Extinción de dominio de propiedad de Pablo Escobar

Una hacienda de propiedad del extinto narcotraficante Pablo Escobar Gaviria, ubicada en el noroeste de Colombia, fue ocupada con fines de extinción de dominio después de 20 años de permanecer en el anonimato judicial, informó la Fiscalía.

La propiedad, que se llama Calandaima y está en zona rural del municipio de Envigado, departamento de Antioquia, está fraccionada en dos haciendas y tiene un valor de $8.000 millones (US$4,1 millones).

"Son bienes que eran de Pablo Escobar y que hace 20 años estaban perdidos en los procesos de la Fiscalía, pero que gracias al plan de previsión del fiscal general, Eduardo Montealegre, hoy tenemos este excelente resultado", afirmó en rueda de prensa el jefe de la Unidad para la extinción de dominio y contra el lavado de activos de la Fiscalía, Julián Quintana.

Pablo Escobar murió a manos de la Policía colombiana en diciembre de 1993, un año y medio después de su fuga de la cárcel La Catedral, construida para él en terrenos de su propiedad.

El proceso de extinción de dominio de la hacienda se originó en un juzgado de Medellín dentro de una investigación contra el cartel de Medellín por el secuestro de Jorge Enrique Casteblanco Fonseca.

"Este hombre había dicho que pagó su rescate con esas dos fincas, pero la Fiscalía detectó que los hechos no fueron así, sino que Casteblanco hacía parte de la organización de Escobar, según una declaración dentro de un proceso de colaboración con la Justicia de Jorge Fernando Posada, que era testaferro de Escobar", agregó Quintana.

El funcionario de la Fiscalía manifestó que realmente las dos fincas pertenecieron a dos personas que habían sido secuestradas antes y de las que se apoderaron testaferros de Escobar.

Hace 10 años, la hacienda Calandaima fue entregada por la Dirección Nacional de Estupefacientes a una fundación que rehabilita niños víctimas de la violencia armada, informó la Fiscalía.

Quintana agregó que se seguirá trabajando en investigaciones retrasadas sobre el Cartel de Medellín y otros grupos violentos de los años 80 y 90 en el país.

EFE