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Finanzas públicas

Jugadas financieras maestras

El gobierno ha ganado tiempo y con la ayuda de los mercados de capitales internacionales, ha pospuesto el colapso de las finanzas públicas. Pero la tarea sigue pendiente.

15 de noviembre de 2005

Los últimos dos años han sido de tasas bajas de interés y de abundante liquidez en los mercados de capitales internacionales, lo cual se ha traducido en un gran beneficio para los mercados emergentes. De hecho, Colombia se ha favorecido de esta coyuntura mundial en la medida en que ha ganado tiempo y ha podido mejorar el perfil de la deuda del gobierno central, a pesar de no haber corregido el desequilibrio en las cuentas fiscales. El déficit del gobierno central previsto para 2006 es nuevamente de 6% del PIB, una cifra excesivamente alta y a todas luces insostenible a mediano plazo.

El gobierno ha estado de buenas. El año 2004 terminó con un déficit fiscal consolidado (gobierno central y entidades descentralizadas) de 1,2% del PIB, muy inferior a la proyección de 2,5% que se tenía, lo cual sorprendió a los analistas e incluso al mismo gobierno. La mejora en las cuentas consolidadas del Estado se debió esencialmente a los mejores precios del petróleo y al impacto sobre el servicio de la deuda externa del menor precio del dólar.

Al terminar 2005, el gobierno está ante una situación muy similar a la del año anterior y muy posiblemente el déficit fiscal consolidado al terminar el año será cercano al 1,5% del PIB, nuevamente también muy por debajo del 2,5% estimado.

Sin embargo, estos resultados, que desde luego son bienvenidos, no engañan a nadie. Obedecen a factores externos, en tanto que la tarea en materia fiscal que el gobierno y el Congreso tienen que hacer está pendiente.

El país requiere una reforma tributaria estructural, que le garantice al gobierno los recursos que necesita sin tener que recurrir todos los años a una reforma para obtener el dinero del año siguiente, y se requiere además una reforma pensional que corrija las tendencias explosivas del sistema pensional, por cuenta de las cuales el déficit del gobierno central no puede reducirse de 6% del PIB.

Por la falta de acción en este frente, las calificadoras de riesgo internacionales no le han mejorado la calificación a Colombia, mientras que a Brasil se la subieron recientemente.

Pero Colombia sí ha aprovechado las condiciones favorables de los mercados externos para mejorar el perfil de la deuda externa, reducir su costo y reducir su riesgo cambiario. A este fin ha contribuido también la decisión del Banco de la República de venderle reservas internacionales al gobierno para prepagar deuda externa.

Para lograr estos objetivos ha realizado varias operaciones de diferente tipo, como el prepago del crédito de emergencia del BID, las emisiones de TES globales, los canjes de deuda externa por interna y la recompra y prepago de bonos con vencimiento 2006-2033.

Prepago crédito BID Cuando el gobierno prepaga deuda externa utilizando las reservas internacionales, realmente cambia deuda externa por interna. En febrero de 2005, ante el ingreso masivo de dólares al país y, por tanto, el aumento de las reservas internacionales, para disminuir la presión sobre el mercado cambiario, la Junta del Banco de la República autorizó al gobierno a comprar reservas internacionales para el prepago de deuda. En esta oportunidad lo hizo hasta por un valor de US$1.250 millones.

Para poder comprar las reservas, el gobierno tuvo que hacer una emisión de TES en el mercado primario por intermedio de los creadores del mercado, lo cual aumentó el stock de TES. El Banco, a su vez, con los recursos provenientes de la venta de las reservas, compró TES en el mercado secundario por medio del sistema electrónico de negociación, SEN. La operación se hizo a la tasa de cambio vigente el día de la compra. Con los recursos captados de esta forma, el gobierno prepagó deuda externa por US$1.250 millones, lo que le permitió reducir las amortizaciones que tenía para 2006, 2007 y 2008, en US$313 millones, US$625 millones y US$313 millones, respectivamente. El impacto de esta operación es esencialmente cambiario ya que el gobierno sigue endeudado en la misma cantidad. con la diferencia de que ahora sus acreedores son los inversionistas locales.

