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Taleb Rifai, secretario general de la Organización Mundial de Turismo. | Foto: Prensa Mincomercio

Turismo

OMT: Colombia podrá alcanzar 4 millones de visitantes

El secretario general de la Organización Mundial de Turismo asegura que el país se ha ganado el respeto mundial. “El mundo debería conocer más y más sobre esto. Y todos deberían venir y visitarlo”.

Iván Bernal Marín
4 de noviembre de 2011

Mariposas amarillas, como las que poblaban el Macondo imaginado por García Márquez, revolotean en lo profundo de una montaña, reflejadas en los anteojos de un sonriente Taleb Rifai, secretario general de la OMT.

Vino a Colombia a dar un impulso internacional al desarrollo del sector en el país, que en la última década alcanzó un crecimiento del 130% en la llegada de visitantes extranjeros.
 
“Las transformaciones que han ocurrido en los últimos 10 años en Colombia son realmente extraordinarias”, afirmó Rifai, originario de Jordania.

Las mariposas brillan debajo de 180 metros de piedras, sal y tierra, dibujadas por un millar de luces multicolores en el techo de una de las cámaras de la Catedral de Sal de Zipaquirá.

“Es un lugar fascinante. Realmente más allá de lo que cualquiera podría esperar. No solo por el ingenio de las personas que lo hicieron. También es la habilidad para mantenerlo todos estos años, en esta forma tan fantástica”, dijo Rifai al pie de la cruz de 16 metros tallada en la roca, sin disimular un brillo de asombro que le invade el rostro.

En la mañana había entregado al presidente Juan Manuel Santos una carta de invitación para que Colombia se adhiera a la campaña global ‘Líderes Mundiales por el Turismo’, que busca conseguir el apoyo gubernamental a la actividad de viajes y turismo.

Además, participó en la cuarta edición del evento ‘Turismo compite’, organizado por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo en Bogotá. Su visita responde a que “Colombia está jugando un papel muy importante en la comunidad turística internacional”. El país es miembro del Consejo Ejecutivo de la OMT, y fue sede de la Asamblea Mundial de Turismo en 2007.

Según esta Organización, Colombia conseguirá las 4 millones de llegadas de visitantes que se ha trazado el Gobierno como meta objetivo para 2014, lo que representaría ingresos anuales de US$4.000 millones.

La meta se alcanzará gracias a que “la imagen que Colombia está proyectando en el exterior va a permitir seguir consolidando el crecimiento en el futuro”, de acuerdo con Carlos Vogeler, director regional para América Latina de la OMT. Se calcula que el turismo crecerá en 2011 un 5%.

En su primera visita a Bogotá, Rifai se dio una escapada en helicóptero para venir a conocer la primera maravilla del país, el templo esculpido en una mina. A las 4 de la tarde inició su recorrido por los túneles rumbo a la nave central. Lo acompañaron Vogeler y también Maria Claudia Lacouture, presidente de Proexport.

A pesar de la lluvia, en la tarde del jueves entran y entran turistas a la Catedral. Se toman fotos aquí y allá, ante cruces bañadas de resplandores morados. Rifai habría pasado como otro más, a no ser por la comitiva formada por unos 30 periodistas, camarógrafos y agentes de seguridad a su alrededor. “¡Qué banda esta!”, dijo con acento argentino un tipo canoso y en pantaloneta que le pasó al lado, por uno de los pabellones cavernosos que conforman el Viacrucis.

Los turistas internacionales están seducidos con el país, según Rifai. “Las imágenes de violencia son historia del pasado ahora. El mundo quiere avanzar y dejar esas cosas atrás. Colombia tiene una nueva y fresca imagen, y es vista como uno de los más excitantes destinos con grandes recursos turísticos que ofrecer”, explicó sobre la positiva percepción extranjera actual, en contraste con los viejos temores incitados por la inseguridad. 

El espectáculo de las mariposas, como las esculturas de pesebres y arcángeles de piedra, le arrancaron sonrisas al director de la OMT, cargo que Rifai ocupa desde enero de 2010. “Pensar que no es el trabajo de solo una persona, sino de muchas a través del tiempo, es una idea fascinante”.

Subió y bajó peldaños. Descubrió que un espejo de 80 metros cuadrados era en realidad agua, cuando alguien sopló para que viera las ondas. Pasó por cada rincón de la excavación. Y luego, entró a una cámara que se inundó de pronto de una absoluta oscuridad. “Don’t worry”, le indicó un guía con casco de minero.

Allí fue que aparecieron las mariposas macondianas, en un telar de bombillos recién instalados. También la palabra “Bienvenidos” en más de 10 idiomas; flores girando, sapos oteando, guacamayas volando y marimondas bailando.

Para Rifai la iluminación es solo el último elemento de una “gran muestra de arte e imaginación”. Una parte del todo, como lo es la Catedral para el turismo de Colombia.

En 2010 ingresaron al país más de 2 millones 800 mil turistas, un incremento frente a los 2 millones 600 mil reportados en 2009. El turismo dejó el año pasado divisas por US$2.800 millones. Es el tercer reglón de la economía, después del petróleo y el carbón.

“Es un verdadero éxito la transformación de la imagen de un país, de la historia de un país. Los cambios especialmente de los últimos años convierten a Colombia en un destino realmente competitivo y atractivo”.

En ese hoyo a 180 metros de la superficie resuena La Cumbia Sampuesana. Las luces dibujan un acordeón, y unos parlantes llenan el lugar con esa canción tradicional del folclor Caribe, del sucreño José Joaquín Betín. La misma revivida por la banda Systema Solar, en una versión electrónica que se oye en discotecas de Europa con el nombre Mi Colombia. Al final, los bombillos titilan en ese, el nombre del país. Y solo queda sonando el chillido de taladros, que siguen convirtiendo la roca subterránea en maravillas para sacar a luz.