Home

País

Artículo

El plan de recuperación propuesto por el Fondo de Calamidades de Colombia Humanitaria, que dirige Jorge Londoño, apenas está concluyendo su etapa de adjudicación. Difícilmente las obras estarán listas.

País / Invierno

Nos cogió la noche

A punto de comenzar una nueva temporada invernal, aún no se concluyen la mayoría de los trabajos de recuperación. Otra vez nos cogió el invierno mal parados.

28 de octubre de 2011

El invierno se convirtió en un asunto humanitario: tan solo a una semana del regreso de las lluvias, ya se contabilizan 40 muertos y los damnificados superan los 200.000. Además, se han empezado a afectar nuevamente carreteras y poblaciones, como ocurrió en Nemocón, Cundinamarca.

Para completar, el Ideam anuncia la llegada de un nuevo Fenómeno de La Niña, que intensificará las precipitaciones en el país en el primer trimestre de 2012.

Estos resultados son producto de apenas un par de semanas de lluvias. Por eso, no se necesita ser muy perspicaz para pensar que las autoridades no han hecho nada para impedir una nueva catástrofe. El plan de recuperación propuesto por Colombia Humanitaria, a través de su Fondo de Calamidades, apenas está concluyendo su etapa de adjudicación y la incógnita es si todas las obras estarán listas para impedir más estragos. Municipios, gobernaciones, entes regionales y ministerios, entre otros, solicitaron recursos para realizar las obras urgentes y necesarias para su recuperación. El Fondo asignó 93% de los 4.178 proyectos solicitados.

“Esta es la operación de descentralización más grande que se ha hecho en la historia del país. Incluso los recursos que se aprobaron alcanzarán $1,6 billones, que representan 3% del presupuesto nacional”, comenta Jorge Londoño, director del Fondo.

Aunque parece estar con el tiempo en contra, el ejecutivo confía en que la mayoría de esos trabajos se entregará en los plazos estipulados. “Ya se han concluido cientos de obras y esperamos que muchas otras se entreguen en diciembre próximo. No estamos exentos de que algunas tengan retrasos”, dice.

Ese es el punto: aún no se sabe si todos estos recursos servirán para impedir que el agua vuelva a causar los estragos del invierno anterior. A esto se une el riesgo que corrieron las partidas presupuestales de ser utilizadas para fines políticos en varias regiones, dentro del desarrollo de la campaña electoral. Para evitar inconvenientes, el Fondo ha estado en contacto con la Procuraduría y las Contralorías –de la Nación y las locales–, para vigilar si los recursos toman destinos diferentes a los propuestos. Así mismo, seis firmas independientes de ingeniería supervisan el avance de las obras.

Cabe anotar que el Fondo de Calamidades está a cargo de aquellas obras que deben ser concluidas rápidamente. En cuanto a los trabajos más complejos, y que exigen de más tiempo para su realización, Colombia Humanitaria cuenta con el Fondo de Adaptación, que tendrá un presupuesto que superará los $14 billones y un límite para entregarlas hasta 2014.

Entre los proyectos a cargo de este Fondo están la reconstrucción del Canal del Dique y la reubicación del municipio de Gramalote, en Norte de Santander, por ejemplo. Si bien la mayor parte de este dinero podría salir de la venta de Ecopetrol –en la actualidad, hace curso un proyecto de ley para asignarle 10%–, el Fondo está en capacidad de conseguir recursos adicionales a través de concesiones y cofinanciación de entidades financieras.

El invierno llegó y cabe preguntarse si las autoridades no cumplieron con la tarea para impedir que el agua inunde miles de hogares y afecte infraestructura clave. Desafortunadamente, eso solo se sabrá con el pasar de los días. Nuevamente quedó en evidencia que, en materia de invierno, los plazos los pone la naturaleza y no las decisiones del Gobierno.