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El acertijo venezolano

En medio de un agitado proceso electoral, por los comicios regionales y el referendo revocatorio, La economía venezolana tiene un nuevo aire. ¿Qué implica esto para las exportaciones colombianas?

5 de marzo de 2004

Quiero hacerle una apuesta al presidente Bush: quién durará más, si él en la Casa Blanca o yo aquí en Miraflores". Esta frase del presidente venezolano Hugo Chávez pronunciada el pasado domingo 29 de febrero, una vez el Consejo Nacional Electoral amplió el plazo para la verificación de las firmas con las que se pretende convocar un referendo revocatorio que busca sacarlo del poder, resume la actual situación de Venezuela. La verdad es que en este país, donde todo gira en torno a la permanencia o la salida de Hugo Chávez del poder, el desenlace de su presidencia sigue siendo tan incierto como en abril de 2002, cuando se presentó el frustrado golpe de Estado. Con una pequeña diferencia: la dirección de la economía apunta ahora a mejorar y no a empeorar, como ocurrió durante los dos años anteriores. Venezuela vuelve a crecer (el crecimiento del PIB para este año podría llegar al 9%), el gobierno tiene de nuevo recursos para gastar y esto vuelve a darle aire al presidente.

Desde el punto de vista de los negocios con Colombia, la situación presenta signos positivos de nuevo. Se aprecia una tímida recuperación en la demanda desde finales del año pasado y las exportaciones colombianas, si bien cayeron en 38,2% en 2002-2003, han mostrado una significativa recuperación en los últimos meses, después de conseguir que se hicieran los pagos con el mecanismo de Convenio de Pagos Recíprocos de ALADI. Al mismo tiempo, se ha presentado una flexibilización de la Comisión de Administración de Divisas, Cadivi, y su control de cambios. De hecho, en diciembre de 2003 las ventas de productos colombianos superaron los US$100 millones, con lo cual la actividad habría retornado al nivel promedio mensual que se facturó en 2002, antes del estallido de la crisis.

¿Cómo se desarrollará la relación comercial con Venezuela? ¿Qué implicaciones tendrán el proceso electoral y el referendo revocatorio en nuestras ventas hacia ese mercado? Para dar respuesta a estos interrogantes, es necesario entender el actual contexto político y económico venezolano.



El escenario politico

Para este año hay dos escenarios políticos bien complejos. Por una parte, el proceso del referendo revocatorio no se ha surtido en su totalidad y su futuro sigue sin definirse. Mientras la oposición espera tener un referendo revocatorio, la verdad es que ese proceso se está retrasando cada vez más. Por otra parte, las elecciones regionales, a mediados de año, tendrán un papel significativo al establecer el balance de fuerzas entre la oposición y la revolución bolivariana por el control regional en el país.

"El presidente Chávez tiene un objetivo sustancialmente político, que es consolidar su revolución. Para eso, si es necesario, sacrifica la economía privada en función de los objetivos políticos, lo cual le permite llegar al pueblo desposeído y tener allí una base electoral muy fuerte", explica un empresario colombiano con negocios en Venezuela.

Si el referendo revocatorio se da luego del próximo 19 de agosto, perdería todo sentido para la oposición. La Constitución determina que después de esa fecha, cuando se cumplen 4 años del actual período presidencial, si bien un referendo podría sacar a Chávez del poder, él solo podría ser reemplazado por su propio vicepresidente. En los hechos, sería una victoria para Chávez.

El escenario presenta una fuerte polarización, pero también hay una gran masa de indecisos. Según cálculos de las firmas encuestadoras en Venezuela, Chávez puede tener a su favor entre 25% y 30% de los venezolanos, mientras que la oposición estaría en un poco más del 30%. El resto corresponde a personas indecisas que, aunque puedan tener una imagen desfavorable de Chávez, creen que va a seguir en el poder y que no vale la pena hacer oposición activa o votar siquiera en su contra. Este comportamiento de los electores no solo permitiría que Chávez permaneciera en su puesto, sino que incluso podría buscar la reelección en 2006.

Por otra parte, las elecciones regionales de agosto demandan una fuerte actividad política de la oposición y esto la lleva a distraer fuerzas del referendo revocatorio en un momento crítico. Las elecciones regionales son un gran desgaste para una oposición que presenta fuertes divisiones. "Es más fácil mantener unificación de criterios en una oposición que está buscando la salida de Chávez del poder, que conseguir unificación de criterios entre los partidos que tienen que elegir alcaldes y gobernadores", afirma un analista.



El escenario economico

Para Luis Vicente León, director de Datanálisis, en Venezuela, la recuperación económica que arrancó el último trimestre del año pasado se debe a la necesidad del gobierno de aumentar su popularidad y su conexión con las masas. "Esto lo lleva a una agresiva estrategia de incremento de gasto público que va a mover la economía -ya sea volátil, populista y cortoplacista- con los programas sociales que el gobierno quiere poner en marcha para blindarse y comprar un poco de pasividad en las masas en un año electoral y de referendo", explica.

El control de cambios (que hace muy difícil la obtención de activos en dólares) y el alto gasto público llevan a un aumento de liquidez en la economía, que estimula la demanda y provoca una mejoría en el estado de ánimo de la gente. De hecho, se estima que el crecimiento del PIB para este año estará entre el 7 y el 9% de PIB. Una parte se producirá por los buenos precios del petróleo, que el año pasado rondaron los US$27 por barril, con una producción cercana a 3 millones de barriles diarios. La otra parte vendrá de un incremento general de demanda en sectores como alimentos, telecomunicaciones y turismo, por ejemplo, en los que ya se ha visto un incremento en la actividad.

