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Los trancones de los sábados podrían disminuir.

Ganadores y perdedores del Pico y Placa de los sábados

Sorpresa: las ventas no bajarían para todo el comercio y hasta podría reducir los ‘trancones’ que ocurren hoy dentro de los supermercados. Falta ver la forma en la que se restringiría el tráfico. La solución final, acelerar las obras que nunca acaban y controlar el tránsito con seriedad.

5 de octubre de 2010

Quién gana y quién pierde con el Pico y Placa propuesta para los sábados en Bogota. Ese es un ejercicio que se hace con relativa facilidad cuando se estudia en líneas muy gruesas. Sin embargo, no es tan sencillo y es incluso sorprendente cuando se mira el asunto en más detalle.

La primera vista al tema es la evidente: afecta a las familias que usan el sábado para hacer las compras y las ‘vueltas’ que no pueden efectuar entre semana por trabajo e incluso por el Pico y Placa. Esto puede ser delicado, porque según las estadísticas de Fenalco Nacional, cerca del 60% de las ventas del comercio se hacen de viernes a domingo.

La concentración de las ventas ya ha movido una reacción importante en los supermercados, que han extendido sus horarios los fines de semana para acomodar a sus clientes.

Pero también ha producido efectos incómodos. Las grandes superficies ahora tienen graves problemas de logística los fines de semana. Para reabastecer los inventarios que se agotan, hay torres de estibas y equipos de empleados en los pasillos surtiendo las góndolas. Esto, aunque es inevitable, estorba a los clientes. Los trancones que se producen ahora dentro de los supermercados se agravan con los pequeños ejércitos de impulsadores que tampoco pueden renunciar a los fines de semana, el momento de mayor tráfico en los almacenes.

Estos trancones internos ya se han empezado a reflejar en las encuestas de calidad de algunos supermercados.

También han crecido notablemente las ventas por internet. No por asunto de moda, sino de comodidad. La gente no se quiere mover de su casa. Un Pico y Placa extendido al sábado quizás mejoraría la comodidad para los compradores que salgan.

Las ventas pueden aumentar
Pero hay una visión más inesperada. Hay expertos que sostienen que, además de la comodidad, las ventas pueden incluso aumentar. Sin duda aumentarían las de tiendas y los minimercados de barrio, señala el investigador de mercados Jaime García.

Pero también podrían incrementarse para la mayor parte de los comerciantes. “El efecto del Pico y Placa está muy atado al estrato. Las personas del estrato tres hacia abajo usan transporte público. Con restricciones de tránsito ellos podrían acceder más fácil a los almacenes y aumentarían las ventas”, sostiene Maritza Cárdenas, directora Comercial de la oficina de investigación de mercado B&Optimos.

La razón está en que la mayor proporción del gasto de la ciudad la hacen los estratos 2 y 3, que son también la proporción más grande de la población.

No para todos
En otros sectores del comercio, la situación con la extensión de la restricción no parece tan buena. “No creo que suban más las ventas. Las personas compran un carro por el pico y placa entre semana por la necesidad transportarse a su puesto de trabajo. Pero no van a comprar uno por pico y placa el sábado”, dice Nicolás Urrea, gerente de Mercadeo de Los Coches. Considera además que este será un efecto perdurable. “Lo que ocurre en el corto plazo se mantendrá a mediano plazo. Lo que pasaría es que la gente le coge pereza a comprar carro”, señaló.

Si esta predicción se cumple, bajarían también los recaudos distritales por impuestos.

También resaltó Nicolás Urrea que se reducirán las entradas de vehículos a los talleres porque cuando la movilidad disminuye, se necesitan menos reparaciones.

Para los distribuidores de gasolina agremiados en Fendipetróleo, las ventas de gasolina pueden bajar un poco por cuanto se inmovilizaría un día más un porcentaje grande de los casi un millón de vehículos que circulan en Bogotá.

