La historia del industrial

Hijo del industrial y pionero de la aviación comercial en el país Mario Santo Domingo y de Beatriz Pumarejo. Se casó por primera vez con la brasileña Edyala Braga, con quien tuvo a Julio Mario Santo Domingo Braga, fallecido en 2009, el segundo matrimonio fue con Beatrice Dávila, con quien tuvo a Alejandro Santo Domingo Dávila y Andrés Santo Domingo.

Según la revista Forbes, Santo Domingo era el segundo hombre más rico de Colombia y el 108 del mundo, con una fortuna estimada en US$ 8.500 millones, era accionista principal del Grupo Empresarial Bavaria y de Valórem, conglomerado que controla a más de 100 empresas alrededor del mundo, entre ellas a Caracol Televisión y el diario El Espectador.

En 2005 hizo uno de los negocios más importantes en la historia de Colombia, al vender Bavaria a SAB Miller, convirtiéndose en el segundo accionista de la cervecera sudafricana.

Tuvo una gran influencia en la política colombiana, entre otras campañas apoyó a Ernesto Samper en la contienda presidencial de 1994.

Convirtió a Bavaria en un holding que tuvo inversiones en el sector aeronáutica, forestal, aluminio y químico, entre otros. Algunas de las empresas como Avianca, Reforestadora de Pereira, Caracol Radio y Celumovil fueron vendidas a inversionistas extranjeros.

Avianca fue vendida a Germán Efromovich, dueño del Grupo Synergy, TV Cable fue adquirida por Carlos Slim, Propilco por Ecopetrol, además de vender, entre otras empresas a Sofasa, Aluminos Reynolds y Helicol.

En la actualidad era propietario de Biofilm, empresa dedicada a la producción de materias primas, Caracol Televisión, el diario El Espectador y la Revista Cromos, entre otras compañías.

En 2010 la fundación que lleva su nombre en asocio con autoridades de Bogotá inauguraron el Centro Cultural Biblioteca Julio Mario Santo Domingo, un complejo de 23.000 metros cuadrados, que tiene una megabiblioteca, un teatro para conciertos, espectáculos y montajes teatrales, un teatro estudio, salas de internet, ludoteca, sonoteca y bebeteca para la estimulación temprana de los niños.

La familia Santo Domingo donó, para la construcción de este complejo, $55.000 millones.

De igual forma, un edificio en la Universidad de los Andes lleva su nombre.