Si el objetivo es enfocar gasto público tratando de obtener un dividendo político, Chávez cuenta con un instrumento extraordinariamente efectivo. Hoy, la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas (CASA) es el mayor comprador de alimentos en Venezuela. Se trata de una institución estatal que se encarga de dar solución alimentaria al 30% de la población venezolana que está en niveles de pobreza -unos 8'300.000 habitantes-. Maneja un presupuesto superior a US$1.000 millones anuales y, a diferencia de los negocios con empresas particulares, no tiene que pasar por Cadivi por divisas y su pago es directo, por ser empresa estatal. CASA se ha convertido en un formidable instrumento de poder para Chávez.

Para los venezolanos, esta recuperación sigue marcada por la sombra de la devaluación del bolívar que solo puede ser contenida con mecanismos artificiales, como el control de cambios. "Las presiones de devaluación en el mercado negro vienen por dos vías: el incremento de liquidez incentiva la compra de divisas y, como no hay confianza, se estimula la compra de dólares, lo que ha llevado a una tasa en el mercado negro de 3.200 bolívares por dólar, cuando el oficial está en Bs1.900", agrega León. Se estima que cerca del 70% de los productos de las canastas básica y familiar está vinculado al mercado negro y se compra por fuera del mercado de dólares oficial.



Los colombianos venden

Para las empresas colombianas, la coyuntura es mejor que la que se veía desde 2002. Exportadores colombianos en diversos sectores están registrando crecimientos en sus ventas.

A mediados de febrero, una delegación del gobierno venezolano visitó a nuestro país para promover la rueda de negocios que organizan Proexport y el Banco de Comercio Exterior de Venezuela (Bancoex). Según Víctor Alvarez, presidente de esta entidad, el objetivo es dinamizar el comercio entre los dos países a partir de este evento y lograr que el intercambio comercial llegue este año a US$3.000 millones (en 2001 el intercambio llegó a US$2.546 millones, el más alto de los últimos 3 años). Las inscripciones al evento ya se cerraron y hay más de 300 compañías colombianas en el evento y más de 800 venezolanas.

"Esto demuestra el interés de los empresarios de los dos países", explica María Luisa Chiappe, presidente de la Cámara de Integración Colombo Venezolana. El comercio, según ella, se está recuperando porque la economía del vecino país tendrá "un crecimiento de rebote, que impulsará la demanda y repercutirá en las exportaciones colombianas", agrega.

Después de la aplicación del convenio ALADI para el pago de la deuda entre los dos países, en octubre del año pasado, los resultados en las exportaciones del último trimestre muestran una tendencia favorable y las operaciones de empresas colombianas en Venezuela tienen indicadores sobresalientes.

Según Diego Fernández, presidente de Seguros Bolívar en Venezuela, el segundo semestre del año pasado fue el mejor en los 6 años de operación de esta empresa de seguros en el vecino país, con un crecimiento, frente al mismo período de 2002, de 60% en ventas. Otras empresas de sectores como el avícola o el lechero manifestaron a Dinero la recuperación en sus ventas.

"Mientras Chávez se mantenga en el poder, el sector de alimentos de Colombia tendrá una fortaleza muy grande en sus ventas de commodities hacia Venezuela. Sin duda, ellos necesitan de nosotros. El aparato productivo de Venezuela está muy deteriorado y ellos tratan de reemplazarlo", señala un empresario colombiano. Varias empresas colombianas han cerrado negocios con CASA y han participado de la buena época para las ventas de alimentos. Entre ellas, según la estatal venezolana, se cuentan Colanta, Incubadora de Santander y Acegrasas, que han exportado esporádicamente.

Otro sector que puede tener una nueva dinámica es el automotor. Por ejemplo, Renault vendió en enero hacia Venezuela 367 unidades, lo que corresponde a un crecimiento de 623%, cuando las exportaciones colombianas de este sector hacia ese país cayeron 84% el año anterior. Parte del crecimiento es simplemente un efecto estadístico, dada la fuerte caída del año anterior, pero se debe también a que la gente ve el carro como una protección contra la devaluación.

En el comercio, a su vez, las perspectivas son vistas con optimismo. Voceros de Cativen -la firma que representa a Almacenes Exito en Venezuela- anunciaron que en los próximos 5 años se duplicarán los hipermercados y llegaran a 10, con una inversión de US$20 millones cada uno.

Otros sectores enfrentan dificultades. Empresarios del sector de aceites de Colombia llevan más de dos años sin poder efectuar exportaciones consolidadas al mercado venezolano. Desde antes de la crisis de finales de 2002, sus productos tienen salvaguardias del 29% y, si bien recientemente su nivel disminuyó al 10%, hay un sistema de licencia previa y en este período solo se les ha concedido autorización para vender en momentos coyunturales de escasez de producción venezolana.

En definitiva, la suerte y el futuro económico de Venezuela siguen íntimamente ligados al panorama político. Sin embargo, la coyuntura internacional favorable para el petróleo le ha traído a Chávez un alivio en el momento en que más lo necesita. Como van las cosas, puede haber Chávez para rato.