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Según el informe de la Universidad de La Sabana, solo el 7% de los estudiantes de primaria presentan dificultades en comprensión de lectura que merecen tratamiento profesional.

Estudio

No todos los niños necesitan terapia

El 93% de los problemas de aprendizaje de un niño tienen solución en aula de clase y no necesitan intervención psicológica.

20 de septiembre de 2014

Según el informe de la Universidad de La Sabana, revela que nueve de cada diez casos de problemas de lecto-escritura que presentan los niños se pueden tratar y curar en el aula de clase y no es necesario remitirlos al psicólogo.

Este resultado, explica Rosa Julia Guzmán, directora de la investigación, pone en tela de juicio la responsabilidad de las instituciones educativas que –sostiene la experta– “al sentir que un estudiante presenta dificultades en su proceso de aprendizaje, inmediatamente lo remiten a terapia; generando con esto no solo una preocupación para los padres de familia sino un gasto adicional”.

Según el estudio, la dificultad de este aprendizaje se debe a las formas como la escuela y la sociedad entienden el ejercicio de la lectura y la escritura. “Los profesores confunden la escritura con la copia y ponen a los niños a hacer planas, y relacionan erróneamente la lectura con la codificación de caracteres”, señala Guzmán.

Para la investigadora, el error recae en los colegios que siguen asumiendo que primero se lee y luego se comprende. “No se puede hablar de lectura si no hay comprensión. Este proceso se hace con el cerebro y no con los ojos”, agrega.

La investigación, que tuvo como propósito identificar a estudiantes de grado transición y primero que estuvieran en riesgo de tener problemas de lecto-escritura, surgió al comprobarse que las elevadas cifras de deserción escolar y pérdida de años se ubican en los primeros cursos de primaria. “El aprendizaje de la lectura y la escritura es el más complejo que realiza el ser humano durante toda su vida. Pero los docentes tienen en sus manos la solución para resolver esta problemática que tanto preocupa a los padres de familia, gracias a una adecuada intervención en el aula de clase”, añadió.

Datos de contexto de la investigación


Durante ocho meses de intervención, los niños fueron evaluados en el uso del vocabulario, sus habilidades del lenguaje comprensivo, expresivo y abstracto, en comprensión de lectura, en procesamiento fonológico y en conocimiento del alfabeto y gramática. En cuanto a la descripción de la muestra, durante la primera fase del proyecto participaron 500 niños, de cinco años de edad, que se encontraban cursando el grado de transición y primero en colegios de todos los estratos socio-económicos.

En la segunda fase, se trabajó con 300 estudiantes, entre los cuatro y cinco años, de los cuales se escogieron aleatoriamente a 150 para que conformaran el grupo final de intervención. Los restantes niños (150), formaron parte del grupo control.

La conclusión principal de la investigación demostró que los pequeños que participaron en el estudio tuvieron importantes avances en comprensión de lectura, manejo del vocabulario, fluidez en el lenguaje comprensivo y expresivo, y en el manejo de la gramática, gracias a una adecuada intervención del docente en el aula de clase.

¿Qué hacer si su hijo presenta de problemas de lecto-escritura?

1. Acompáñelo, anímelo, póngale metas a corto plazo y felicítelo cuando alcance los logros propuestos.

2. Esté permanentemente en contacto directo con los profesores del colegio y entienda que el proceso de aprendizaje del niño no es solo responsabilidad del colegio.

3. Busque textos de lectura que lo motiven y diviertan, y evite decirle frases planas y reiterativas.

4. Explíquele que es importante que aprenda a escribir y a leer porque así puede expresarse con mayor facilidad y claridad.

Algunos Síntomas de alerta para tener en cuenta

1. El niño usa un leguaje oral muy pobre.
2. Manifiesta dificultades para expresarse y comunicarse.
3. Afirma que ve borroso y que se cansa rápidamente cuando está leyendo.
4. Interrumpe intempestivamente los hábitos de lectura.
5. Dice que no quiere volver al colegio.
6. Sostiene que la profesora/o lo regaña en público cuando lee en clase.