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La industria de la moda tuvo varios altibajos en 2013. | Foto: Archivo Semana

Industria

Golpes a la industria de la moda

Esta industria se ha visto afectada por la competencia asiática en todos los eslabones de la cadena.

28 de diciembre de 2013

La Asociación Nacional de Industriales evaluó la dinámica reciente de la cadena de la moda en el país, para saber si Colombia necesita de nuevos esquemas productivos que le den una nueva vitalidad al sector.

Confecciones

La producción del sector de confecciones se contrajo en 8.8% en los últimos 12 meses a septiembre de 2013, y las ventas también caían en un 8.8%. Dicha dinámica estuvo influenciada, en parte, por el menor dinamismo en el consumo de los hogares, que se expandió al 4% anual en el primer semestre de 2013, inferior a lo observado en el primer semestre de 2012 (4.8%).

Sin embargo, el verdadero problema del sector confeccionista radica en su falta de productividad laboral, asegura Anif, que además destaca que ésta llegaba a $32 millones por trabajador frente a los $83 millones del agregado industrial, según la EAM 2011.

“Es preocupante dado que es el principal empleador industrial, genera el 12% del empleo manufacturero”, señala el estudio de la entidad.

Los sobrecostos laborales que se mantienen en 46% por encima del salario juegan en contra del sector. Incluso, la poca eficacia de medidas proteccionistas recientes, como el Decreto 074 que buscaba proteger al sector del contrabando técnico y la competencia desleal, ratifican que la competencia a nivel mundial debe darse es elevando la productividad y no cerrando las puertas al comercio.

Textiles


En el caso de textiles, la producción registró una caída del 5.7% en el acumulado en 12 meses a septiembre de 2013 (y las ventas industriales cayeron 5.5% durante ese período).

Similar a los confeccionistas, además de la fuerte competencia asiática, los principales retos del sector están en:

i) Acoplarse a la demanda de la industria de confecciones y ajustar su logística
ii) Vencer el paradigma de la calidad frente al producto asiático, pues éste no es el único factor que incide en la decisión del consumidor. Los productores de dicho sector también enfrentan mayores riesgos por cuenta de la volatilidad del precio internacional del algodón.

Esto se hizo evidente en 2011 cuando el precio de ese commodity llegó a su máximo histórico (US$2,07 libra) en un contexto en el cual las textileras no pudieron trasladar la totalidad del alza al precio del bien final, afectando gravemente los balances de las principales empresas del país.

Comercio de textiles

Este segmento viene mostrando una dinámica más favorable. Aunque a lo largo de 2013 ha ido perdiendo dinamismo, su expansión alcanzó un 2.3% en el acumulado en 12 meses a septiembre, lo que obedece, en parte, al boom de marcas de ropa extranjera que han entrado al país, generando un cambio en la cultura de los consumidores que ahora demandan productos con mayor frecuencia. Además, de acuerdo con Inexmoda, el gasto en vestuario en Colombia creció al 8.1% entre enero y septiembre de 2013.

Anif concluye que el comportamiento de la cadena productiva de la moda en 2013 da señales contradictorias dependiendo del eslabón de la cadena. Mientras los sectores productivos de textiles y confecciones muestran tendencias negativas derivadas de su falta de productividad e insumos costosos, el comercio de prendas de vestir mantiene buenos niveles, apalancado en un creciente gasto en vestuario de los hogares.

Debido a lo anterior, si se quieren buscar esquemas de negocio exitosos para aprovechar las oportunidades vía TLCs, el gobierno debe trabajar en reformas que permitan a los empresarios ser más productivos (flexibilización laboral), para que éstos se focalicen en aprovechar la ventaja comparativa del país en materia de diseño y calidad.