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De ejecutivo a empresario pyme

Cada vez más ejecutivos colombianos contemplan la posibilidad de independizarse y engrosar las filas de pequeños empresarios.

2 de mayo de 2003

¿Alguna vez ha pensado en la vida laboral independiente? Para muchos ejecutivos, la idea seguramente es muy atractiva: las horas son flexibles, no hay jefes a quienes responderles y, sobre todo, el esfuerzo y el tiempo dedicados son para uno y no para un tercero. Pero por más romántica que pueda parecer esta noción de independencia, hace cinco años no muchos ejecutivos colombianos se atrevían a dar ese importante paso hacia la independencia laboral.

La crisis de la economía de los últimos años, que llevó la tasa de desempleo a niveles del 18%, y generó una ola de reestructuraciones empresariales que tocó a los mandos medios y altos, provocó un cambio en la forma de pensar de los empleados. Por eso, cada vez más ejecutivos colombianos de reconocidas empresas nacionales y multinacionales dan el paso a la independencia y fundan sus propias empresas para engrosar las crecientes filas de empresarios mipymes en Colombia. Según Camilo Vásquez, gerente de la consultora en recursos humanos Vásquez Kennedy, en los últimos cinco años, el aumento de ejecutivos que optan por la independencia laboral es notorio. Hoy, casi la mitad de los altos ejecutivos que esta consultora atiende ha optado por autoemplearse en lugar de emplearse. Para Juan Carlos Linares, gerente de la consultora Human Perspectives International, hoy el 70% de los ejecutivos que asesora considera esta opción, cuando solo hace unos años apenas lo hacía el 30%.

¿Y quienes son estos ejecutivos que ahora optan por la independencia laboral? Son diversos y vienen de distintos sectores. Suelen ser mayores de 40 años porque, como afirma Vásquez, los menores suelen ser más rígidos en cuanto al manejo de sus vidas profesionales. Muchos de ellos han probado el éxito en su vida profesional y suelen independizarse en las áreas en que laboraron como empleados, aunque no necesariamente.

El paso hacia la independencia laboral no se da fácilmente ni de la noche a la mañana. El miedo a invertir dinero, fruto de años de ahorro o parte de un paquete de compensación, y la empleomanía, que amarra a muchos ejecutivos en Colombia, truncan cualquier aspiración de independencia laboral.

Pero también se trata de romper paradigmas engranados en la mentalidad del ejecutivo colombiano. "Hay que vencer el paradigma que dicta que un ejecutivo exitoso no puede fundar una empresa propia, porque no es cierto, y mucho menos dada la situación actual del país", dice Gloria Lucía López, gerente de la Comercializadora San Gabriel.

Sin embargo, la mayoría de los ejecutivos solo considera la posibilidad de la independencia cuando llega a procesos de reubicación laboral y se le presenta la opción de autoempleo, dice Cristina Herrera, consultora de Vásquez Kennedy. Solo en años recientes más ejecutivos dan efectivamente ese paso.



¿Su carrera

está en buenas manos?

Muchas veces, estos temerosos pasos hacia la independencia se dan por necesidad. Las reestructuraciones y fusiones y adquisiciones por parte de multinacionales son, generalmente, sinónimo de despidos y cada vez se dan con mayor frecuencia, de tal manera que el ejecutivo difícilmente puede proyectarse a no más de tres o cinco años máximo. Como comenta Juan Carlos Linares, hoy más puestos se fusionan en uno, se cierran oficinas regionales antes ubicadas en Colombia y todo esto cobra víctimas en el mundo corporativo.

Con todo, el fenómeno de la independencia laboral está íntimamente relacionado con un cambio más profundo en la carrera del ejecutivo colombiano. Este entiende que ahora, contrario a lo que sucedía en un pasado no muy lejano, su futuro laboral está en sus manos y no en las de su empleador. En este sentido, el proceso lineal y ascendente que lo llevaba por un camino de continuos éxitos y ascensos se está terminando más rápido de lo que esperaba. "Más que nunca, su carrera está en sus manos y debe aprender a gerenciarla. Eso puede implicar pensar seriamente en fundar empresa propia", dice Camilo Vásquez.

