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Los estudios le han costado a la ciudad más de US$1.500 millones. | Foto: Archivo Semana

Movilidad

Metro costoso, lento y en veremos

Los estudios para construir el metro en Bogotá le han costado a la ciudad más de US$1.500 millones, recursos con los que ya se hubiera hecho la mitad de la primera línea. Si es que se termina algún día, ya estará rezagado, y sin duda no será la solución para el problema de movilidad.

24 de mayo de 2013

Los bogotanos empezaron a escuchar sobre el metro en Bogotá desde 1942 cuando el alcalde, Carlos Sanz de Santamaría, realizó la primera propuesta para construirlo, pero su iniciativa no surtió interés. Años más tarde, luego del ‘Bogotazo’ en 1948, cuando no sólo falleció el caudillo liberal, Jorge Eliécer Gaitán, sino que además inició el camino de la muerte del tranvía en la capital, volvió a renacer la propuesta.

Desde entonces se ha realizado numerosos estudios, casi uno por cada administración, a parte del exalcalde Carlos Sanz de Santamaría, también lo hizo Luis Prieto Ocampo en 1975, Hernando Durán Dussán en 1981, Julio César Sánchez en 1986, Jaime Castro en 1993, Antanas Mockus en 1996, Enrique Peñalosa en el 2000 y hasta Samuel Moreno en 2010.

Estos estudios le han costado a la ciudad más de US$1.500 millones, y aunque es una suma alarmante, el académico y consultor en movilidad, Fernando Rey, aseguró que como insumo, no se han perdido pues han sido la base y fundamento del más reciente, al cual se le realizará el estudio de ingeniería básica avanzada, aprobado por el Banco Mundial.

“Si uno trajera a valor presente neto, con el valor de los estudios se hubiera podido construir, por lo menos, la mitad de la primera línea del metro. Pero hay que tener en cuenta que los estudios no se perdieron porque esta información sirvió de insumo para que los demás estudios se pudieran desarrollar”, afirmó el académico y consultor en movilidad, Fernando Rey.

El experto explicó que si a Bogotá no llega un sistema de transporte subterráneo, que ocupa menos espacio, que viaja más rápido, no contamina, “y además lo tienen más de 120 ciudades en el mundo, no hay nada que hacer y la ciudad colapsaría”.

¿El metro avanza a buen paso?

El hecho de que el Banco Mundial haya dado el aval para que se realicen los estudios definitivos del metro de Bogotá, ha despertado el optimismo de quienes están de acuerdo con su construcción y hasta se han hecho cálculos de cuándo los capitalinos estarían montando en este sistema de transporte.

Si el proceso del metro de Bogotá sigue avanzando a buen paso, en 2015 los estaría listo el estudio de ingeniería básica, en 2016 se haría el proceso licitatorio y de adjudicación, y cuatro años más tarde, es decir en 2020, los capitalinos estarían montando en metro.

Para Fernando Rey, el metro tiene otra cara y se vislumbra un futuro más cercano para que sea una realidad. Además dijo que “tal y como se prevé que sea el metro, con el 70% u 80% de túnel profundo y con toda la juguetería moderna, la primera línea del metro puede estar entre 4 y 5 mil millones de dólares, operando a full”.

El experto en movilidad destacó que este estudio que se realizará de ingeniería avanzada, definirá el diseño, hará una investigación geotécnica y geológica del subsuelo de Bogotá, también una evaluación hidrológica, entre otros frentes.

“También será en lo posible computarizado y no con conductor, alimentado por una línea eléctrica de 1.500 voltios, que debe desplazarse por debajo de Bogotá a 80 k.m. por hora”, explicó.

El estudio, que cuesta alrededor de $70 mil millones, podría demorar entre 20 y 24 meses, y deberá dejar lista toda la base para la licitación del metro.

¿Qué se necesita?

El académico señaló que es necesario que Bogotá entienda que la ciudad tiene una necesidad inminente de tener metro. Por eso aseguró que “se necesita voluntad política, he sido funcionario y consultor pero no soy político, pero a mi me parece que decir que el metro es un estudio más que tiene Bogotá, es una información falsa, eso no es cierto”.

Paralelo a eso, Rey dijo que es necesario que Bogotá implemente una especie de consorcio de transportes, que ya lo tiene Madrid, que “sería una entidad a nivel gubernamental que recoja al ministerio y al distrito con todos sus sistemas y conforme una sola entidad que se encargue de la operación de los transportes”.

El académico concluyó que es importante darle continuidad a este sueño de Bogotá, que lleva 69 años sin materializarse, por eso destacó que cuando termine la actual administración distrital, el mandatario que llegue a dirigir la ciudad tiene en sus manos el futuro del metro de la capital.