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De tres colisiones, dos son mortales y aparentemente las aves que sobreviven el accidente no “aprenden” a evitarlo, lo que aumenta el riesgo de repetición mortal” .

Los aviones, principales enemigos de las aves

Cerca de 100 millones de aves mueren en Estados Unidos a causa de colisiones contra las ventanas.

24 de marzo de 2010

Estudios recientes de la Universidad de Muhlenberg en Norteamérica demuestran que la principal causa de muerte en las aves en ese país es la colisión de las mismas contra las ventanas de las casas, anunció The Nature Conservancy en su blog sobre medio ambiente y conservación.

Daniel Klem, científico dedicado al estudio de este problemática en dicha universidad, ha recopilado una gran cantidad de información, disponible en su sitio http://aco.muhlenberg.edu/GlassHome.htm advirtiendo sobre la problemática.

Klem asegura que entre 100 y 1.000 millones de aves mueren al año por colisiones contra ventanas sólo en los Estados Unidos. De acuerdo con la misma investigación, más de 270 especies diferentes de aves norteamericanas y al menos 800 especies alrededor del mundo sufren de este flagelo.

Aunque no se conocen cifras exactas de este problema en Colombia, Laura Agudelo, de Andigena, grupo de observadores de aves de la Universidad Javeriana, estima que al menos 100 especies de aves podrían verse afectadas en el país. Esta cifra seguramente es subestimada debido a la falta de estudios sistemáticos y al incremento acelerado de las ciudades. “Hemos encontrado que las especies más registradas en colisiones contra ventanas han sido las migratorias boreales como Catharus ustulatus, Vireo olivaceus y Piranga olivacea.

De las especies residentes, hay reportes de palomas, colibríes, tangaras, tucanes, semilleros y hasta golondrinas, que tienen alta maniobrabilidad en el vuelo. De tres colisiones, dos son mortales y aparentemente las aves que sobreviven el accidente no “aprenden” a evitarlo, lo que aumenta el riesgo de repetición mortal” aseguró Agudelo.

El blog de The Nature Conservancy, organización ambiental global de conservación, ofreció algunas recomendaciones para reducir el riesgo de colisión, entre las que incluyó mover los comederos y perchas al menos un metro de las ventanas, pegar calcomanías o cadenas en el exterior de las ventanas o cubrirlas con material antirreflejo.

Dentro de las recomendaciones para construcciones nuevas, sugiere modificar el ángulo de inclinación de la ventana entre 20 y 40 grados y ubicar árboles, plantas, bañaderos y otras “atracciones” lejos de los cristales.