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Las zonas rojas

El auge de los commodities atrae la acción de nuevos grupos armados en zonas petroleras y mineras. Este es el mapa con las zonas de mayor riesgo en el país.

17 de agosto de 2011

Los trinos de twitter en los que el ex presidente Álvaro Uribe advierte que los ‘huevitos’ de la seguridad democrática que él empolló están en riesgo, no representan para el Gobierno indicador alguno sobre una escalada de violencia que generaría nuevos riesgos para el sector productivo del país. Las cifras que lleva en su portafolios el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, indican que las tasas de homicidios decrecieron más de 20% durante el primer año de mandato de Juan Manuel Santos en relación con el último de su antecesor, que el secuestro ya están doblando la cerviz, si bien prácticas como la extorsión y el boleteo se replican en regiones donde los hallazgos de nuevos yacimientos petroleros auguran bonanzas.

Sin soslayar los avances en materia de seguridad, el director de la Policía, general Óscar Naranjo, advierte en tono más realista sobre un rebrote de bandas criminales emergentes que pugnan por el control de territorios en los que antiguos paramilitares usaron la industria del narcotráfico como fuente para lubricar sus aparatos de guerra. Esas estructuras emergentes están siendo progresivamente reprimidas.

Sin embargo, el crecimiento exponencial de la industria minera trae aparejados nuevos riesgos en materia de seguridad que coinciden coyunturalmente con movimientos tácticos de grupos guerrilleros minados.

De acuerdo con un documento del comando general de las Fuerzas Militares, el ELN intenta remozar estructuras en el piedemonte llanero y en zonas petroleras en las que se abría paso a expensas del ataque a los oleoductos. Las Farc, a su vez, buscan abrir frentes de confrontación en Caquetá y Cauca, principalmente, en un intento por desconcentrar los despliegues militares que le siguen los pasos a su principal jefe, ‘Alfonso Cano’.

También persisten las alertas que cíclicamente envía el gobierno de Estados Unidos a sus nacionales que visitan al país –la última del pasado 9 de agosto–, aunque los riesgos descritos en ellas son ya estrictamente citadinos.

La sensación de seguridad –un intangible que según el general Naranjo difícilmente puede medirl una encuesta–, ha mejorado en el país aunque en algunas regiones todavía hay empresarios que añoran el viejo modelo de las caravanas custodiadas por tanques blindados.

Dinero consultó con oficiales de las Fuerzas Armadas, dirigentes gremiales y líderes de centros de pensamiento sobre seguridad y violencia para elaborar un mapa con los riesgos que se ciernen sobre zonas productivas de la economía nacional.