FARC. El aspirante a la reelección el próximo 15 de junio llegó a la Presidencia de Colombia en 2010 dispuesto a seguir los postulados de su antecesor, al que sirvió como ministro de Defensa, el ultraconservador Álvaro Uribe (2002-2010), pero con astucia se distanció para elegir otro camino.

Ahora se enfrentará en una segunda vuelta al nuevo heredero del legado de Uribe, al que, según el propio Zuluaga, Santos traicionó. Como titular de Defensa asestó los más duros golpes militares a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hasta descabezar su dirección.

Puso contra las cuerdas a Colombia con el bombardeo de un campamento guerrillero en Ecuador e hizo frente al gran escándalo de los "falsos positivos" o ejecuciones extrajudiciales cuando el Ejército mató a miles de civiles y les hizo pasar por guerrilleros con el único objetivo de engordar los éxitos militares. Pero este economista, administrador de empresas y periodista ha hecho gala, desde que llegó a la Presidencia, de grandes dotes políticas y diplomáticas, se ha movido dentro y fuera del país con tacto para mostrar resultados y así ser considerado un estadista conciliador aplaudido por la comunidad internacional.

Juan Manuel Santos nació el 10 de agosto de 1951 en Bogotá en el seno de una de las familias más poderosas de Colombia, perteneciente a lo que se conoce como la oligarquía capitalina.

Desde niño se movió entre los hilos del poder, siempre imbuido en las ideas del Partido Liberal. Su tío abuelo Eduardo Santos fue presidente (1938-1942) y su familia dirigió durante décadas El Tiempo, el periódico más influyente del país. Empezó en Londres a forjar su carrera política en 1972, como representante de Colombia ante la Organización Internacional del Café, y a su regreso fue subdirector de El Tiempo, lo que siempre le ha ayudado con los medios de comunicación tradicionales.

En 1991 fue designado por el liberal César Gaviria como ministro de Comercio Exterior e impulsó acuerdos comerciales con distintos países, bajo su visión neoliberal de la economía; y durante el Gobierno del conservador Andrés Pastrana (1998-2002) ejerció como titular de Hacienda, en plena crisis económica.

En 2004 se apartó del liberalismo para respaldar a Uribe y se sumó al Partido de la U, la fuerza que ganó las elecciones en 2006 y 2010, y al que hoy sigue perteneciendo. Aficionado a las apuestas y adicto al poder, Santos es un hombre arriesgado y lo demostró desde que tomó posesión de la Jefatura del Estado el 7 de agosto de 2010. En aquel momento dijo que tenía "la llave de la paz" y que la usaría cuando se dieran las condiciones; dos años después, en 2012, inició las negociaciones con las FARC que siguen en marcha.

También recompuso las relaciones con Ecuador y Venezuela, rotas durante el Gobierno de Uribe, y, contra todo pronóstico, congeló un convenio militar con EE.UU. por el que se iba a poner a disposición de ese país siete bases militares. Aún así, cerró el Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Administración de Barack Obama y lo celebró, rodeado de mandatarios, durante la Cumbre de las Américas que acogió Cartagena de Indias en 2012.

Asimismo logró consenso para que la colombiana María Emma Mejía fuera designada secretaria general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) tras el fallecimiento del argentino Néstor Kirchner, además de un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Entre sus iniciativas dentro del país está la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, que rubricó en 2011 junto al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el Marco Jurídico para la Paz, base legal para estructurar el postconflicto. Santos es un gran conocedor de los entresijos políticos, ha gobernado bajo la tutela de una Unidad Nacional y con la única oposición de Uribe, quien le ha acusado de "castrochavista" y ahora, en esta campaña, de usar dinero del narcotráfico. Y la izquierda, la que de haberse cumplido los pronósticos hubiera sido la mayor fuerza opositora, le ha puesto frenos pero aplaude su iniciativa de paz; de hecho está descontado que Santos obtendrá su apoyo si va a una segunda vuelta con el candidato uribista Zuluaga.

Pero se le quedaron en el tintero asuntos clave, como el problema del campesinado, las infraestructuras y las reformas de salud y educación.

Casado con María Clemencia Rodríguez y padre de tres hijos, Santos es doctor en Leyes, estudió Economía y Administración de Empresas en la Universidad de Kansas, Economía y Desarrollo Económico en la Escuela de Economía de Londres y Administración Pública en Harvard, además de Periodismo. El presidente y candidato es autor de varios libros, entre ellos "La Tercera Vía: una alternativa para Colombia", que escribió junto al ex primer ministro británico Tony Blair.


EFE/D.com