Para muchos ejecutivos, el paso comienza con unas preguntas difíciles de contestar y que tal vez nunca han contemplado. Por un lado, tienen que conocer muy bien qué modelo de vida quieren. Una vez desvinculado, el ejecutivo todavía puede contemplar la vida de empleado o bien comienza a pensar en la independencia. Para unos, esta sola pregunta marca el giro hacia la independencia laboral. "Cuando me respondí qué estilo de vida quería, se me hizo claro que la independencia laboral era la mejor opción", dice Carlos Child, ex directivo de ExxonMobil, hoy consultor empresarial.

Para ciertos ejecutivos, el paso a la independencia es el resultado de una evaluación de su empleabilidad. Si bien muchos saben que todavía pueden ser productivos, ven demasiado difícil su reingreso al mercado laboral. Cierto o no, algunos ejecutivos optan por obviar una nueva búsqueda de empleo. Sigifredo Agudelo trabajó 26 años en Hocol S.A., empresa multinacional del sector petrolero, y como vicepresidente de ingeniería y mantenimiento cayó en una reestructuración junto con otros 60 empleados. A sus 58 años, Agudelo decidió que volver a emplearse no era el camino más indicado, mucho menos dada la especificidad de su experiencia. Además, "el área de consultoría es muy competida". Sin embargo, su experiencia sí servía para vincularse como socio de Rexer S.A., empresa productora de postes y estibas de plástico, sustitutos de madera.

Para unos, la independencia laboral puede ser un Plan B, una alternativa de cara a la incertidumbre laboral. Mario Torres y José Alfredo Bernal dedicaron varios años como gerentes de las áreas de producción y logística de la multinacional papelera Avery Dennison, hasta que la empresa entró en una reorganización que trasladó sus puestos a Medellín. Como antes de que esto sucediera ya estaban preparados para fundar empresa, lograron quedarse en Cali trabajando de tiempo completo en su propia compañía, LP Solutions, que fabrica empaques y etiquetas para pequeñas y medianas empresas.

Otro ejemplo es el de Néstor Calderón. Como arquitecto de soluciones para Hewlett Packard (HP), sabía que su futuro en el mediano plazo en esa multinacional estaba asegurado. Sin embargo, la incertidumbre del más largo plazo lo motivó a tener un plan B. Ese plan B es hoy ITSTK, empresa comercializadora y prestadora de servicios de soluciones tecnológicas para pequeñas y medianas empresas. Al ver que HP no estaba llegando al pequeño y mediano empresario, Calderón fundó ITSTK.

La independencia laboral en muchos casos también responde a una segunda fase de la vida laboral del ejecutivo. Para Vásquez, es común que muchos ejecutivos cumplan tarde o temprano un primer ciclo de vida laboral en el cual acumularon éxitos y experiencias. Y en el segundo sienten que es hora de poner a prueba ese bagaje y buscar una mayor realización no solo profesional sino también personal. Para Gloria López y Bernardo Gutiérrez, de la Comercializadora San Gabriel, esa necesidad fue clara. López fue gerente comercial de Brinks de Colombia, donde ayudó a fundar la sucursal de la multinacional y Gutiérrez tenía amplia experiencia en el establecimiento de negocios nuevos en Colombia. Ese ciclo de fundar empresas para terceros fue enriquecedor, pero ya se cumplió: "era hora de fundar algo nuestro".