Se prefinancia 2006 Posteriormente, en septiembre de 2005, el gobierno anunció la compra de US$3.000 millones adicionales al Banco de la República. En una primera fase se comprarían US$2.000 millones, US$1.000 millones con recursos de provenientes de caja y US$1.000 millones con emisión de TES en el mercado local. Para realizar esta compra, se suspendió temporalmente el programa de financiación de 2005 en el mercado local y se colocaron TES en cuatro subastas en octubre, cada una por $600.000 millones. En esta oportunidad, el gobierno en lugar de prepagar deuda externa decidió utilizar estos recursos para sustituir los que tenía previsto conseguir en los mercados internacionales para 2006. esto quiere decir que de los US$2.000 millones que se iban a conseguir, US$500 millones se obtuvieron mediante la reapertura del bono con vencimiento en 2014 y US$1.500 millones con la compra de reservas internacionales.

Emisiones de TES globales Otra forma que el gobierno ha utilizado para disminuir el riesgo cambiario de la deuda externa es la emisión de TES globales. Estos son papeles denominados en pesos pagaderos en dólares que se colocan en los mercados externos de capitales. Con este tipo de operación se elimina el riesgo de transferencia, a la vez que descuenta el riesgo de liquidez del mercado peso-dólar. Estos papeles permiten a los inversionistas extranjeros tener exposición al mercado local colombiano con las protecciones del mercado internacional.

En noviembre de 2004 se hizo la primera emisión de TES globales por US$375 millones con vencimiento en 2010. Fue tan exitosa que se reabrió en enero de 2005 por US$125 millones. En febrero se hizo una nueva emisión por US$325 millones con vencimiento en 2015.

Canje de deuda externa por interna En junio de 2005, el gobierno realizó un canje de deuda interna por US$583,4 millones. La demanda fue de US$1.000 millones. Con esta operación se redujeron amortizaciones externas del período 2005-2008 y se emitieron instrumentos locales, TES en tasa fija y UVR, con vencimiento 2008-2015. Las amortizaciones externas se redujeron en US$120 millones en 2006, US$160 millones en 2007 y US$88 millones en 2008.

Al finalizar octubre se llevó a cabo un nuevo canje igualmente exitoso por US$700 millones.

Recompra y prepago de bonos Este año, Crédito Público también llevó a cabo una operación de canje de deuda y recompra de bonos con vencimiento en el período 2006-2033. Esta se hizo para corregir la curva de rendimientos de los bonos de deuda externa, reducir los costos de financiamiento externo para la Nación, mejorar el perfil de vencimientos de la deuda externa y reducir el riesgo de financiamiento.

Para lograr los objetivos, se estructuró una transacción para recomprar varios de los bonos de la parte corta, media y larga de la curva en dólares que se transaban a niveles ineficientes por factores propios de los bonos y por su baja liquidez.

Primero se anunció la recompra hasta por US$700 millones de bonos en euros y dólares, cuyas amortizaciones se hacían exigibles entre 2006 y 2033. Luego se hizo una operación de canje de deuda pública externa en los mercados externos en la cual se sustituyeron los títulos que se recompraron por títulos nuevos también de deuda externa, provenientes de la reapertura del bono denominado en dólares con vencimiento en 2024 hasta por US$500 millones.

El resultado fue la recompra de bonos por US$701 millones, la sustitución de deuda por US$500 millones y el prepago de deuda por US$200 millones.

Con esta operación, el gobierno corrigió la curva de rendimientos en dólares de la Nación, extensiva a todos los plazos entre 30 y 40 puntos básicos, lo que en otras palabras significa mejorar los spreads. Redujo también el costo de la deuda al poder cambiar bonos con cupones altos que habían sido emitidos cuando la percepción de riesgo del país era más alta, con lo cual logró un menor cupón promedio de la deuda externa. Como resultado, el ahorro anual en amortizaciones es de US$34,8 millones para la deuda en dólares y de US$6,9 millones en la curva en euros, para un total de US$41,8 millones.

De igual forma, mejoró el perfil de vencimientos y redujo el riesgo de refinanciamiento, así como también disminuyó la concentración de amortizaciones en varios años, extendió la vida media del portafolio de deuda externa y redujo el servicio de la deuda. Se redujo además el monto de deuda denominada en moneda extranjera en un 2%.

Todas estas operaciones realizadas por Crédito Público para mejorar las condiciones de la deuda externa del gobierno son un gran avance en el camino hacia el saneamiento de las finanzas públicas y permiten ganar tiempo. No obstante, sin un verdadero compromiso del gobierno para la solución permanente del desequilibrio fiscal existente, estos logros se irán diluyendo y cuando las condiciones en los mercados de capitales internacionales cambien y estos ya no sean tan benévolos con Colombia, el país se podría ver enfrentado a un serio problema en la medida en que se le complique el acceso a recursos externos para financiarse.