Para Andrés Orozco, sub Gerente de Taxi Mío es posible que con Pico y Placa de sábado aumente la cantidad de gente que use este servicio. Sin embargo, opina que el aumento en el ingreso de los taxistas no será notorio. Incluso se mostró abiertamente en contra de la medida. “Es Terrible. Es una medida para frenar la ciudad, en vez de impulsarla. Es un abuso de la alcaldía. Hicimos un paro hace cinco años porque lo iban a poner varios días”, recordó.

En qué quedamos: la solución final
En resumen, el Pico y Placa del sábado puede aumentar las ventas para la mayoría del comercio de Bogotá y afectaría quizás a los establecimientos donde compran en el día los estratos 5 y 6 y algunos sectores como el de vehículos, gasolina y repuestos.

Pero incluso ante la posibilidad de vender menos, algunos como el gerente de Unicentro, Horacio Lince, apoyan la medida por razones ciudadanas. “Hay que apoyar el Pico y Placa el sábado. Puede afectar a los comerciantes, pero es que la ciudad está colapsada”, dijo. Resaltó, no obstante, que quizás haya que estudiar fórmulas diferentes como la de establecer la restricción para ciertos lugares o algunas horas específicas.

La propuesta de Fenalco Bogotá de establecer franjas que restrinjan la circulación para algunas placas parece demasiado complicada y muy poco práctica. Esa agremiación no contestó las llamadas de Dinero.com para aclarar con ellos el tema.

Quizás la solución podría estar en un Pico y Placa de menor severidad, como el que se usa hoy para el transporte público: inmovilizar dos números a la vez.

Las ventajas para los ciudadanos parecen amplias si se considera que con datos de estudios de la Universidad Nacional, el 90% de la gente se mueve en transporte público o a pie o bicicleta, 10% en vehículo particular; que los particulares ocupan el 42% de la malla vial y son el 19% de los viajes diarios realizados y que el transporte público usa el 25% de la malla y es el 75% de los viajes realizados.

Pero el fondo del asunto está en que se deben terminar con mayor celeridad las obras que son la razón que aduce la Alcaldía para extender el Pico y Placa. Allí hay costos enormes para la ciudad.

El supermercado de Colsubsidio de la Calle 26, que fue por más de 20 años el mayor en ventas de Colombia, lleva más de dos años sufriendo las consecuencias de los atrasos en la recuperación de la vía donde se ubica. Lo mismo le ocurre a Carrefour de la Avenida Cali con la Autopista El Dorado y con muchos de los almacenes que están al lado de las obras que nunca acaban.

 

Falta control del tránsito
Pero adicionalmente hay que trabajar en el control del tráfico, como lo sugiere el ingeniero Néstor Sáenz, del programa de Investigación en Tránsito y Transporte de la Universidad Nacional. “Hay que buscar la organización de la movilidad, que la policía se dedique menos a la pesca de infractores y más al control del tráfico”, señaló.

Para el docente, las obras que están en ejecución no son siempre la causa de los trancones. Resaltó que los problemas de atasques viales ocurren lo mismo en las obras, frente a los hospitales, clínicas y centros comerciales. “Los conductores no tienen cultura y los policías se ubican por media hora y se van”, afirmó. Por eso se necesita un control policial más eficaz. “Hay puntos en Bogotá, como el de la Avenida 68 con Esperanza, el de la 26 con Avenida 68, en Salitre Plaza, la Clínica Colombia, donde no se adelantan obras de infraestructura, pero a toda hora se ven los trancones”, ilustró.

Néstor Sáenz propuso además otras opciones que se podrían implementar para no perjudicar a la gente:
- En las zonas donde se están adelantando construcciones se debe restringir el acceso y el paso de transporte para que le rinda a los constructores y buscar corredores alternos para fluir el tránsito.
- Los contratistas deben controlar efectivamente las zonas de acceso a las obras y, por su parte, la gente debe autorregularse y generar cultura.
- En otros países, los carros tienen un dispositivo que controla el paso por lugares con restricciones. Los conductores se someten a pagar un ‘peaje’ y el cobro llega en factura o se carga a la tarjeta de crédito.
-Ampliar el comercio hasta las 11 ó 12 de la noche para que los ciudadanos puedan hacer compras y pagos en esa jornada.