Trabajar independientemente puede tomar distintas formas. ITSTK y LP Solutions nacieron de necesidades de las mismas empresas en donde sus fundadores encontraron nichos de mercado interesantes. Pero ser independiente no es necesariamente sinónimo de ser empresario independiente. También se puede trabajar independientemente sin fundar empresa. Irónicamente, la tercerización que cobra víctimas también puede ser un salvavidas, ya que el ejecutivo puede aliarse con otros individuos para atender proyectos específicos que la empresa prefiere tercerizar.



¿Cómo prefiero mi tinto?

Como es de esperar, la vida de empleado y la de empresario emprendedor son muy distintas. Aunque no existe un prototipo del ejecutivo independizado, quienes dan ese paso sí comparten muchas experiencias.

Por un lado, la independencia laboral es más trabajo, más estrés y más tiempo, no menos. Al fin y al cabo, estos ex ejecutivos pasan de ser atendidos por secretarias, mensajeros y subalternos a ser los toderos de la empresa. Desde hacer el tinto hasta tomar las fotocopias y cobrar las facturas. Las órdenes ya no existen en su vocabulario. Sin embargo, como comentan muchos, el estrés y el trabajo, aunque mayores, son distintos. "Uno lo hace por uno mismo no por un tercero y esto hace toda la diferencia", dice Gloria López.

Por otro lado, la pérdida de una quincena fija es uno de los mayores temores, no solo del ex ejecutivo sino de su familia. El ex ejecutivo puede estar seguro de que, al menos en el corto plazo, no volverá a ver los altos sueldos que alcanzó de empleado. En este sentido, es necesario que el empresario comunique a sus familiares los posibles sacrificios que implicará su independencia laboral, comenta Sergio Cáceres, ex gerente comercial de Farmacia Upjohn.

Todos aquellos que han fundado empresa probablemente han tenido que enfrentar el escepticismo de terceros. Este proviene de amigos o ex colegas que les advierten la locura que están cometiendo al independizarse. Pero como comenta Néstor Calderón, una de las mayores pruebas de fuego para el empresario es cuando él mismo se despierta un día y comienza a cuestionar la decisión que ha tomado. En estas circunstancias, la persistencia, la automotivación y el apoyo moral de la familia son indispensables.

La pérdida de status social, económico y profesional es uno de los mayores choques que el ex ejecutivo tiene que enfrentar. Con el paso a la independencia laboral, el ejecutivo puede perder todo sentido de seguridad, explica Camilo Vásquez. En este sentido, para el ejecutivo que lo tuvo todo y ahora arranca de cero, el ego que consintió durante años de éxito laboral se puede evaporar rápidamente, cuando un proveedor o el banco no le pasan al teléfono. Sin embargo, para muchos empresarios que optan por la independencia laboral esta transición no tiene que ser tortuosa. "Uno tiene que entender que es valioso por lo que ha hecho y no por la lista de empresas para las que ha trabajado", afirma Gloria López.

Aunque la independencia laboral tiene sus riesgos y sus frustraciones, la realización personal y los éxitos alcanzados por quien trabaja para sí mismo son inigualables. Ahora bien, los altibajos que acompañan al ex ejecutivo convertido en empresario son más intensos. Sobre todo cuando se presentan dificultades, las dudas acerca de la independencia laboral, sumadas a las angustias por el incierto bienestar personal y familiar, entre otras, pueden caer en cascada. Pero para quien siempre gozó y triunfó en función de una tercera organización, los frutos que provienen de la propia empresa no tienen igual. Y por lo general, una vez independizados, muchos ex ejecutivos no vuelven a considerar la posibilidad de buscar empleo.

En Colombia, más ejecutivos están evaluando y dando el paso hacia la vida laboral independiente. El giro es bienvenido. En un país que les apuesta cada vez más a las mipyme, esta nueva generación de pequeños empresarios trae a la mesa una invaluable experiencia empresarial ahora mezclada con brío emprendedor. Las mipyme colombianas seguramente se beneficiarán de sus nuevos colegas y tal vez con ellos, Colombia entera puede dar el paso hacia una vida laboral independiente.