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Oswaldo Obando Andrade

Crónica

El hombre al que la literatura sacó de la pobreza

Para su fortuna, Oswaldo Obando ha cultivado una afición que en medio de sus limitaciones y penurias lo ha llevado a conocer el universo entero: La literatura. Y no solo eso, también ha inventado su propio mundo gracias a su talento como escritor.

3 de febrero de 2013

Oswaldo Obando Andrade es un curtido vendedor de ropa femenina, blusas, camisas, sacos, y chaquetas en la plaza de mercado de Samaniego, Nariño, un golpeado municipio donde ni la pobreza,  ni el conflicto armado,  han bajado la guardia durante décadas.

Todo en él ha comenzado a hacerse viejo y sus ojos ya casi no perciben la luz. Sus gestos siguen siendo vigorosos y su semblante no deja de reflejar su humildad, honradez y el sufrimiento acumulado.

Para su fortuna ha cultivado una afición que en medio de sus limitaciones y penurias lo ha llevado a conocer el universo entero: La literatura. Y no solo eso, también ha inventado su propio mundo gracias a su talento como escritor.

En un principio, cuando me acerqué a él como cogestor de la  Red Unidos, Oswaldo se ensimismó. Era tan prevenido como suelen serlo quienes se han sentido abandonados por la mano amiga del Estado. Habita un cuarto pequeño y sin ventanas y vive preso a voluntad. Solo una cama, un escritorio viejo y algunos libros lo acompañan.

Un día, en la tercera visita, encontré a Oswaldo sentado detrás de su mercancía totalmente concentrado en un libro: “Estambul” de Orhan Pamuk, el primer escritor en lengua turca que ganó el premio Nobel de literatura.

– Qué buena obra está leyendo don Oswaldo. –Le dije.
– Los libros me dan todo el placer que la vida me ha negado. –Respondió.

Luego de ese diálogo ya nada fue igual. Un libro, un autor, un personaje, todo nos era común y nos daba confianza, ya que yo cultivo también la literatura y coordino un taller de escritura creativa todos los sábados. Por eso fue agradable descubrir que debajo de su caparazón había un hombre sensible y bondadoso.

Luego logré que asistiera al taller, proceso con el cual salió,  paso a paso,  del aislamiento en el  que voluntariamente se había sometido. De ahí en adelante sus logros no se hicieron esperar.

Al poco tiempo Oswaldo escribió el cuento “El padre de menores”, que el Ministerio de Cultura incluyó en la Antología Literaria Colombiana, y que simultáneamente fue elegido como uno de los mejores cuentos escritos en Nariño.

Fue increíble. En medio de las lágrimas confesó que el día del reconocimiento se había convertido en el momento más especial e importante de su vida, y que le había devuelto la confianza perdida, para creer nuevamente en sus capacidades.

Oswaldo comprendió que en él y solo en él, está la mejor oportunidad de cambiar su vida y sobre ese principio quiere construir su futuro.  La Red Unidos  lo acompaña en su proceso.

Por Carlos David Perugache
Cogestor Social - Samaniego, Nariño.