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Economía global

Los resultados económicos del primer semestre indican que Estados Unidos liderará nuevamente el crecimiento global.

5 de septiembre de 2003

Para la economía global, el año 2005 terminó siendo excelente, a pesar de los pronósticos negativos de comienzos de año. Contrario a lo que los analistas pensaban, el dólar no perdió valor, la burbuja de los precios de la vivienda no se desinfló, los intereses en Estados Unidos se mantuvieron relativamente estables y los petrodólares de los países productores generaron una liquidez sin precedente en los mercados financieros del mundo. Stephen Roach, economista jefe de Morgan Stanley, Estados Unidos, un pesimista por definición, considera que este será el año en el que se empiece a revertir el consumo excesivo de los hogares estadounidenses. Para él, los bancos centrales de Asia no pueden seguir financiando incondicionalmente al consumidor estadounidense, sin tener en cuenta el déficit de cuenta corriente de Estados Unidos.

"El consumidor estadounidense gasta demasiado, primero por cuenta del efecto riqueza que generó la burbuja del mercado de valores de finales de los 90 y ahora por la burbuja del mercado de la vivienda. Cuando esta burbuja se reviente, el consumo se va a ver afectado y también el crecimiento económico, no solo en Estados Unidos, sino en el mundo entero, porque no hay ninguna otra sociedad capaz de reemplazar el consumo que hace este país".

Lawrence Summers, rector de la Universidad de Harvard, ve la situación del déficit de cuenta corriente de Estados Unidos con preocupación. "Por años, el mundo se ha preguntado si es posible que Estados Unidos siga siendo el motor de crecimiento de la economía mundial, cuando está sustentado en el consumo interno, cuya contraparte es el enorme déficit de cuenta corriente. De hecho, el 70% del ahorro mundial se va a la financiación de este déficit. Esta situación, que no es sostenible, es el espejo del exceso de ahorro que hay en el resto del mundo".

De acuerdo con Summers, los países asiáticos y, en especial China, tienen una estrategia de crecimiento basada en exportaciones y llevan el exceso de reservas internacionales a Estados Unidos con el único fin de poder mantener sus tipos de cambio estables. "Si Estados Unidos hiciera un ajuste para corregir el desequilibrio, aumentando el ahorro y reduciendo el consumo, en el resto del mundo tendría que haber un aumento de la demanda. De lo contrario, se generaría una depresión mundial", afirma Summers.

Es preciso que cada país haga la tarea. Esto es, para el caso de Europa, llevar a cabo una serie de reformas estructurales, así como para Japón. Para China, implica corregir los desequilibrios internos, como hacer una reforma del sector bancario, cuya cartera mala es del 30%. Igual, se debe estimular el consumo interno, lo que de acuerdo con Min Zhu, asistente ejecutivo del presidente del Banco de China, ya se está haciendo.

Desde la perspectiva de China, la pregunta es si este país puede mantener el ritmo de crecimiento de 10% anual. La respuesta de Min Zhu es que sí, ya que Estados Unidos aún sigue consumiendo y en China hay 300 millones de personas en las zonas rurales esperando para entrar a la fuerza de trabajo, lo cual permite mantener los salarios bajos. De otra parte, sostiene que el gobierno está estimulando el consumo interno.

Roach, por su parte, considera que el modelo chino de crecimiento no es sostenible ya que la inversión y las exportaciones representan el 70% del PIB. "Si este es el modelo, explica, entonces China está en problemas. Hay exceso de capacidad y esto podría llevar a una deflación. Tiene que transformar el modelo y empezar a gastar más internamente. Si esto sucede, ¿quién va entonces a financiar el consumo de los estadounidenses?".

Qué pasará con la burbuja en el mercado de la vivienda este año depende de lo que pase con las tasas de interés en Estados Unidos. La Fed está consciente del impacto sobre las hipotecas y el empleo de los aumentos en las tasas. Esto hace pensar a los analistas que si los precios de la vivienda llegan a aflojar, la Fed reduciría las tasas. Claro está que nadie sabe bien cuál podría ser la capacidad de respuesta de Ben Bernanke, el nuevo presidente de la Reserva Federal, y cuánto tardaría en reaccionar.

Aparte de la posibilidad de que se desinfle la burbuja de finca raíz en Estados Unidos, los analistas presentes en el Foro Económico Mundial no creen que el dólar se devalúe este año más de 3 a 5%, ya que mientras Estados Unidos siga teniendo el mercado financiero más profundo del mundo y buenos incentivos para la inversión, seguirá recibiendo los excedentes del mundo.

El petróleo podría ser un problema este año, en la medida en que en el mundo no hay exceso de capacidad y la demanda sigue creciendo fácilmente se podría generar un shock de oferta. Esto genera incertidumbre y lleva al aumento de los precios.